05 julio 2013

Culpable

¿Cómo poder dar un suspiro al viento en secreto, si es el mismo viento quien se encarga de llevártelo hasta el roce de tu piel?

04 diciembre 2012

‎"Allá por el bosque la Navidad caía,duendes y hadas con magia y alegres danzas a los árboles celebraban, yo miraba escondidita de entre las rocas y aún con el frío de la oscura noche,ganas de cantar me daban"

25 septiembre 2012

" Un gato en el tejado era astuto observador de las aves que posaban del techo en mi alcoba. Tal vez relamido, tal vez silencioso, tal vez quieto como la nube que navegaba sobre él.
Y yo miraba sus movimientos imitando su astucia de observadora"

13 septiembre 2012

"Ya agarraste, por tu cuenta, las parrandas..."
Dictaba la canciòn y el choque de cristales, el ruido al fondo y muchas sonrisas unìan al coro de tal entonaciòn. 
Y solamente en aquèl rincòn, alguien celebraba para sì.
"...Dònde, dònde andaràs?..."

15 mayo 2011

Vista al alma

Hey tù!
Asòmate a mi ventana,
èsta del corazòn.
Creeràs que es un sueño,
y no lo serà.
Es una foto real,
de lo que tiene impregnada mi alma:
Mèxico, D.F.
No lo cambio por nada!



04 mayo 2011

El muchacho

El era todo lo que uno pudiera asociar a la palabra solitario, aunado a su carácter antisocial pocos se atrevían realmente a iniciar una charla que durara más allá de dos o tres diálogos escuetos.
Su sentir era, por el contrario, parte de algo que vivía día a día como un constante renacer; Yo hubiera podido describirlo como un bosque plagado de laberintos donde él sabía cómo caminar y hacia dónde dirigirse.
Mantenía una estructura, casi perfecta tanto en lo que sentía, como en lo que imaginaba, tanto que en muchas ocasiones no hubiera dudado que se perdía el límite de uno con el otro.
¿Cómo me dí cuenta?
Como su sicòloga, uno puede accesar a rincones en los que no todos podrìamos permanecer para saber de lo que uno padece, de ser asì ningùn ser humano confiarìa en otro por notar esos "oscuros matices" que salen pocas veces como banderolas delineadoras.
Constantemente huìa de su realidad para marchar entre desangres de venas a otra, una donde al parecer un placer diferente al que conocemos, lo transportaba a la dimensiòn en la que El se sentìa còmodo.
Y fue en uno de esos eventos en los que sencillamente dejè de ver con el cerebro para observar con el corazòn.
Esa tarde cantaba, algo murmurante, poco conocido, pero de una tonada tal que invadìa todo su ser. No se sentìa observado en la habitaciòn donde se le habìa colocado. El ni siquiera se inmutaba por ello...
Y comenzò su ritual, hablando de manera cariñosa, sutil, tierna, como en pocos pacientes he visto.
El me decìa que no era imposible ver un àngel y que su àngel era una mujer.
Ya de noche no es fàcil que el mèdico de guardia atienda a dos o tres pacientes en estados crìticos, asì que me dediquè a estar sentada en su camastro viendo sus movimientos y lo que me explicaba...
Me invitò a fisurarme ligeramente la muñeca, cosa que neguè por supuesto, y el, en su ya avanzado delirio, pedìa que lo hiciera simbòlicamente o de lo contrario no podrìa tener compañìa, su propia compañìa.
¿Un amigo imaginario, acaso?
Tras muchas insistencias y por seguir en su trance fingì un corte delgado y en ese momento mis ojos comenzaron a percibir colores diversos y la mùsica en aumento. 
Ahora sì entendìa sus letras, sus ritmos, su pegajosa cadencia...
No me explicaba lo que sucedìa pero salirme de ahì serìa un acto desastroso para que El volviera a confiar en mi.
Habìa tenues colores rosas, morados, lilas y un movimiento de viento tan suave que era imperceptible de no ser porque mis cabellos lo denotaban a momentos.
Ahì apareciò de repente la mujer... su mujer... su compañìa...
Brillaba con tonos azules, no lucìa angelical, muy terrenal con ojos profundos donde sòlo se miraba un arcoiris dibujado.
Lo saludò, lo abrazò y el sonriò. Se dirigiò a mi con una sola mirada para volverse a El.
No entendìa su lenguaje, pero sus expresiones eran totalmente enamoradas....
Hablaba yo, caminaba hacia ella y nada de poder tocarla...
¿quien era esa mujer? 
¿porquè y donde la conociò?
¿Es cierto que lo hace felìz?
Su rostro sòlo era para Èl, sus caricias y besos sencillamente se perseguìan por todo su rostro...
Y yo congelada, sin moverme, sin terror...
Sabìa que bailaban una danza prohibida donde El tenìa una felicidad completa en pocos tiempos.
¿còmo es que aparece y se va asì de la nada?
....
Una señal y el lloraba...
Otra señal y èl rogaba: No te vayas, otro rato!, Otro màs!
Y yo quieta... 
Un movimiento de ojos hacia èl, hacia la puerta y volver a verles y No habìa màs de esa mujer.
Todo volvìa a ser claro, con los grises de una clìnica.
Y El... Lloraba.
Me invadìa su tristeza pero tambièn me invadìa ahora la razòn.


Aquel Muchacho amaba a la muerte.
Y ella, a sorbos, venìa y le quitaba la vida a cada invocaciòn suya...
Y yo, a sabiendas de ello... ¿què consuelo podrìa darle?