15 marzo 2006

Cita inusual

Lo conocí anoche, cosa rara, en el lugar donde menos me imaginé pudiera yo hacer gala de mis conquistas.
Sin maquillaje, ni dotes de diva, sin esos tacones que hacen que luzca mi talle de la mejor manera y, sobre todo, sin ropa de la que siempre suelo usar.
Ambos estabamos húmedos, él simplemente dando vueltas de un lado a otro mirando mi manera de desenvolverme.
Yo, de vez en cuando dirigiendo miradas discretas después del dominio del lugar.
Había más personas que también miraban todo; en calma relativa podía hacer todo eso que había estado añorando tras muchos años de estrés en la oficina.

Y me sorprendí desde que llegué y coloqué mis cosas en el lugar reservado para mí. Un buen saludo nocturno y yo actuaría en lo que estaba haciendo.
Pero su contínua sonrisa y el halago de decirme que yo hacía bien las cosas fue lo que me llamó la atención a pesar de que siempre me hacen comentarios al respecto de esa manera.
Un vapor ligero y música muy queda al fondo.
Fue una sensación rara.
Tras vueltas de común, al regresar al lugar donde él se acomodó, me comenzó a hacer una ligera plática... y comencé a seguirle con respuestas ligeras.
No hacía frío y el agua estaba deliciosa.
Miré el contorno de su cuerpo, yo sabía que también tenía su mirada abajo de mis hombros, bien puesto. Una mirada de varón es imposible disimularla cuando los pechos casi están al descubierto.
Concretamos una cita, muy inusual.
Me pareció, de entrada, simpático y con una mirada dominante aunque fue su cuerpo el que más me llamó la atención. Sus espaldas reflejaban su constante gusto por el deporte, ni qué decir de sus brazos.
Volé en un instante a imaginarme envuelta en esas fortalezas velludas.
Volví a mi realidad, total, nos veríamos mañana en el mismo lugar.
Así que, con la pose de una futura conquista me agarré de las escaleras, sacudí mi cabello, salí de la alberca procurando tener, lo más femenina, la pose del cuerpo y me dirigí a los vestidores.
Si fuera láser su mirar, sabría por qué puntos puso cada una de sus pupilas y sabría exactamente lo que perseguiría en la siguiente cita.
Así que como hembra que provoca el celo, manejé los segundos a mi antojo, despidiéndome con un mero meneo de la mano y deseando que no lo cubriera tanta agua para mirarlo como él me miraba a mí.
Hoy deberé escoger un traje de baño sexy que no disimule las formas de mi cuerpo. Mi plan es llegar primero para que yo ya esté dentro de la alberca.
Será divertido. Lo sé.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

La música "queda" de fondo..siempre es adorno para importantes encuentros y ricas sensaciones...Saludos y buen día!

Vanessa Alanís dijo...

la luna está llena?
con razón ando tan barbona y con este pinche genio a cuestas!

Anónimo dijo...

Ayer pase muy temprano y no alcance a leer el post anterior. Hoy lo leo y me enternece profundamente. Klein tiene sentimientos encontrados! ...
Espero que como le llego el amor a tu perikita, llegue a ti de la misma manera.Animo.

Shinji dijo...

¡Hola!

Enigma dijo...

... sin duda no hay lugares exactos para el primer encuentro, aunque el juego del filrteo es emocionante.

Un beso Dra.

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Luis Martínez Álvarez dijo...

Excelente, debajo del agua se puede investigar, con el tacto, el modelo de bañador.
Besos Kleine.

rossmar dijo...

¡claro que sera divertido!

Lizette S dijo...

Que bonita es esa etapa del coqueteo y miraditas, cuando sientes maripositas en el estómago. Cuando sientes esa mirada de él sobre ti...

Saluditos

Kix dijo...

Cool... esas mariposas en el estómago son fascinantes.

Anónimo dijo...

Esa sí que es una historia emocionante, que pondrá sal y pimienta a los días........

RAYDIGON dijo...

Que rica historia...

Me gusta esta frase; "Así que como hembra que provoca el celo, manejé los segundos a mi antojo..."

WAW G. !!!!

Menta dijo...

Que sensacion complice
que estirar de poros
que entrelazar de aguas jugando a seducciones.
Un besote Klein!!

Unknown dijo...

No lo dudo; debes ser un remillete de encantos. Slds.

De Sol y edades acompañadas dijo...

A veces en el momento menos esperado llegan esas sorpresas que llenan el alma en instantes, humedad que se repira aunque no se estuviera en la alberca.

Carambolas que buen encuentro.