20 enero 2006

Una extraña ilusión II

Mi cama no se movía, pero las cortinas de mi habitación sí que se ondulaban al juego del viento nocturno. Me miraba a la orilla del peñasco, caminando descalzo, atraído, sonámbulo, siguiendo la voz. Algo se debatía en mi entre querer continuar o detenerme, algo me incitaba a parar y no seguir, era extraño, casi real hasta que el punto de aquello, me despertó al dar un salto al vacío y escuchar mi nombre cuando aún no tocaba el agua.
Al despertar me percaté de mi sudor y de que la ventaba estaba cerrada.

Por la tarde, tratando de buscar alguna explicación a lo de anoche, recorrí ése risco sintiendo la brisa del mar golpeteándome... y la voz de nuevo... esa voz...
Al mirar al fondo sólo podía ver pececillos en abundancia como la primera vez que no me sentí solo. Me armé de valor y bajé corriendo hacia la roca. Un abrupto movimiento hacía sumergirse un gran cuerpo, una gran cola, un gran pez...o...una... sirena.
Por movimientos rápidos sólo logré retener por instantes el grosor de su áspera piel escamada, escapándose por los movimientos y dejando asomar todo un cuerpo azul-escamoso.
-¡Detente!- grité, ¿quien te crees tú que me puedes despertar con pesadillas?, no oses asustarme de nuevo o lo lamentarás...y arrojé una roca pequeña con furia, al grado de que, sin medir consecuencias ésta me fue regresada. Palidecí.
- Sé que sufres, sé que el amor duele...también sé que cuando pasa se olvida y todo queda preparado para algo nuevo. No deseaba asustarte... lo siento...- platicaba la voz-viento, mientras mi mirada buscaba alguna explicación válida.
- ¿quién eres?, ¿porqué te escondes? ¡anda!, me has visto llorar, hablar solo, gritar y bailotear alguna que otra vez, ¿no crees justo que al menos te puedas mostrar?
- si me muestro podría ser grande tu impresión, pero no deseo ser conocida en tu mundo como raro espécimen, ni siquiera deseaba que tú me rehuyeras.- la voz sonaba calmada y poco a poco se percibía más cerca cuando la ví.
Muchos hubieran querido encontrar un cuerpo de mujer mezclado con escamas, pero ésto no tenía comparación. La voz era bella, el cuerpo no, entre tritón, anguila y seres acuáticos me mostró todo su ser que no provocó en mí más alla que una tranquilidad inmediata.

Hablamos por horas, quizá por días, quizá por años. Siempre recuerdo su figura en la orilla de aquellos peñascos donde su vida la contaba junto con la mía.
En su mundo, era un ser tranquilo de vida centuriana, platicaba haber conocido a grandes marineros, grandes héroes que nosotros ya no vimos mas que en fotos y, ahí, fue cuando nuestra amistad se volvió sólida entre humano y especie y entre amistad infranqueable que nos permitió conocer la capacidad de analizar el porqué de la vida.
Me contó que su mundo se terminaba pronto, que los químicos y todo lo que el hombre hacía por conquistar más allá de sus tierras estaba matando a su gente.
Le conté que nuestro clima estaba afectado por aquello que inventaban, ovacionaban y proclamaban como mejor.
Supo de los horrores de las guerras por todo cuando me describió, había encontrado en el fondo del mar.
Era triste, dos seres que platicaban del gran amor al mundo sin poder sanarle siquiera una herida, haciendo alguna que otra vez un gesto de no contaminar y sembrar árboles.

Pasados los años, le perdí el contacto. Ya no era fácil que subiera a superficie por los contínuos movimientos turísticos del lugar. De vez en cuando, por las noches, me murmuraba su voz que tratara de ayudar a la tierra, que no la dejara morir.

Ahora que soy viejo, que mi vida llegó a su final y veo que ha cambiado el risco, mi piel y éste planeta, me quedo pensando en lo mucho que hemos cambiado todo esto y en lo que pueda deparar a todos los de nuestra generación.
Aquella voz me indicaba luchar y hacer vivir un poco más a las plantas, la tierra, el mar, los seres y no sólo lamentar el fallido amor por una mujer que no valía una pequeña lágrima.
Pasado el tiempo lo superé y tomé su ejemplo de cuidar al mundo un poco y lo hice durante mil campañas y premios por tratar de preservarla.

Hoy, paso la estafeta a quien de verdad desée hacerlo sin nombre o título, bajo el sentir de que podemos cuidarla sin necesidad de que alguien tenga que indicar el cómo o por donde.
Por el amor a una mujer podemos mover montañas y crear grandes fantasías, podemos hacer que una ilusión sea fuerte...
Una extraña ilusión por querer que alguien vuelva a formar parte de nosotros nuevamente:
¿porqué no hacer algo por el amor a un planeta?

Fin.

12 comentarios:

Enigma dijo...
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Enigma dijo...

Las reflexiones pasan y se hacen ya que podemos voltear la cara y ver que hemos venido haciendo... pero siempre, lo que se haga por amor, no sera mucho ni poco, sino justo.

Un beso Dra. buen fin de semana

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Anónimo dijo...

Nos dejas algo para reflexionar y es verdad vemos que nuestro planeta esta cambiando y todavia estamos esperando para empezar a cambiar nuestros habitos.
Un buen fin de semana.

Aristóteles dijo...

¡El diálogo! Yo me pregunto ¿Importa el cuerpo?

¡Dolor y amor! Forman parte de nuestra realidad.

Saludos.

RAYDIGON dijo...

Vine a dejarte un besito...

Bye.

Anónimo dijo...

Interesante historia y hermosa la reflexión Doctora linda!

Y otro pendiente que nos queda es enseñar a quienes tienen poco tiempo en este mundo a cuidarlo, porque será suyo.

Un abrazo y feliz fin de semana

Freddy dijo...

te encargo un vasito de esquites (con todo!)..disfruta de un frío y agradable weekend..en serio no ves tv?; a poco puros libros, internet y sexo?...besos

Csar A. dijo...

Yo creo en la teoria del granito de arena: creo que cada gesto particular es una contribucion a la causa comun... que seria del planeta si ninguno aportara con pequeñas acciones a su bienestar!

Unknown dijo...

Diversos amores provocan efectos diversos; siempre vale la pena intentarlo. Buen fin de semana. E.

Anónimo dijo...

Que buen mensaje dejas que invita a la reflexión.

Muy buen post .

Te invito a queb veas mi último post.

Un abrazo

Anónimo dijo...

yo tambien quiero un encuentro magico que me de lecciones de vida,para poder reflexionar con an mas gusto.
saludos,volvi

cieloazzul dijo...

cuando el amor se pone retos...
que importa amor a que...
muchos besos..