28 febrero 2006

El Oso Necio

Vagando por la red y curioseando notitas encontré éste escrito de Jorge Bucay. Me pareció muy curioso.
Ya me dirán ustedes lo que piensan.

"Muchas veces confundimos SUEÑOS con EXPECTATIVAS sin darnos cuenta que, mientras los sueños nos abren el mundo, las expectativas nos encierran en la espera pasiva de lo deseado.
¿Por qué nos aferramos sorprendentemente a ellas?
¿Qué pasa si no puedo aceptar tener que renunciar a lo que "tanto deseo"?
¿Qué pasa si siento que no puedo armar mi proyecto de vida?

Tenemos un deseo determinado.
Queremos algo con el alma, con todo nuestro ser.
Soñamos día y noche con tenerlo.
Este es el momento de aplicar una regla básica:

LA REGLA DEL OSO NECIO

Esta regla comienza con la "O" del oso.
¿Usted quiere algo?
OBTENGALO!!!
"OBTENGA" lo que usted quiere, juéguese la vida para obtenerlo.
Corra el riesgo, comprométase con su deseo.
¿Qué busca?
¿El amor de ésa persona "tan especial"?.
¿Esa casa "tan soñada"?.
¿Ese trabajo?.
VAYA, SALGA A BUSCARLO Y OBTENGALO.
Pero., uno puede darse cuenta que a veces es imposible obtener lo que quiere. Entonces,
¿qué dice la regla en segundo lugar?
¿No puede "OBTENER" lo que quiere?
Y siguiendo con la "S", la segunda letra del oso nos dice:
SUSTITÚYALO!!!
"SUSTITÚYALO" por otra cosa .
- Esa persona "tan especial y única" no me quiere. Pues bien, que lo quiera otra persona.
- Esa otra tampoco me quiere, pues a seguir buscando y en el último de los casos cómprese una mascota.
- Ah. No. IMPOSIBLE SUSTITUIRLA.
"Como ésa persona no hay.
"Entonces,
¿qué nos dice la regla en tercera instancia?.
¿No lo pudo "OBTENER"?.¿No lo puede "SUSTITUIR"?.

Y siguiendo con la "O", la tercera letra del oso nos dice:
OLV�DELO!!!
-Ah No, "Imposible". ¿Cómo imposible?- Siii,
"Imposible olvidarla .
"Éso si que es i-m-p-o-s-i-b-l-e!!!
"Ahhh. "¿Imposible?

"Entonces. si no lo puede OBTENER, si no consigue SUSTITUIRLO, si no quiere OLVIDARLO la "REGLA" dice que Ud. es un "NECIO".

Quedando así constituida"LA REGLA DEL OSO NECIO".

Tal vez no sea tan fácil "DECIDIR"que puedo Olvidar."SI" puedo "DECIDIR" no quedarme pegada a lo que creo que es imposible.
Y eso es lo neurótico, lo ridículo, lo "necio".

27 febrero 2006

Let´s take a break

Era un día en el que ella ya había dado de más. Exhausta entre cuentas y gráficas simplemente optó por cancelar la cita con las demás chicas que también deseaban salir de la rutina aquel jueves. Por esta ocasión ella no las escucharía con quejas sobre los hombres en el juego de cartas, con dolores sentimentales, con preguntas hacia ella sobre lo que se siente estar sola. No. No por ésta ocasión. Dejaría que ellas solas resolvieran sus problemas sentimentales .
Ya en la oficina pocas luces quedaban, así que decidió guardar las cosas en completo orden y salir. Evitó cargar documentos para trabajarlos en su casa. Evitó llevar los pesares en el camino.

Tomó las llaves del auto y se despidió con un sencillo "hasta mañana" de los oficiales que custodian las salidas.
No tomó camino a su casa. Tampoco hacia el almacén de autoservicio.
Un lujoso hotel en la avenida más cotizada de la ciudad sería el estacionamiento. Vallet Parking en su puerta y ella sonriente.
Baja desenfadada, posee ese glamour natural al caminar de zapatillas en su estilo ejecutivo. Se dirige al bar.
Sabe que ahí se preparan los martinis más caros que hubiera podido pagar cualquiera de sus otras amigas, pero también sabe que ahí acude mucha gente para platicar, para mirar y para conquistar.
Al principio tiene la mirada perdida, entre la barra y la chica sensual que sirve, sólo observa con qué paciencia atiende a todos. Después, toma su martini y en su cruce de piernas ahora torna a mirar alrededor. Tiene pose de tigresa.
Un caballero se le acerca y hace lo que de rutina es consabido. Que si viene sola, que si es casada, cuestiones de trabajo y la invitación a platicar.
Ella luce sonriente, sencilla, relajada. Brinda con otro martini y espera la propuesta final.
No es de romances, no es de ilusiones, sólo sabe que desea pasar un jueves en la cama de alguien lleno de caricias para ella. Sólo pide que se le trate como el encanto de la primera vez.
Encontró lo que deseaba. La propuesta está hecha y tiene la certeza de que se trata de un magnate.
Si se lo hubiese propuesto jamás hubiera puesto el ojo en ése hombre. Semblante de mucho mundo.
La noche se convierte en velas y aún es temprano.
La noche se desnuda como ella y aún falta lo mejor.
La noche la pasa sorbiendo jugos de éxtasis que le dan vida, que le dan sensualidad y que la obligan a terminar ebria de caricias. Desborda pasión y una ligera muerte.
Mucho antes del amanecer se despide... él desea saber de ella.
Ha sabido exprimir la noche y ha llenado su cuerpo de energía.
Ya es viernes en aquel día y tiene la fuerza de leonesa para continuar tras éste breve paréntesis.
En su ducha el sol comienza a asomarse por la ventana de la sala en aquel pequeño penthouse.
El teléfono ya suena.
Habrá que ir a la oficina pronto.

24 febrero 2006

Inspiración


En lo personal creo que eres suave,
flotas grácil sobre mi cabeza
y aunque trato de crearte en formas
no tienes hipotenusa ni diámetro,
pero eres tan elegante y amorosa
que entristezco cuando cierro la ventana.
Llegas como un chiflido agudo
de un ruiseñor cantando en un cedro.
Devuelves el suspiro a los presos
sentenciados a cadena perpetua.
Para mí ya no hay rejas...
alzaré mis alas contigo
y desde arriba reluciré,
brillaré como un diamante
en un anillo de platino.
Qué suave eres cuando estoy contigo
y hacemos el amor de las nueve hasta la cinco,
y me miras con tus dos aceitunas rellenas
de algas marinas que parecen perlas.
*Escrito tomado de Pablo Cerda

23 febrero 2006

¿Das el 100% a todo?

Hoy estoy simplemente simplona:


"Cómo ven?? comprobado matematicamente:
¿Alguna vez te has preguntado cómo son esas personas que dicen que Dan <>M�S del 100%?
Todos hemos asistido a reuniones en las que alguien Nos ha pedido que demos M�S del 100%.
¿Qué te parece alcanzar el 103%? pero... ¿De qué está compuesto el 100% en esta vida?
A continuación figura una simple fórmula matemática que puede que Te ayude a esponder a estas preguntas:
SI:
A B C D E F G H I J K L M N Ñ O P Q R S T U V W X Y Z<> equivalen a los siguientes números:

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27.
Entonces sustituyendo valores obtendremos:
T-R-A-B-A-J-A-R
21+19+1+2+1+10+1+19 = 74%

S-A-B-I-D-U-R-I-A
20+1+2+9+4+22+19+1 = 78%

Pero
D-E-S-E-M-P-E-Ñ-O
4+5+20+5+13+17+5+15+16 = 100%

(Aunque el 100% también se alcanza si haces lo siguiente:
D-A-R L-A-S N-A-L-G-A-S
4+1+19+1+20+14+1+12+7+1+20 = 100%
M-E-N-T-I-R-A-S
13+5+14+21+9+19+1+20 = 102%
Y, mira lo lejos que te llevará lamer Culos.
L-A-M-E-R C-U-L-O-S
12+1+13+5+19 3+22+12+16+20 = 123%

Así que, científicamente podemos concluir que es matemáticamente cierto
que mientras que: TRABAJAR y tener SABIDUR�A te ponen en Buen camino;
el DESEMPEÑO de tus funciones te hará llegar al 100% las MENTIRAS y
LAMER CULOS te harán sobrepasar el 100%

OJO ENTONCES CUANDO TE DIGAN
QUE TIENES QUE DAR MAS DEL 100%
PIENSALO MAS DE DOS VECES

22 febrero 2006

Esperanza

No recuerdo qué fué lo que pasó después de esa explosión, mi mente se cerró y lo único que llegué a pensar fue en tirarme al piso. Después me desmayé.
Ahora que abro los ojos no sé si estoy enmedio de una pesadilla, de un caos o de una tragedia que yo mismo estoy viviendo.

En mi mente se atraviesa la imagen viva de mi esposa, llorando por las noticias que le pudieran llegar. Miro a mi hijo pequeño, quizá si crece sabiendo que yo morí enterrado ni siquiera recuerde mi rostro.
Pienso en todo lo que no hice hasta el día de ayer, pienso en todo lo que pude haber minimizado en pleitos con mis hermanos, mi señora madre, incluso hasta mis cuñados.
Ahora entiendo que la vida la vivimos una sola vez y yo, respirando éste aire que envenena sé que quizá valoro mi alma hoy más que ningún otro día.
Todos estamos desesperados, encerrados bajo muchos metros de gases, rocas y fierros, muchos sin fuerza ya. No tenemos la certitud de nada y muchos ya han colapsado en crisis.
He rezado desde entonces, otros han desafiado a su Dios. Muchos creen haber caído en la locura y lloran como niños abandonados por su mamá.
Yo sólo pienso en éste momento, en mantener la calma, en saber que si mi muerte llega aquí mismo no deberé de temerle, me dejaré llevar pidiendo solamente que mi esposa y mi pequeño hijo tengan una vida mejor y que Dios se apiade de sus futuro.
Si vivo, sé que será un verdadero milagro que muchas de las personas que estemos aquí contaremos a todos y cada uno de nuestros familiares. Amaré y perdonaré, seguiré más consejos y en definitiva mi vida será siempre en aras de ser mejor.
Hoy sé que la angustia me ahoga... han pasado ya más de 72 horas y el destino aún no nos define lo que pueda pasar. El aire se nos desvanece y aún cuando somos muchos con rostros quemados por los lodos y nuestras manos se hayen sangrantes de rasguñar las entrañas de la tierra queremos vivir...queremos vivir...
Hagan algo los de allá afuera porque yo logre sentir la mejilla de mi hijito una vez más. Griten a las autoridades lo que se pueda lograr si es que sin dinero acceden...
Ya lloré, ya pedí perdón, ya luché por infundirles ánimos a mis colegas... estoy en un momento de agonía y cansancio donde no distingo más que una palabra: Esperanza.
Así, seguiremos hasta que el tiempo dicte la sentencia y que Dios nos lleve a donde deba de ser el término de la desesperanza.

*** Sé que desde mi escritorio nada puedo hacer más que pedir por la gente que se encuentra en aquella mina. Me ha llegado al alma el sentir que somos pequeñitos, que seguimos siendo diminutos en la mano de la Madre Tierra.
Guardo silencio por aquellos que intentaron vivir en un trabajo noble, digno, de riesgo y que ahi mismo, queriendo tener una vida mejor, llegaron a otra más.
Pido por sus familias y que todo esté bajo manos que ayuden a aquellos en esperanza. ¡Dios, escucha sus ruegos!

21 febrero 2006

Valor

La sala con dos personas, llego y saludo amablemente a quien se encuentra ahí. La luz que ilumina los sillones cómodos hace una atmósfera diferente, tranquila, casi sin ruido.
Uno de los señores que espera me saluda muy serio, pero procura mirar si no está sentado a la mitad del sillón y hacerse un poco más a la izquierda.
El chico, sentado en un sillón individual, sólo atina a mover la cabeza, sus audífonos con sonidos que alcanzo a distinguir no le permiten conectarse con el mundo normal, él vive en el punchis-punchis, quizá para que la espera sea más placentera.
Hay revistas de todo, para chicas, de autos, periódicos y de medicina. Es normal que en un consultorio siempre existan revistas donde aparecen palabras extrañas mostrando imágenes que en lugar de calmarnos antes de entrar al dentista, nos muestran una tortura sicológica de algo que pueda llegar a pasarnos.
Sé que el doctor atiende porque se oyen sonidos de utensilios en una charola, la señorita que le apoya sale y me mira sonriente.
- Qué bueno que ya está aquí, en seguida le atiende su doctor
- Gracias, asiento con la cabeza y me siento en el sillón para dos. Prefiero la distancia entre esos dos pacientes. Hay musica instrumental. Miro las paredes.
La puerta de abre de nuevo y sale una señora grande, muy bien arreglada, un poco callada pero despidiéndose de la asistente. Se cubre la boca con un pañuelo. Me dan nervios ligeros.
Pasa el señor mayor y deja la revista en el sillón. Yo no me muevo. Escucho que saluda a alguien y nuevamente el silencio en la sala.
La luz ilumina dos plantitas que, si mi curiosidad no me gana, adivinaría por tocarlas y decir que son artificiales. Son demasiado perfectas. No escucho nada en el interior. Más nervio. El tiempo de éstos dos pacientes hará que no me tense tanto.
Sale de pronto el señor que entró, así nada más, como entró, salió llevando en la mano un frasco medicinal. Vaya revisión tan veloz.
Entra el chico. Se quita los audífonos y saluda a la chica.
Se cierra la puerta y he quedado solita en la sala de espera. Intento relajarme sentandome más tranquila. Dejo la pose a un lado, ya no cruzo las piernas y comienzo a tararear el tono de la melodía ambiental que está.
De pronto una queja...
Dioses, espero que no venga del chico, ¿qué le estará hacendo el doctor a él?... Hay un reloj en el escritorio de la asistente, se oye el tic-tac, tic-tac... ¡Otra queja!, sí, es el chico, algo sucede que le ha de doler mucho.
Mis oídos se concentran más en lo que sucede detrás de esa puerta, no me imagino si el doctor le permita usar sus audífonos para distraerse o quizá patalee al ritmo de la música electrónica. Sus quejidos me ponen inquieta.
De pronto silencio...
No mas queja.
¡Un ruido! - No- ese ruido de la fresa cual abeja punzante es el que más miedo me da... brrrrr, ya recordé porqué tardo tanto en decidirme a venir al dentista, ya lo recordé. -¡Ay que agonía!-
Pasan 10 minutos de tortura auditiva, la revista queda en una de las hojas toda arrugada... respiro... respiro rápido...
La puerta se abre, mis ojos aún más.
La sonrisa amable que traía al entrar desaparece en cuanto veo al chico salir, se cubre con un pañuelo, no lleva más sus audífonos... no mira a nadie, sólo al piso que quizá entienda su dolor... me toca...
¡Ayyyy!
- Pase, el doctor le atiende ya en un momento.
Rebazo el umbral y miro esa forma horizontal de sillón que, por muy elegante, de piel, ergonómico, moderno, lindo y suave me sigue pareciendo parte de la más tenebrosa de las mazmorras donde lo colocan a uno para la tortura inmediata.
Respiro profundo, mucho diría yo.
Heme ahí cual corderito en matadero.
Más vale que comience a pensar en algún capítulo de Sex in the City o imaginar lo que haría Homero Simpson en casos como éste, porque de ser yo misma boto mi carnet y salgo corriendo hasta la luna.

20 febrero 2006

La creación, el trabajo, el espíritu.

¿Dónde está el lugar?
¿El espacio?
¿Hasta dónde gastaré la materia y forma le daré?
Gran parte de hacer eficientemente las cosas es disfrutar al realizarlas.

El solo hacerlas bien puede funcionar,
pero el disfrutarlo es que hace que las cosas que uno realiza sean únicas.

Sólo vemos lo que tenemos en frente,
pero cuando ocurre un cambio,
reflexionamos sobre lo que nos rodea.
Todos formamos parte de todo.
El mundo se nos revuelca,
atrás quedaron esas olas de mareas,
y es ahora la llama de esta vela.

Es el mundo de tus ideas.
Tú bailas conmigo.
Tú cantas conmigo.
Tú sueñas conmigo.
Tú lloras conmigo.

Lentamente y con gracia llegas a mí,
querida arquitectura.
Necesito que rompan este vacío;
que el silencio no sea mi acompañante.
Sólo quiero llegar al destino que me espera,
aunque no creo en él,
y si creo,
es porque lo construyo con mis manos.
Busco algo,
y no sé qué es,
más el espíritu me guiará.

¡Qué importa el destino!
Delicioso:
el camino.
El otro día,
pedí una escalera para llegar a las estrellas.
Una escalera para tocar tus sueños y los míos,
una escalera grande para jugar juntos en ella.

Recibí la noticia de que no podías construirme una escalera tan grande.
Pero, dime, ¿dónde la guardarías?
¡No importa!.
Exijo a los constructores de recuerdos,
levanten mi escalera,
sólo eso necesito:

yo pongo el sentimiento,
tú pones la materia,
y juntos, el ensueño.

Pero explícame,
¿por qué quieres una escalera,
y no una habitación limpia,
con luz, agua corriente y un gran jardín?

No entiendes,
no quieres entenderme...
La cama no es mía,
la pared, el mueble, la silla,
la ventana y la puerta no son las mismas...

Es por eso que quiero una escalera al pie de la cama para subir al lugar de los sueños y, desde arriba,
observar a esa que no es mi silla,
ni mi puerta, cómo juegan,
cómo nos perpetúan.

Y tú que no quieres construirme mi escalera...
Unir el día nuevo con un objeto del pasado...
El "tapetito" constante,
en la casa de la abuela,
de la tía;
el tapetito para limpiar mis zapatos.

Tapetito desencadenador de situaciones perdidas en la cabeza,
en la memoria, en el hábito.CREAR: innovar,
diseñar, transformar, imaginar, construir.

Como si estuviera en un museo que se recorre con extremo cuidado;
como en un lugar que te sorprende y donde hay mucho por descubrir.

Tiempo, crítica, viento, ironía, fuego, desventura...
Amor a tus obras.
Sé libre, vuela con tu espíritu,
deja el frío que envenena tu alma.

Frío lento,
frío de ruido,
frío de tiempo,
frío de sentimiento.


su propia libertad.
El acto más sublime es el amor;
la obra más perfecta es el amor;
la razón más importante es el amor.

¿Qué será de aquellos olvidados al ver que sólo sus obras se recuerdan
y de ellos nada se sabe?
La naturaleza reta nuestra esencia
y nosotros nos embarcamos en una competencia que de antemano hemos perdido.

Belleza y verdad son títulos de una misma y única cosa.
Ningún acto es sólo un acto;
todos son una aptitud ante la vida.

El arte queda exento de gracia desde deja de servir a la vida.
¿Cómo forjar nuestra propia expresión?
¿Desde dónde mirar?
O ¿cómo mirar?
La materia se somete a las manos
que manejan las herramientas que las transforman
y crean lo que nunca antes fue creado.

formando un largo tapete al otro lado oscuro,
recibiendo al caminante,
llegando casi a su hogar.

Construiré un sueño donde descanse la bruma.
La verdad no existe:
el espacio lo llena todo.
Al ver el espacio del canto,
la realidad tímida se deja entrever:
con extraña lejanía la reconoce.
Seducido por el firme roce del viento,
cauteriza el vuelo grave de desesperación.

Quiero construir un espacio donde vuelen tus pensamientos.
¿Qué caso tiene vivir por vivir?
¿Para qué vivir sin la capacidad de sentir?
¿Por qué ellos?

¿Por qué máquinas, incapaces de sentir?
La libertad es espacio.

Los objetos hacen nuestro pasado,
y nos hacen recordar.
El hogar del hombre es el mismo hombre.
El pasado me refleja.
El futuro...
me voy.

El crujir de la duela marca el final del instante.
Recibo el primer haz de luz,
pero mi sombra no se refleja en el ruinoso muro.
Un muro es un espacio,
y un espacio hace un sueño.

En un espacio ponemos un muro y muere este espacio,
pero nace otro.
Un muro es un amigo,
un cómplice,
y el alma de quien lo hace.

El ritmo,
el mar,
el viento,
los árboles,
el espacio...
La forma arquitectónica se define por estos ritmos,
arriba,
abajo,
adentro y afuera;
hace una pausa y después de un viento suave o de un mar apacible,
sigue una tormenta,
grandes olas...
un gran muro,
un jardín,
una torre.
Tal vez no sea necesaria una mansión,
tal vez no es necesario saber valorar lo que uno tiene.

Cuatro simples paredes pueden albergar cosas mucho más interesantes:
un espacio de tranquilidad, seguridad, comodidad.

Esas solo son unas de las tantas cosas buenas que brinda la arquitectura.

Todo arte en esencia es poesía.

Casa sin gente y gente sin casa.

Habitar.

Preservar.

Tiempo cotidiano.

Anhelo.

Forma.

Espacio.

¿Qué podemos ofrecer?


Poemas colectivos elaborados en el taller de creatividad
Música, Arquitectura y Poesía.
por el grupo ARCHITECTHUM
con la técnica surrealista "cadáver esquisito" del poeta francés André Bretón.

17 febrero 2006

Labores

Mi Chula, no es fácil ésta vida para pasársela cantando todo el tiempo, pero de ser posible, buscas la manera de que así pase.

Al principio lo hice por necesidad, no sabía de computadoras ni mucho menos de todo el papeleo que habría de dar a cada oficina para que se dieran cuenta de mis capacidades. De estar en un mostrador y que siempre me voltearan a ver el trasero, al final lo cortés de todos ellos terminaba por proponerme lo mismo de siempre, sólo que de manera galante yo no cobraba. Mal negocio.

Si todos me han adulado que mi cuerpo merece ser visto tanto por artistas como por gente que gusta de mirarme a través de un cristal, entonces, de no saber hacer otra cosa, no tuve más opción.
Daba miedo al inicio, por todas las caras que tenía enfrente. Mirarles sacar su verga así nomás y comenzar a frotarla mientras yo fingía que eso me gustaba era motivo de asco, aunque no me tocaran. Ya con el tiempo, aprendí que entre más te muestres gustosa de lo que hacen, mejor billete te iban soltando.
Me volví la favorita de muchos.

Esto de mostrar el cuerpo en muchos lados crea una fama que puede ayudarte en varios negocios. Así me hice de amigos y conocidos, de trabajos y de enemigos. Entre mujeres estos movimientos son muy peleados y para evitarme problemas prefiero los lugares donde no hay tanta competencia.

Entre las feas a mí me pagan mejor.

¿Los bares?, hay algunos perfectos para que las parejas clandestinas se encuentren ahí. Si te miran sola, basta aceptar una copa y lo demás lo tienes asegurado si sabes manejar bien el negocio.
Tener siempre la sonrisa a flor de piel te abre muchas puertas aunque no muchas carteras.

No tengo hijos qué mantener, la casa es mía y todo lo que gano me aseguro que se guarde bien. Es por gusto, es por comodidad, es porque detesto levantarme temprano por las mañanas, llegar a donde sólo manda uno y obedecen todos como si fuera una himnopsis general.

Lo que tu me digas, Chulis, sobre cuánto puede durar todo ésto, es algo que me lo decían desde que me gustó la cosa fácil; no eres la primera, ni la última en recordarlo, pero me nace estar de fiesta, me gusta bailar y si tengo las ganas de amanecer ebria con un fulano que me dure por una o dos semanas sé que lo puedo manejar bien.
Para lo que sirve el dinero es para lo que lo destine cuando ya me miren con desprecio. Sabré largarme a tiempo y creeme, de eso no volveré a comer jamás.

Por hoy mi Chulis, todo lo que ves en ésta casa me pertenece, me lo he ganado a ley - si, con el sudor de mi frente-, así que te pido limpies y cuides todo ésto como si fuera tuyo, para que te pague mejor, para que te ganes mi confianza y de vez en cuando mis secreto.
Persigna tu trabajo pero no critiques lo mío.
Y si te molesta la gente, los vecinos, los que te miran salir de aquí, diles que la que hace el trabajo sucio soy yo, tú solo te encargas de limpiarlo.
Que soy lo peor, escucharás de todos, diles que sí, que hago lo que ellos hacen por las noches cuando yo lo procuro todos los días. Que ellos lo hacen a oscuras y que me gusta que a mi me miren con luces o velas, que te digan que soy una cualquiera y ahí sí defiende, que no cualquiera paga mucama ni lo hace gratis como ellos.
De ti depende que dures, si sabes manejarlo bien. No te asustes de lo que mires... cuando lo caliente del cuerpo se asoma por las bragas vete a refugiar a tu habitación, enciende el televisor o ríete si quieres de lo que escuches en algún momento.

Chula, ten las llaves de la casa y comienza por el patio de atrás, hay que regarlo mucho para que el pasto no se seque... yo regreso al mediodía.

16 febrero 2006

Vaquero

A trote lento y cadencioso el caballo sigue el camino que su amo le marca, sólo el eco de sus cascos se escucha en el valle de aquel lugar oscuro, boscoso, callado. Es poderoso, es cauteloso, alerta al menor ruido y preparado para una gran carrera.

El vaquero entiende de soledades. Su fiel pistola no le abandona mientras él se deja caer al meneo de su cuerpo, sombrero bajo y mirada fría simplemente ocultan lo que él ve, pero no lo que él va viendo. La ropa no deja ver lo que en su interior lleva.

La tarde de nubes del rojo atardecer queda atrás, al frente se observa la noche, los truenos, lo negro...

- Hay mucho por transcurrir, nos espera una gran tormenta- apenas el murmura a su compañero, se arropa y dormita en la andanza de una misión que tendrá a bien por cumplir.

15 febrero 2006

Amor del tiempo

Las jaulas de los pájaros siempre habían lucido impecables. Todas las mañanas era un ruido matinal de canarios, cotorros y jilgueros que daban los buenos días al sol que les pegaba en las paredes de aquel gran patio. Daban gracias también a aquella señora, Doña Lucy, que ya parecía que el tiempo le enconrvaba su cuerpo.
Día a día luchaba incansablemente por levantarse antes que todos, barrer las afueras de la casona y tener listo el café negro para quien fuera a salir primero.
Siempre silbante y tarareante acomodaba jarritos y trastos en su lugar correcto, pese a sus manos deformes por el tiempo y la artritis, sostenía con rigor para que nada fuese derramado.
Por las tardes, después del diario ajetreo, solía ir a las reuniones de jubilados, ahí en el club de ferrocarrileros. Su bolsa de costura y frascos de pintura era de lo que se armaba para pintar cerámica y telas.
Algunos viejitos cantaban, otros tocaban guitarras. Era un mundo donde el ruido de la música moderna no existía. Todos platicaban de lo que en sus buenos habían pasado, incluso Don Felipe.
El era uno de los viejitos más bonachones que gustaba de la poesía. Siempre se inspiraba en alguien muy especial: Doña Lucy.
Cada vez que el salón callaba, era su voz la que, con grandes honores declamaba y la mirada fija en aquella anciana que siempre se ruborizaba.
A esa edad el amor es cosa de inocencia nuevamente, a esa edad los corazones vuelven a ser niños y aman de una forma en la que se sabe de todo pero poco se puede hacer.
Don Felipe se enamoró de Doña Lucy, de sus bordados, de sus pinturas, incluso hasta de cuando la escuchó hablar tan bien de su difunto marido.
Doña Lucy sonriente simplemente le miraba, complacida, con ojos de niña. Callada cuando se cruzaban sus miradas lanzando de sus labios partidos un sutil beso de cariño.
Al término de cada reunión, caballerosamente Don Felipe acompañaba a Doña Lucy hasta su casa, cargando su bolsa, el paraguas y su sombrero. Recargada ella en su brazo, caminaban a paso tranquilo mirando atardeceres de ocre y ligeros amarillos.
Al llegar a la puerta del gran caserón, Don Felipe besaba su mano y con una seña cortés le miraba a sus ojos.
- Si el cielo me permite que pueda seguirle mirando, espero verle pasado mañana Doña Lucy. Cuídese mucho.
- Esperemos que la salud y mis piernas también me lo permitan Don Felipe, gustosa voy a estar de querer escuchar su poesía. Gracias.

El gran portón se cerraba, el viejo aquel caminaba, de vez en cuando miraba hacia atrás como si ansiara encontrar la cabecita blanca que le mirara alejarse y Doña Lucy, tras el portón, recargada de espaldas miraba al cielo, pidiendo un día más de licencia para que ese hombre le diera un suspiro más de vida mientras mandaba en un beso al aire amor sincero lleno de felicidad.

14 febrero 2006

Una historia cualquiera

Ella se ha levantado temprano,más de lo que en un día común suele hacerlo. Se levanta y calienta el agua en la estufa. Sabe que por lo menos un poco tibia puede soportarla a las cinco de la mañana.
En su cama aún está el bebé en brazos, chupando la mamila que contiene ya poca leche. Ella debe cambiarlo antes de que despierte por completo. Antes de bañarse ya ha limpiado la cocina, tendido la cama, preparado las cosas del bebé en la maleta. Con un vaso grande echa el agua a su lacio cabello negro y lo lava muy bien. Sale, y se arregla. Se pone bonita con unos prendedores para cabello que alguna vez compró en el mercado. Sólo escucha la radio y ahí sabe de las muchas quejas ciudadanas por las tragedias contadas en el noticiario del día. Se alegra cuando cambia a la música de siempre.
Tapa bien al niño, gorrito, guantes y un cobertor. Carga la maleta, carga su mochila donde lleva siempre un poco de frijoles, un poco de arroz y lo que quedó de la comida de ayer.
Si usara tacones no podría avanzar tan rápido para tomar la micro en la esquina. El chiquillo pesa mucho.
Una vez en la guardería explica que el niño ya llevaba un golpe en su bracito. Que ella se lo hizo sin querer cuando estaba por rodarse en la cama.
Lo deja y corre hacia otro transporte. Lleva buen tiempo pero no desea que se haga tarde.
Transcurre el día cosiendo, arreglando cierres, pedaleando el motor. Escuchando los rumores de muchas chicas de su alrededor, queriendo saber cómo es que hoy llegó diferente a otros días.
No hace más que pensar en ése chico, la invitó hoy a pasear.
Mientras ella ya hace en su mente una pequeña historia de amor.
Suspira, también tiene derecho a emocionarse cuando alguien le silba por la calle.
La jornada termina y corre a los baños. Se retoca el maquillaje y mira a la esquina. Un globo rojo dice "Tu me gustas" y sonríe...
Sabe que eso no puede durar mucho porque el muchacho es menor que ella, ni siquiera tiene un trabajo fijo en la tortillería. Pero quiere pasar éste día acompañada.
Caminan hacia el parque, se platican algunas cosas. Ella trata de no perder la compostura aunque él la abraza y la besa mucho. La invita a un pequeño bar donde la rocola ameniza el ambiente.
Dos cervezas y ella ya carcajea, baila y lo abraza.
Se desean mutuamente un feliz día del amor, él la lleva a un motel.
Los besos y abrazos, las caricias y los suspiros surgen como si fuera la única vez que fuera posible decirlos y duermen exhaustos y abrazados.

Es hora de recoger al niño y ella se levanta de súbito. Se despide y va a su cotidiano destino.
Sólo espera que ésta vez no quede embarazada y pueda disfrutar un poco de lo que pocas veces el destino le ofrece.

13 febrero 2006

A un día.

Ahora que estamos casi en el umbral del "Día de San Valentín", vamos a darnos un vigorizante recordatorio de lo que es una amistad.
Seguramente lo habrás leído en algún e-mail.

"Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestros caminos.Algunas recorren el trayecto a nuestro lado, viendo pasar mucha lunas, pero otras apenas las vemos entre un paso y el otro.
A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.Tal vez, cada hoja de un árbol caracteriza a uno de nuestros amigos.
Los primeros que nacen del brote son nuestros amigos papá y mamá, que nos muestran lo que es la vida.
Después vienen los "amigos hermanos", con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros.Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.
Además, el destino nos presenta a otros amigos, que no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino.A muchos de ellos los denominamos "amigos del alma", del corazón.
Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace felices. Y a veces, uno de esos amigos del alma "estalla" en nuestro corazón, y pasa a convertirse en un "amigo enamorado".
Eso da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.

Por otra parte, también existen aquellos amigos "por un tiempo"; quizás por unas vacaciones o unos días o unas horas.
Ellos suelen colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca.
Y hablando de cerca, no podemos olvidar a "amigos distantes", a aquellos que están el la punta de las ramas y que, cuando el viento sopla, siempre aparecen entre una hoja y otra.
Nuestras hojas, varias nacerán en otro verano y otras permanecerán muchas estaciones.Pero la que nos deja mas felices es aquella que cayeron, que continúan cerca "alimentándonos" con su amistad.
Son recuerdos de esos momentos maravillosos, cuando se cruzan en nuestro camino.

Tú, blogger amigo y amiga:
Te deseo, hoja de mi árbol: PAZ, AMOR, SALUD, porque cada Persona que pasa por nuestra vida es "UNICA" y siempre deja un poco de SI y Se lleva un poco de nosotros.
Tal vez haya quienes se llevaran mucho, pero no habrá ni una sola persona que no deje "ALGO".
Esta es la MAYOR responsabilidad de nuestra VIDA....y para prueba evidente de que "LAS ALMAS NUNCA SE ENCUENTRAN POR CASUALIDAD."

10 febrero 2006

¡Buen día!

Hoy no hace tanto frío como otros de la semana. Quizá sea porque todo parece un poco diferente cuando el humor va bien.
En el jardín las hojas secas hacen ruiditos cada vez que camino sobre ellas, de chica amaba saltar y tronarlas. Casi puede verse una alfombra sutil.
Hay pajarillos que tengo que hacer que vuelen o los piso a mi paso. Buscan ansiosamente alguna masita o cosita por comer. Eso sí, abuzados no se dejan agarrar. En los árboles cerca del teatro donde está el jardín hay unos pájaros negros, como urracas. Brillan de tan negras que están, siempre me saluda una en el mismo lugar. ¿Sabrá que soy la misma de todas las mañanas?.
Finalmente aparece el edificio de oficinas.

- ¡Buenos días señorita!, que tenga bonito su trabajo.
- Gracias Vic, tú también. (Vic es un señor ya grande que se encarga de la limpieza de todo el edificio, todos los días lo invito al comedor a tomarse un cafecín, por lo menos para que aguante el transcurso de su larga jornada). Humilde, un dinero extra por lavar autos le ayuda a mantener a su esposa y a una hija. Orgulloso me mostró el 2 de febrero las calificaciones de la niña. Va en primaria y lleva promedio excelente.

Camino y sonrío. Entro al hall donde el Oficial me recibe de forma amable y respetuosa.
- ¡Ya es viernes Dra. Kleine!, póngase contenta-
- ¡cierto!, bueno lo estaré, lo prometo. (Oficial X. Su larga jornada comienza de pié ante el frío manejando tráfico de entrada al edificio. Guardia de noche y de día. Existen otros dos oficiales haciendo la misma labor. Mantiene a sus dos hijos y esposa).
Sigo sonriendo, el oficial desde que me ve llegar presiona de antemano el botón del elevador para que una vez que esté yo enfrente sólo lo espere. Buen detalle.

Entro al elevador y digo buenos días pero hay silencio espectal, hay dos chicas mirándose, creo que algo les llama la atención en mis zapatos porque no dejan de mirar.
Piso siguiente entra un hombre alto, ejecutivo, bien vestido.
- Con permiso- Y da la espalda presionando el botón del último piso.

Llego a mi piso, salgo y deseo buen día. No me espero a que respondan, imagino están aún dormidos.

Llego a la oficina, ya hay tres personas. Una no saluda, la otra sólo mira quien entró, otro simplemente levanta la mano.

Qué diferencia entre el trato con gente que es Humana y con la que es Robótica.
Sólo espero jamás perder las ganas de desear un buen día aún cuando no sé a qué individuo se lo esté diciendo.

Queridos bloggeros que tengan un buen viernes y delicioso fin de semana.
Sea humanos, cálidos y amables y no se olviden de sonreír.

09 febrero 2006

Todo por curiosa.

Las cosas que suceden en el día a día son tan diferentes y tan claras que a veces, con las tantas cosas que tenemos en la cabeza no nos damos cuenta.

Hoy venía en el metro, de esos días en los que vas con los ojos cerrados planeando qué hacer para que todo salga en orden sin complicaciones ni compañeros quisquillosos.
Que las cuentas de la caja chica, que el problema de sistemas y quienes no desean pagar más por servicios, que la atención a Clientes no se da puntualmente, blablabla...
Así en el trayecto, sintiendo que gente sube y gente baja.
De pronto, una especie de llanto disimulado.
No me inmuté ya que a esas horas el frío es tan tenebroso que a más de tres se nos afloja la nariz y comenzamos a "moquear".
Seguía el sollozo, leve, tranquilo. Mi curiosidad fue recreando en la mente las muchas ocasiones en las que me he encontrado a chicas con una rosa en la mano deshojándola, otras con dolor, tapándose de verguenza -¿una relación terminada quizá?-, asumí que era algo relacionado a ello.
Las ocasiones en que me ha tocado llorar a mí entre la multitud me daba pena al principio, sin embargo el tiempo me curó de ello y después salían mis lágrimas sin pena ni gloria.
Abrí los ojos con disimulo y miré que era un chico, poco menos de los 11 años. Su mamá venía a un lado, le acariciabala cabeza rapada. El chico traía un uniforme militar, de esos que en el colegio militar mexicano sólo tiene un color distintivo: el verde. En su mano izquierda llevaba la gorra del uniforme y en la otra una dona que iba comiendo sin ganas, despacio. Los bigotes de azúcar se limpiaban con las lágrimas que le pasaban junto y su mamá en voz muy bajita sólo atinaba a decir: "Luisito, es por tu bien, no hagas eso... te prometo que será todo bueno para ti..."
Ouch... sentí que el alma se me encogía. No era difícil darse cuenta que en la maleta que cargaba su mamá iban las poquitas pertenencias del chiquillo. Iban al internado militar.
Me recordó cierta etapa en la vida, de las más duras para mí, en las que no tenía otra opción más que dejar ami hijo en un lugar donde sólo lo podía ver los sábados y los domingos. Entendí el dolor del chico, entendí el corte del distanciamiento que se da entre una madre que siempre ha estado ahí y el chico que no tiene más heroína a quien mirar más que a su mamá... y que ésta se portara ruín alejándolo era crueldad natural... como si un águila abandonara a sus polluelos enmedio de tanto buitre.
Entendí su sollozo al sentir que es difícil para un niño de corta edad poner distancia de por medio, saltar de un nido acogido a un lugar frío y solemne. Habrá risas y distracciones sólo cuando se indiquen, habrá tiempos libres con todo y castigos si eso lo amerita.
Me partió el alma ver cómo le acariciaba la mejilla a su mamá con su nariz. Apenas alcanzable para ella...y ... les confieso que del fondo de mi corazón desee que esa mamá no lo permitiera. El cuadro era muy duro pará mí. ¡dioses! eso me pasa por echar a volar mi imaginación.
Quizá la mamá trabajaba, quizá era disfuncional y había algo rescatable en ella. Quizá es lo mejor para el bienestar de él, sólo ella sabía lo que ya había ocurrido en su corazón antes de todo ésto -qué se yo-.
Sólo desee con todo el interior del alma que dejara de gemir por el dolor que me transmitía. ¡Dioses, ando muy sensible con lo que veo!.
Al bajar en la estación militar el chico sabía que estaba por cruzar el umbral. Abrazó a su mamá y dió el tiro de gracia en mí : "Mami, si me dan ganas de hablarte te voy a hacer cartas para que las puedas leer, para que te lleguen a la casa y sientas que estoy ahí".

Caminé. La multitud me llevaba.

No pensé en un tema hoy... sólo en el destino que a veces hace que los niños se hagan hombres de la noche a la mañana.

Suspiré, me concentré nuevamente en la frivolidad de mis labores y me senté a escribir.

Que tengan un bonito día.

08 febrero 2006

Ultimas noticias del Legado

¿Recuerdan a Christopher Paolini?

Sí, ese chico que a sus 15 años decidió inventar un mundo de dragones, elfos y enanos con un gran libro llamado Eragon:

Un chico descubre un huevo, al principio desconoce su procedencia, parece un diamante azul. Al paso del tiempo y tras muchos eventos misteriosos el huevo se rompe, naciendo de éste una dragona: Saphira.

El chico crea un vínculo muy especial con la dragona mientras que en el reino de Algaësia
comienza a temerse lo peor debido a que el auto nombrado rey Galbatorix está dispuesto a destruir a todo aquel jinete de dragón que sepa exista en su reino así como apoderarse de todo aquello que le dé poder y magia.

Bueno, he de contarles brevemente que Eragón me dejó literalmente enganchada con la historia que se va dando, aunque en el final uno siempre quiere saber más, resulta muy inesperado; ahora que he andado de curiosa por las librerías, me he topado con la agradable sorpresa de que ha salido la segunda parte de la Trilogía El Legado.

El libro se llama Eldest.

Igual de grueso que Eragon, Paolini continúa la saga en Eldest de Saphira y su jinete.

Es recomendado básicamente, para todos aquellos amantes de los mundos mágicos de tiempos remotos. Ahora que está en boga todo lo referente a lugares y seres fantasiosos, se puede recurrir una vez más a la historia que, tenazmente va narrando Christopher.
Apto para adolescentes o adultos que frecuenten leyendas elfas y palabras mágicas.

El primer libro tiene una portada en morado, mostrando el perfil de un dragón, de la editorial Rocaeditorial, en éste segundo libro la portada cambia a rojo impresionando el dragón visto de frente. Con un costo que va desde los $250.00 a $300.00 pesos mexicanos.

En el Distrito Federal podemos encontrarlos de primicia en Librerías Gandhi y La Casa del Libro. Aún no lo tienen registrado en otras librerías.

Por si los siete libros de Narnia no les son suficientes, ya tienen otra buena opción para leer.
Espero y lo disfruten.

07 febrero 2006

Petición

Cuando ya me haya ido amor,
búscame en el horizonte,
búscame en el ténue ocaso
y me encontrarás con el lucero.
No te canses, no me olvides,
sólo... búscame.
Piensa en aquel arroyo,
búscame el el agua fresca
siéntela cerca tuyo
y sentirás mis labios,
mis besos
cuál fruta tierna y fresca.
No estés triste, no llores,
solo recuerdame.
Recuerdame en la sonrisa de un niño
en la inocente brisa
que se transforma en vendabal.
Recuerdame en las flores,
en la fuente de agua viva,
en el vuelo de una ave,
en la luz de un candil encendido.
Cierra los ojos y escucha tu corazón
él, te abrirá el cofre de los recuerdos,
él, me traerá de vuelta a tí,
él, te recordará que te amé,
te amo y te amaré.
Cuando me haya ido amor,
no mueras conmigo,
vive por mi y por ti,
hónrame así.
Nunca olvides que estoy contigo,
tomándote de la mano,
aunque solo la sientas como una brisa
besándote y acariciándote
aunque no lo creas.
Cuando me haya ido amor,
no desesperes, no llores,
búscame en tu corazón
y allí me encontrarás
solo para ti, eternamente.
*Pensamientos breves del Tantra y compuestos por Dra. Kleine.

03 febrero 2006

Relaciones interpersonales

Vivir en la gran ciudad representa vivir con los ojos muy abiertos. Cazar o ser cazado en un sentido de lucha y competencia es algo que se vive en el día a día. El núcleo familiar en constante movimiento hace que todos tengan un rol dentro de sí.
Negocios, dinero, astucia, rapidez, solvencia, inteligencia... todo eso que ayuda a que uno pueda bien vivir.

Aún recuerdo cuando niña, que mi única díficil desición era la de ponerme zapatitos o andar descalza por el pasto del campo.
Todos los días el despertar de un gallo era lo que decía -según mi mamá- el aviso a todos para ponerse a trabajar. Luego entonces, entre semana, mis dos hermanos y yo, con mucho trabajo, tendíamos nuestras camas. Carrereados por el tiempo, mamá nos apuraba a desayunar y prepararnos para ir a la escuela.
Esa escuelita estaba a dos cuadras de la casa.
Allá en Rancho Alegre, donde me tocó vivir, nuestra casa era la última en sentido estrictamente literal de todo el pueblo. La escuela quedaba antes.
Dos cuadras eran en sentido figurado grandes parcelas donde se sembraba maíz y hierbas.
En el camino, cuando era temporada de flor lila (una especie de margarita con tallos muy anchos de color lila, muchos le llaman amapola), adoraba agarrar cada tallo de esa flor, ponerla en circulito entre mis dedos y tronarla. ¡Plop!, el eco sonaba a travéz de las milpas.

Mis hermanos eran más audaces y correteaban a los abejorros. A mi hermano Luis le picó uno en el párpado del ojo: Era muy divertido ver que apenas y podía abrir el ojo. En la escuela le decían Frankestein.

Una vez que salíamos de la escuela, teníamos la disciplina estricta de hacer la tarea de inmediato, para que no se nos olvidaran las instrucciones. Antes de comer la mesa se llenaba de cuadernos, lápices de colores y basura de sacapunta.

Cuando Papá llegaba toda la mesa ya estaba transformada. Mantel, platos, servilletas y cubiertos. En aquel tiempo la televisión no formaba parte de nuestras vidas de manera imperante. Sólo la veíamos por la noche para ver "El Chavo del 8".
Así que en la mesa todo era platicar de experiencias que en el día a todos y cada uno de nosotros nos ocurrían.
Recuerdo alguna vez que mi papá nos contó que trabajando, en el momento de hacer un corte de cabello, al señor que le iba a hacer el corte le bajó de la frente un piojo y el señor, de la pena, optó por decirle a mi papá que "se lo habían pasado". Tal fue la cara de incredulidad que habrá puesto mi papá que aquel señor pidió que se le hiciera un corte " a rodilla", es decir "a coco". Rapado completamente para que no quedara huella de aquel incidente. El señor era el presidente municipal de Rancho Alegre.
Así en la sobre mesa cada uno contaba historias y experiencias que nos ayudaban a reflexionar sobre lo que sucedía.
Papá ha sido uno de mis grandes maestros, de literatura, historia, civismo, pintura y artes. A él le debo gran parte del amor que le tengo a los libros.

Ayer que salía del camino de la oficina, al pasar por la casa de algún vecino, vislumbré la sala, la televisión era el centro de atención. El papá sentado en el gran sillón, dos niños sentados en la alfombra y la mamá limpiando la mesa. Sin percatarse que desde su ventana todos podíamos ver hasta el canal que veía fué cuando me vino ése flashback de mi infancia. Haciéndome reflexionar sobre la importancia que tiene las relaciones interpersonales. Sean familiares, sociales o laborales, ¿qué tanto se podrán platicar de padres a hijos?, qué enseñanza podrán transmitirle los padres de experiencias pasadas?, ¿Sólo se habla de sucesos en fiestas?.

La televisión hoy por hoy está llegando a ser un hijo más de las familias donde el padre la da a Luz , los hijos la alimentan y la madre es la que se encarga de cuidarla durante el transcurso del día. Ya en un nomento determinado a la Televisión le tocará la tarea de reunirlos y de llenarles la cabeza de mil eventos que suceden en la vida.

¿Qué tan importante puede llegar a ser o cuales pueden ser las desventajas de depender de ella?

02 febrero 2006

Spaghetti

El desmadre estaba preparado. Juan y Alberto pasarían por nosotras a eso de las ocho de la noche. Ya nosotros en bola les enseñaríamos en donde vive “la Güera�. Andaban bien emocionados por invitarla a una de nuestras competencias de dominó.

Mamá me encargó mucho su pinche tupper y con tal de que me ayudara a preparar el chingo de spaghetti pues tuve que escuchar su letanía de que no se le fuera a perder. Lety resultó más avispa y compró la pizza en lugar de hacerla. Carlos y Alberto llevarían la botana y Juan pues, al poner su casa no cooperó en nada.

Todos los viernes hacemos lo mismo. La afición por el dominó es chida y de vez en cuando generamos nuestras buenas competencias contra otros chicos. Los premios nos dan categoría. Hasta el profe de historia nos ha visto en juego y se sorprende de todo.
La Güera es una chava que acaba de entrar éste año. Viene de la Capital y siempre nos habla del gran mundo de cosas que allá hay, nos emociona mucho su manera de ver las cosas, por eso la invitamos a la casa.
Juan dice que tiene bonitos ojos, yo le digo que parece un palo vestido –flaca y de ojos azules- dice el Juan : todos los hombres las prefieren rubias- naaaa, ¡jaladas de juan!.

Ya íbamos retrasados y ella fue la que nos llamó por celular, se notaba ansiosa. Gran sorpresa cuando la vimos afuera de su casa. Hacía frío y la vieja ésta con una blusita bien escotada... mmmta... ¿Con eso ganará el dominó?. Traía dos bolsas pesadas, había comprado tequila.
-¿Y eso pa que?- Dijo Susy con unos ojos gigantescos
- ¡Ay! No comiences Susana, es para ponernos “a tono�- , cuando escucharon eso los chicos sólo optamos por mirarnos unos a otros. – ¿A poco ustedes no toman?- nos dijo con tono burlón.
- Yo rompope cuando es Navidad- dijo Paco y le segundó Juan. Yo preferí no decir nada. Sabía del Tequila porque mi papá tiene uno guardado en la gaveta que tiene mucho tiempo y sólo lo abre cuando viene su compadre.
Llegamos y La Güera dispuso de vasos para abrir la botella. Parecía como si tuviera mucha sed. Todos alrededor de la mesa comenzamos a explicarle cómo tenía que jugar y cómo podía hacer las cuentas del dominó. Paco era el experto, le comentamos.
- ¿Y qué?, le van a hacer cara de pato al tequila o le van a entrar... –dijo en tono retador- Alberto, en pose de conocedor nos convenció de que al menos un vasito nos lo fuéramos pasando todos. Así, ibamos tomando a sorbos el tequila. La pizza y el spaghetti quedaron a un lado.

Fue la escena más graciosa que le he visto a Susy y Lety... su cara se transformaba en gestos estúpidos. Juan más sereno se lo pasaba rápido. Paco y Alberto comenzaron a gritar al estilo de las películas mexicanas: ¡Aaaaaaajúa!
¿Yo?, yo hice lo que el compadre de mi papá hacía: tomaba una pizca de sal en la palma de la mano y con la otra le daba el trago.
¡Aghhh! Cómo puede gustarle eso a la gente de la Gran ciudad... quema la garganta.
La Güera me dijo que me faltaba el limón para darle sabor... ¿¿SABOR??, ¡el limón es más agrio que su cara!
Los minutos pasaron hasta que el alcohol se introdujo en nuestras venas... De pronto nos brotaban cosas graciosas, muchas risas babosas.

La Güera se paró y puso música.
Paco y Alberto la miraban y ya ni se concentraban en el juego. Susy comenzó a hablar como española... arrastraba las palabras y Lety se paró a bailar solita, un oso bailaba igual que ella, jejeje.
De pronto Juan cogió el spaghetti – ¿Han visto la película de Disney de los perros que se comen el spaghetti con el hocico?- dijo, y de repente, comió un largo espaguetti que La Güera comió también.
De pronto Susy y Carlos que comienzan a ladrar –¡que onda bola de locos, coman spaguetti!- decía la Guera.
Todos estabamos muertos de risa y nos acercamos al tupper de mi madre a comer como animales... aunque llenos de salsa roja. - ¡Estabamos ebrios!-
–¡A ver quien encuentra el final de un spaghetti!- alguien dijo y todos comenzamos a comer, comer, comer... las caras se llenaron de salsa y pasta.
Juan se encontró con la boca de Susy, la Güera con la de Paco, Carlos con la de Lety, yo con la de Alberto...
La Güera echó spaghetti a Juan y comenzó a acariciar a Susy, Paco se unió, Lety no paraba de reír sin dejar de desabrocharse la blusa...
El spaghetti se confundió con nuestros cuerpos, me abrazaba La Güera, después Paco, Carlos besaba a Lety y escuchaba que Susy gemía de la manera más excitante que yo nunca había oído.
Ya tenía la salsa en mis caderas que limpiaba Juan... mientras La Güera se me acercaba besándome los senos y miraba que Susy tocaba todo de Lety quien le llevaba la mano a otras partes...
El spaghetti lucía tan enredado como nuestros cuerpos.
Sucumbimos a la emoción compartida de todos. No recuerdo más.


Cuando despertamos por el ruido de un auto... ¡oh! luz por todas partes. Estábamos tendidos en el piso, desnudos, llenos de cosa roja.
Me dolía la cabeza.

El juego de dominó más intenso que tuve en mi vida jamás lo volví a repetir, al menos no con mis mejores amigos.
La Güera nos enseñó que hay otros juegos más allá de los que uno convencionalmente practica. Aunque eso significó el perder la inocencia de ganadores y perdedores.

01 febrero 2006

Sorpresa



Yo entré despacito, casi en puntitas...
El ni siquiera notó mi presencia.
Simplemente miraba todo lo que yo había hecho de tarea.
Ahí me quedé, creyendo que la sorprendida era yo, pero no. No sabía que yo estaba atrás. Mirar su espalda, su cabello rizo y bien cortito, ese respirar tan propio que tiene cuando hace un gesto de una mala acentuación hacían que contuviera el aliento para seguir cada uno de sus movimientos.

Sentado todo derechito da la apariencia de un buen soldado del regimiento.
Casi hubiera podido hasta escuchar sus pensamientos si en el patio no estuvieran unos en descanso platicando y otros gritando y rebotando la pelota.

El olor de su cabello, de su piel, de su aura... todo lo percibí.

Finalmente me atreví... fue sutil, fue un relámpago, fue algo que ni yo misma pensé que saliera así desde que lo miré solito desde la ventana.

Un piquetito leve de costillas lo hizo brincar más alto que un gato hacia el techo, un súbito abrir y cerrar de ojos, vió que era yo y al momento de que abriera sus labios para decirme no sé qué yo los cerré con los míos...

Y se hizo un silencio...

Un pequeño graaaan silencio en aquel salón...