¿Quièn le teme a la palabra Blog? Dientes filosos no tiene, pero sabe defenderse. Vuela como Dragòn y se alimenta como los girasoles, tierno al encanto de soñar. Su sexo es indistinto pero habla con cualquiera. !!Puerta de Cristal, abre tus mirillas!!
31 enero 2006
Sex in the city
Holanda es uno de los paÃses en donde el sexo es una enseñanza, educación y forma de vida tan natural que simplemente es caso de ferias y concursos, mostrados al mundo, es donde nos podemos dar cuenta el cómo conciben “canalizarâ€� algo nacido desde que el hombre existe.
Ya en Estados Unidos desde los históricos tiempos del “Playboy� y “Caballero� se mostraba el ansia por mostrar lo que a otros simplemente escandalizaba... y aún asà ¡se ganaban miles de dólares!
¿Por qué no, ahora en México?
Justamente hace esa pregunta Alberto Kibrit, quien lo mira desde un punto de vista empresarial.
Kibrit es un chico que anhelaba ser polÃtico en Huixquilucan, Estado de México; en los tiempos de escoger una buena carrera.
Sin embargo, por viajes constantes al extranjero, a los prematuros 20 años comienza, por una mera casualidad -por emprender un negocio y por llevar en la sangre el sentido empresarial de su padre- a interesarse en todo movimiento que generan las Exposiciones de sexo frecuentes en Estados Unidos.
“Si se pueden hacer allá pensemos en traer algo a éste paÃsâ€�; en su mente ya rondaba la idea de una frase: “Sex Capitalâ€�.
DifÃcil caso para una sociedad en la que la doble moral está latente, encontró muchas trabas y nadie creÃa en él por obvias razones.
Su visión comienza con una inversión de 10,000 dólares en folletos, publicidad y búsqueda ardua de participantes y organiza la primera Expo Sexo y Entretenimiento en el 2004 en el Palacio de los Deportes. Ocupando un espacio de 4.500 metros cuadrados logró atraer alrededor de 80,000 personas. Fue una experiencia exitosa que decidió repetir al año siguiente utilizando la capacidad máxima del sitio (17,000 metros cuadrados) y una entrada de 100,000 personas. En las Vegas es cinco veces menos la asistencia a la Expo Anual del lugar. Por morbo o curiosidad el eventro trascendió.
Era hora ya de pensar en “Sex Capital�.
El préstamo quedó liquidado quedando un saldo de 20 millones de pesos a su favor.
La decisión estaba tomada:
La creación de un centro comercial donde los adultos pudieran ver una pelÃcula erótica hasta en tercera dimensión, comprarse ropa de enfermeras, colegialas, de piel y Sado, visitar una vasta área de cabinas, ir a librerÃas especializadas, entrar a un Table Dance o sección de Strippers a partir de las dos de la tarde... quizá adoptar un piercing o sugestivo tatuaje; ¿más entretenido? si al salir de los juegos de destreza con premios muy ad hoc se antoja comer algo se tiene el espacio de comida, habrá que dirigirse a la sección suestiva de Fast Food, donde la especialidad es “la panochetaâ€� y, para el punto final, un toque ilustrativo del museo interactivo en la parte más alta del establecimiento.
Sex Capital abarca ahora mucho de la industria comercial: Desde lencerÃa, pasando por videos y espectáculos hasta organización de eventos para despedidas de solteros y solteras. Se encuentra ubicado en el Centro Histórico del Distrito Federal, entre las calles de 16 de Septiembre y Venustiano Carranza.
La entrada, similar a los demás edificios, tiene una larga bandera con el nombre del lugar, el primer piso aún se encuentra con locales vacÃos y uno que otro es de accesorios para computadora pero ya, en el segundo piso, justo en las escaleras eléctricas podemos ver una extrema y numerosa vigilancia con personal de seguridad que no permite el acceso a menores de edad.
La Sex Shop Erótika y El Armario abierto son de los locales mayormente visitados. El lugar es, sin duda, confiable, en cualquier hora del dÃa, aunque a partir de las tres de la tarde, en fin de semana, el cinema con tres salas comienza a vender boletos y hay que hacer cola para entrar. A un lado de ello se encuentra un pequeño pero agradable bar de bebidas de nombres colosales, si se desea hacer tiempo y, en el tercer piso tenemos la disco, pequeño lugar para bailar, escuchar música de moda, asomarse por los escaparates y divertirse un poco.
Hay bastantes cabinas de video.
Chicos y chicas dando espectáculos y todo ello en dos pisos de discreto placer.
El juego que comenzó para Kibrit como algo utópico ahora se puede apreciar de una forma abierta, comercial y ¿por que no? Entretenida.
Asà que si desean visitar algún dÃa entre semana Sex Capital les sugiero ir con un poco de curiosidad y algo más pues... algo se puede antojar.
30 enero 2006
No necesitas responder
Cada vez que te digo Te Quiero,
Ni tampoco agradecer
Que sólo tu seas mi deseo.
No necesitas responder
Cuando mi mirada penetra en ti,
Tu corazón sabrá entender
Todo eso que te quiero decir.
No necesitas responder
Cada beso que mando al aire,
Deja que flote en tu haber
Jugando, aunque se fije nadie.
No necesitas responder
Cuando plasme mi mirada en ti,
Pues te quiero todo absorber
Y recordarte detalle a detalle.
El amor existe también
Cuando se encuentra callado,
Basta con que te diga Te Quiero
Y dejarme estar a tu lado.
*La noticia buena del viernes:
Bien dicen que después de la tempestad viene la calma.
27 enero 2006
¿Fin de semana?
Un sonido estruendoso que me despierta con la punta de los cabellos erizados... gritos, gente asomada a las ventanas... yo entre dormida y despierta corro, cojo el celular por cualquier emergencia y me asomo. No se ve nada y a dos cuadras de distancia se vislumbra fuego... Oh, Oh...
Diez minutos y bomberos salidos de Procter&Gamble. Maravillosa empresa vecina.
Salen muchos de los edificios, por las azoteas gente parada... vuelvo a mi cama... mi mente divaga. La gente en el estacionamiento le grita a los oficiales preguntando qué ha pasado.
- ¡Un tanque de gas, ya lo controlaron los bomberos!
- ¡Dioses!... y yo dormidita. (hoy estarÃa en el cielo).
7:38 a.m.
Llamada telefónica a la oficina... ¡chispas! y yo con la boca llena.
Un compañero de trabajo tuvo un percance con su esposa... llegará tarde.
7:45 a.m.
Llamada telefónica de nuevo... Ya terminé jejeje
El Sr. Contador tiene problemas con su auto, falla mecánica, llega más tarde.
7:47 a.m.
Justo cuando cuelgo, llama el Gran Jefe Pluma Dorada, llanta ponchada, vuelo perdido, agencia Volvo cerrada... oh, oh.. ¿quien va por él? Chano y Juano tuvieron percances antes... ¡Dioses!, neurita ayuda... piensa... piensa... ¡Llamemos a fulanito!... nextel apagado grrr... ¡Sutanito! buzón de voz (?=)&$%#"/) ...
8:01 a.m.
Llega un individuo a la oficina, se le dan los generales y se manda al batallón.
8:05 a.m.
Aún no hay contacto con el resto, dejo mensajes a diestra y siniestra. Abro correo electrónico y hay preguntas y asuntos.
-Dio-ses- ¡TREGUA!! ¡¡aún no comienza el dÃa!!
8:15 a.m.
Oh, Oh, olvidé postear...
¡El diablo anda suelto!
26 enero 2006
Ansias
Me levanté, realmente el pensar en ti antes de apagar el despertador, fué lo que me dió el empuje para quitarme de la cama.
El baño fue especial, pensando en los olores y cantando tu canción favorita, me daban la sensación de que faltaba poco para volverte a ver.
Café y donas son lo que desayuno si tengo buen humor pues te burlas si me dejo bigotes de azúcar en los labios.
Ya quiero que el tiempo pase.
Las horas en la oficina las dejo que pasen de inmediato.
Comer me resulta adivinatorio, un dÃa lechuga, al otro el platillo que tu y yo comemos en tiempo de flojera. Es divertido que me des de comer a cucharadita lenta.
Ser caballeroso hace de ti una personita muy especial.
Si me concentro en lo arduo del papeleo sabré que en cuanto mire el reloj mi corazón comenzará a latir cada vez más fuerte.
Salgo del tocador, un último retoque.
Me llamas al celular. Ya me esperas abajo.
Muero por verte, muero por abrazarte, muero por un beso de encuentro que me diga cuánto me has extrañado.
De reojo miro tu perfil, abres la puerta muy gentil.
Si, estoy enamorada de ti.
25 enero 2006
Despertar
No sé en qué momento me perdÃ, sé que reà demasiado, no imagino lo que ella hubiera podido pensar, sin embargo también sé que fui un lobo... me perteneció.
24 enero 2006
Mi verdad
primero te cuento el ambiente... mmm... quedamos de vernos en una casita que tenemos amueblada (en donde se supone vivirÃa mi hermano con su esposa mientras conseguÃan casa, pero esa es otra historia :P).
Todo empezó asÃ, en una ocasión lleve a L. ahà para ver una pelÃcula, estuvimos acostados en la cama pero normal, todo tranqui, yo estaba acostado y ella sentada (t digo q es algo tÃmida), terminó la pelÃcula y comenzamos a platicar, yo le dije q se acostara y lo hizo pero un poco alejadita... tons la jalé hacia mà un poquito para que quedara a mi altura y seguimos platicando y pues ya sabes, estabamos cerca y la besé de repente...
me respondió el beso... ¡q´chido!... se hizo mas intenso, largo...
no sé como pero terminé sobre ella y la comence a acariciar, le saque la blusa y yo me quité la camisa pero quedamos en jeans los 2, al principio ella no hacÃa nada mas q sentirme y seguirme los besos pero bueno el cuerpo tiene reacciones -jeje- asà q me empece a rozar con ella poco a poco... es linda la inche L. y yo... mmm... pues más emocionado, pero siempre sobre los jeans...
le besaba los senos, mordÃa sus pezones y pues llegó un momento en q desabroché sus jeans y meti mi mano para acariciarla...
Como ya estaba el triple de caliente, me desabrochó el pantalón y buscó mi mano y me llevó con la suya...
y pues asi estuvimos hasta acabar. Hasta ahi llegamos esa vez pq yo sabia q era virgen y la sentÃa bien nerviosona...
Ya despues de eso, nos volvimos a ver como a la semana, llegamos a la casa, ella estaba vestida de jeans con una blusita naranja pegadita, su cabello agarrado, el mismo nerviosismo pq no nos habiamos visto desde la vez q habia pasado lo otro. Nos sentamos en la cama y comenzamos a comentar de un libro q tenia yo ahi, la vdd tenia muchas ganas de estar con ella y creo q fui un poco obvio pq apague la luz de donde esta la cama y deje sólo prendida la del pasillo, asi q la luz q entraba a la habitacion realmente era poca, seguiamos platicando y mientras ella hablaba la bese, me correspondio y me fué acostando con besos en la cama asi sin dejar q yo metiera las manos, estuvimos asi un buen rato hasta q comence a acariciarla x debajo de su blusa, no estaba alocado la vdd, todo se dio despacio, le saque su blusa y su bra, nuevamente quedamos en jeans, primero estuve besandole la oreja, sus labios, su cuello, me fui bajando hasta sus senos (me gusta mucho besarlos -jeje-), le mordÃa sus pezones despacio... pasaba mi mano sobre una de sus piernas muy lento...
La vdd me estaba dando mucho por hacer... me desabrochó los jeans y me los fue bajando, nomás la besaba mientras me acariciaba contra ella hasta q me fui prendiendo mas, al principio estaba tratando de controlarme (aunq no lo creas) y solo dejar q fueran besos, caricias, etc, sin la penetracion pero la vdd me prendà un chingo -jeje- y pues ya me movia con poquito de mas intensidad sobre ella, tenÃamos ropa interior los 2 pero me acariciaba contra ella... ¡y que se quita todo guey! metió mis dedos para sentir su humedad y luego ya sin nada q estorbara la acomode bien en la cama, la besaba, acariciaba su cuerpo, me bajaba a sus senos... ella se fue soltando, me acariciaba la espalda, pasaba sus dedos sobre mi pelo y pues ahi fue cuando comence a entrar en ella muy despacio pq ya me habia dicho q estaba muy nerviosa y le daba miedo... fui entrando poco a poco hasta q entrara completo...
(hace calor ehhhhh -jeje-) me fui moviendo mas dentro de ella, no tan fuerte pq me decia q le dolia un poquillo, ¡me pedÃa más la canija! la cargué y camine hacia la orilla de la cama y ahi me sente con ella sobre mÃ, con mi mano lo tome y lo acomode en ella para q entrara de nuevo... (turururu me estoy concentrando para mantener el control -jaja-), ya despues ella se fue moviendo junto conmigo un poco mas rápido... me jadeaba cerca de mi boca... jugaba con su lengua... me pedia... estaba como desesperada... entraba con fuerza y asi hasta q senti q acabe dentro de ella.. me quedo quieto y la bese, ya luego me acoste a un lado de ella, la abrace, le besaba la frente pq ella no decia nada, no se si x pena o q pero estaba callada y le temblaban mucho sus piernas- jeje-, pero ya despues se abrazo conmigo y asi estuvimos un rato acariciandonos, dandonos besillos y pues llego la hora de despedirse...
Ahora eso de que te dice q yo fui el que la violó y la llevó a la fuerza a la casita se me hace mal plan... si, la embaracé, se me fue... pero tras de mà vinieron otros más.
La neta no sé si yo sea el papá de lo que espera.
23 enero 2006
Ausencia no querida
Mi vida se desmorona,
Y sé que no lo entiendes,
Por que tú tienes una vida.
Cada vez que te despides,
Queda un hueco en esta casa,
Mi cuerpo siente que le haces falta
Y mis brazos extrañan tu ausencia.
Todo el tiempo que paso a tu lado,
Cronos apura los minutos,
Es egoÃsta, no deja lentitud alguna,
Y tu mirada me pasma
Deseándote más sin duda.
Cada vez que tu mano dice adiós,
Partes mi alma en dos
Y se hace enorme mi habitación
No soporto ese momento.
Pido que la próxima vez
Que tenga tu mano en mi tez,
Se congele el instante
Y lo use para cuando partas de nuevo.
AsÃ, si hay vacÃo cuando partas,
Evoque tu sonrisa
Y sacÃe mis ansias,
Al pensarte y bien recordarte.
Y cuando se me acaben las imágenes,
20 enero 2006
Una extraña ilusión II
Al despertar me percaté de mi sudor y de que la ventaba estaba cerrada.
Por la tarde, tratando de buscar alguna explicación a lo de anoche, recorrà ése risco sintiendo la brisa del mar golpeteándome... y la voz de nuevo... esa voz...
Al mirar al fondo sólo podÃa ver pececillos en abundancia como la primera vez que no me sentà solo. Me armé de valor y bajé corriendo hacia la roca. Un abrupto movimiento hacÃa sumergirse un gran cuerpo, una gran cola, un gran pez...o...una... sirena.
Por movimientos rápidos sólo logré retener por instantes el grosor de su áspera piel escamada, escapándose por los movimientos y dejando asomar todo un cuerpo azul-escamoso.
-¡Detente!- grité, ¿quien te crees tú que me puedes despertar con pesadillas?, no oses asustarme de nuevo o lo lamentarás...y arrojé una roca pequeña con furia, al grado de que, sin medir consecuencias ésta me fue regresada. PalidecÃ.
- Sé que sufres, sé que el amor duele...también sé que cuando pasa se olvida y todo queda preparado para algo nuevo. No deseaba asustarte... lo siento...- platicaba la voz-viento, mientras mi mirada buscaba alguna explicación válida.
- ¿quién eres?, ¿porqué te escondes? ¡anda!, me has visto llorar, hablar solo, gritar y bailotear alguna que otra vez, ¿no crees justo que al menos te puedas mostrar?
- si me muestro podrÃa ser grande tu impresión, pero no deseo ser conocida en tu mundo como raro espécimen, ni siquiera deseaba que tú me rehuyeras.- la voz sonaba calmada y poco a poco se percibÃa más cerca cuando la vÃ.
Muchos hubieran querido encontrar un cuerpo de mujer mezclado con escamas, pero ésto no tenÃa comparación. La voz era bella, el cuerpo no, entre tritón, anguila y seres acuáticos me mostró todo su ser que no provocó en mà más alla que una tranquilidad inmediata.
Hablamos por horas, quizá por dÃas, quizá por años. Siempre recuerdo su figura en la orilla de aquellos peñascos donde su vida la contaba junto con la mÃa.
En su mundo, era un ser tranquilo de vida centuriana, platicaba haber conocido a grandes marineros, grandes héroes que nosotros ya no vimos mas que en fotos y, ahÃ, fue cuando nuestra amistad se volvió sólida entre humano y especie y entre amistad infranqueable que nos permitió conocer la capacidad de analizar el porqué de la vida.
Me contó que su mundo se terminaba pronto, que los quÃmicos y todo lo que el hombre hacÃa por conquistar más allá de sus tierras estaba matando a su gente.
Le conté que nuestro clima estaba afectado por aquello que inventaban, ovacionaban y proclamaban como mejor.
Supo de los horrores de las guerras por todo cuando me describió, habÃa encontrado en el fondo del mar.
Era triste, dos seres que platicaban del gran amor al mundo sin poder sanarle siquiera una herida, haciendo alguna que otra vez un gesto de no contaminar y sembrar árboles.
Pasados los años, le perdà el contacto. Ya no era fácil que subiera a superficie por los contÃnuos movimientos turÃsticos del lugar. De vez en cuando, por las noches, me murmuraba su voz que tratara de ayudar a la tierra, que no la dejara morir.
Ahora que soy viejo, que mi vida llegó a su final y veo que ha cambiado el risco, mi piel y éste planeta, me quedo pensando en lo mucho que hemos cambiado todo esto y en lo que pueda deparar a todos los de nuestra generación.
Aquella voz me indicaba luchar y hacer vivir un poco más a las plantas, la tierra, el mar, los seres y no sólo lamentar el fallido amor por una mujer que no valÃa una pequeña lágrima.
Pasado el tiempo lo superé y tomé su ejemplo de cuidar al mundo un poco y lo hice durante mil campañas y premios por tratar de preservarla.
Hoy, paso la estafeta a quien de verdad desée hacerlo sin nombre o tÃtulo, bajo el sentir de que podemos cuidarla sin necesidad de que alguien tenga que indicar el cómo o por donde.
Por el amor a una mujer podemos mover montañas y crear grandes fantasÃas, podemos hacer que una ilusión sea fuerte...
Una extraña ilusión por querer que alguien vuelva a formar parte de nosotros nuevamente:
¿porqué no hacer algo por el amor a un planeta?
Fin.
19 enero 2006
Animos Juevecinos
Hoy llegó mi jefe temprano... grrr... no pude ni siquiera iniciar la historia que tengo pendiente.
¡Ah! pero les dejo ésta pequeña reflexión de la Escuela Tántrica SivaÃta. Si, quizá es lo mismo de siempre, pero no hay que olvidar que éstas pueden ser vitaminitas para el cerebro. Habrá que programarnos positivamente. ¿De acuerdo?
ALCANZA TU SUEÑO
Sé firme en tus actitudes y
perseverante en tu ideal.
Pero sé paciente, no pretendiendo
que todo te llegue de inmediato.
Haz tiempo para todo, y todo
lo que es tuyo, vendrá a tus manos
en el momento oportuno.
Aprende a esperar el momento exacto
para recibir los beneficios que reclamas.
Espera con paciencia a que maduren los frutos
para poder apreciar debidamente su dulzura.
No seas esclavo del pasadoy los recuerdos tristes.
No revuelvas una herida que está cicatrizada.
No rememores dolores y sufrimientos antiguos.
¡Lo que pasó, pasó!
De ahora en adelante procura construir
una vida nueva, dirigida hacia lo alto
y camina hacia delante, sin mirar hacia atrás.
Haz como el sol que nace cada dÃa,
sin acordarse de la noche que pasó.
Sólo contempla la meta
y no veas que tan difÃcil es alcanzarla.
No te detengas en lo malo que has hecho;
camina en lo bueno que puedes hacer.
No te culpes por lo que hiciste,
más bien decÃdete a cambiar.
No trates que otros cambien;
sé tú el responsable de tu propia vida
y trata de cambiar tú.
Deja que el amor te toque
y no te defiendas de él.
Vive cada dÃa, aprovecha el pasado para bien
y deja que el futuro llegue a su tiempo.
No sufras por lo que viene,
recuerda que"cada dÃa tiene su propio afán".
Busca a alguien con quien compartir
tus luchas hacia la libertad;
una persona que te entienda,
te apoye y te acompañe en ella.
Si tu felicidad y tu vida
dependen de otra persona,
despréndete de ella y ámala,
sin pedirle nada a cambio.
Aprende a mirarte con amor y respeto,
piensa en ti como en algo precioso.
Desparrama en todas partes
la alegrÃa que hay dentro de ti.
Que tu alegrÃa sea contagiosa
y viva para expulsar la tristeza
de todos los que te rodean.
La alegrÃa es un rayo de luz
que debe permanecer siempre encendido,
iluminando todos nuestros actos
y sirviendo de guÃa a todos
los que se acercan a nosotros.
Si en tu interior hay luz y dejas abiertas
las ventanas de tu alma,
por medio de la alegrÃa, todos los que pasan
por la calle en tinieblas,serán iluminados por tu luz.
Trabajo es sinónimo de nobleza.
No desprecies el trabajo
que te toca realizar en la vida.
El trabajo ennoblece a aquellos
que lo realizan con entusiasmo y amor.
No existen trabajos humildes.
Sólo se distinguen por ser
bien o mal realizados.
Da valor a tu trabajo,
cumpliéndolo con amor y cariño
y asà te valorarás a ti mismo.
Dios nos ha creado para realizar un sueño.
Vivamos por él, intentemos alcanzarlo.
Pongamos la vida en ello y
si nos damos cuenta que no podemos,
quizás entonces necesitemos hacer
un alto en el camino y experimentar
un cambio radical en nuestras vidas.
AsÃ, con otro aspecto, con otras posibilidades
y con la gracia de Dios, lo haremos.
No te des por vencido,
piensa que si Dios te ha dado la vida,
es porque sabe que tú puedes con ella.
El éxito en la vida no se mide
por lo que has logrado,
sino por los obstáculos que has tenido
que enfrentar en el camino.
Tú y sólo tú escoges la maneraen que vas a afectar el corazón de otros
y esas decisiones son de lo que se trata la vida.
"Que este dÃa sea el mejor de tu vida
para alcanzar tus sueños".
18 enero 2006
Hábitos extraños o extraño los hábitos
¡Extra, extra!
Por casualidades del destino ésta semana fuà elegida por la traviesa Mari Carmen para hacer una especie de mirada hacia dentro de uno mismo...
En realidad es auto ventanear unos cuantos hábitos que tengamos de manera diferente pero por mucho que traté de buscar algo "extraño" nomás no pude ver cosa rara.
Le prometà hacerlo hoy asà que aquà voy:
De acuerdo a opiniones de Periko y Angelito de la Guarda, ahà les van éstos que han detectado en mi. (¿será que mi vida es rara?).
1.- Todas las noches, abro una bolsa de cacahuates o me dirijo a la sala donde hay una garrafa de cristal llena de ellos y me como de menos 500 gms. Es un antojo terrible que no puedo dejar de hacer cada vez que me voy a dormir. Sin olvidar que los miércoles me como mis esquites con sabor ricozón...yammmi.
2.- Desayuno sin falta alguna con el Loko (perikito australiano que me regalaron alguna vez, era machito y ahora me salen conque es hembra -un gay vive en casa, ¡vive la liberté!-). Cuando oye que me despierto insiste en que le quite el trapo blanco con que lo tapo: es su pijama. Salta de un lado a otro mientras mira cómo caliento el cafecÃn en la cafetera. La jaula está en la mesa de la cocineta y el se arrima al vapor que sale de ella. Cuando me he terminado de arreglar lo limpio y le abro la jaula. Sale sólo a la orilla y come de lo mismo que yo coma. Pan, tortilla, manzana, naranja, tamal, yogurt.
El dÃa que no lo hago me siento extraña.
3.- Tengo unas campanillas a la entrada de la casa, le cuelgan pequeños delfines azules y al centro están esas barritas que dan soniditos tranquilizantes. Si salgo las hago sonar, si llego a casa las hago sonar. Según el Feng-Shui matan los bahuas (bawas) o malas cosas que hay en casa, la verdad lo hago para avisarle a mis plantas, Loko, sala, recámaras, comedor, cocina y baño que ya llegué. Como siempre lo hago Periko también lo hace jeje.
4.- Tengo té de toda clase, sabor y color. Mi afición más tremenda es tomar té a cualquier hora del dÃa. Sea frÃo o caliente, seco o en las rocas. Mientras escribo el blog el té "de regla" es moras silvestres aunque mi favorito es manzana a la canela, hay dos cajas de ellos en mi oficina. Sin té no hay inspiración de blog. Hoy tomo de anis porque me duele la pancilla un poco. I-ne-vi-ta-ble hábito.
5.- Bañarme dos veces al dÃa no sé si sea extraño, quizá el ponerme siempre, siempre aretes, de lo contrario me siento desnuda, o tal vez salir siempre al último cuando llego a la estación final del metro. Uno final: cuando menos se lo espera quien está conmigo, mira hacia todos lados porque siempre me salen ruidos extraños que pueden ser de aves, animales de la selva, ruidos extraños u ojitos de bolita. Eso es impredecible pero siempre salen al dÃa. -Presto mi voz para el Hotline o doblajes especiales- ¡La paga por mensajes grabados a las empresas es bueno!
Ya, basta de intimidades.
¡ te toca!
17 enero 2006
Una extraña ilusión I
Al ser joven uno quiere comerse el mundo a mordidas y mis intentos fallidos de salir de aquella villa no se habÃan podido concretar tan sólo por la cuestión de estudios. Amaba las ciencias exactas y entre el colegio y mis amigos todo era común hasta el dÃa que yo conocà a una linda chica, venida del norte del paÃs. Con un acento tÃpico de allá podÃa encontrar que hasta su cabello rizado y rubio tenÃa ese toque que el mar tiene cuando está en calma.
Creo que me enamoré, como muchos de mis compañeros y la competencia se volvió empedernida mientras mi corazón se rompÃa en mil pedazos al ser rechazado en el intento.
Caà en esas depresiones en las que solamente tu soledad te ayuda y me refugié a orillas de los pequeños riscos que daban a la zona más abandonada de un arrecife.
Ahà descubrà que los atardeceres eran espectaculares y entendà a los vientos cuando soplaban del mar adentro. Juguetear con piedritas se volvÃa himnótico si el mar se hallaba en calma porque podÃa ver claramente cómo los peces, venidos de uno o dos metros de profundidad, merodeaban en búsqueda de comida, como sabiendo que yo les podrÃa proporcionar un festÃn.
Ese ambiente que se tornaba melódico me daba una especie de calma extraña. De vez en vez, mi miraba volteaba en un instante hacia atrás o hacia los mismos lados de los peñascos. Yo me sentÃa observado, pero trataba de no hacer mucho caso.
Mi imaginación volaba tremendamente pensando que algún dÃa, la chica de los cabellos rubios llegarÃa hacia mÃ, se sentarÃa a mi lado y tendrÃamos las charlas más lindas y entusiastas que cualquiera pudiera desear y escuchar, mas no era asÃ, aunque continuaba sintiendo esa sensación de no estar del todo solo.
Una de esas tardes, en las que el corazón tiene tristeza de todo, me fui a refugiar al mismo lugar. No podÃa resistir la presión y lloré, en calma, pausado. Sin temor a que mis lágrimas se mezclaran entre la sal y el burbujeo del mar.
Fué ahà cuando el viento creà que me hablaba, me murmuraba...
Al principio no pude contenerme, gemÃa y secaba mi dolor con el suéter viejo que la abuela me regaló en un cumpleaños, después, limpiaba mis ojos como queriendo vislumbrar de dónde venÃa la musicalidad del sonido, pero era indescifrable...
- no llores... no te lastimes por dentro...-
Eso juraba escuchar cuando volvÃa en llanto y el mar se tornaba quieto... quizá la naturaleza me calmaba o quizá deseaba sentirme abrazado por alguien, pero lo que yo escuchaba era indescriptible. Detuve mi llanto.
En el pequeño estanque que se formaba a mis pies se llenó de momento de unos peces coloridos que nunca, ni en mis mejores clases de biologÃa, habÃa descubierto...
y ahÃ... por rapidez de la vista, chocó mi sorpresa con uno grande, indescriptible, de escamas azules o verdes... movido con rapidez, se ocultó en la gran roca frente a mi. Hubiera jurado que de ahà venÃa la voz.
Opté por retirarme, estaba tan suceptible que hasta los peces hubiera querido que me abrazaran, pero no me agradaba sentir un cuerpo escamoso y contarlo a mis amigos.
Esa noche, por mi ventana abierta, escuché mi nombre:
- ¿has dejado ya de llorar?, has dejado que tus lágrimas compartan tu dolor con el mÃo... desearÃa conocerte.
- ¡patrañas!- me dije, el corazón roto por una muchacha cualquiera sà que hace que uno se vuelva loco.
Me acomodé en la cama y tuve un sueño muy extraño.
continuará...
16 enero 2006
Mi primer propósito del 2006
Muchas personas mayores le daban al chico un peso o dos y éste argumentaba ser el coordinador de dicho lugar. La historia iba en que él juntaba con mucho sacrificio, durante todo el dÃa, monedas para esos chicos y chicas para darles algo de esperanza y comida.
Cuando comenzó a recoger los volantes yo le pregunté si me podÃa quedar con la propaganda y el chico me comentó que era preferible la cooperación, aunque como todas las personas le seguÃan con la mirada hice un gesto de que me quedarÃa con el papelito.
Uno de mis propósitos de año nuevo que me propuse cumplir a lo largo de todo el año fue la de apoyar a personas indigentes.
Ahà tenÃa la oportunidad dispuesta a la prueba de mi palabra.
No aporté ni un peso al chico aquel, mi idea era donar la ropa que Periko ya no utilizaba; después de todo creció tremendamente y tenÃa mucha ropa en buen estado que ya no utilizaba y que, en éstos tiempos de frÃo, en verdad podÃa ser de ayuda a otros en lugar de permanecer en el cajón.
AsÃ, el sábado por la mañana me di a la tarea de juntar lo que bien podÃa ser útil y emprendà la aventura a la Avenida de Marina Nacional No.100.
Yo les confieso que temÃa no encontrar la dirección y más, que cayera en engaños tÃpicos de ésta ciudad.
Con la ayuda de un maravilloso Angelito de la Guarda llegué al lugar.
De zaguán negro y paredones azules se nombraba la entrada como “Casa Hogar ADULAM�.
Ahà estaba un chico que bajaba colchones y cobijas de una camioneta que ya se retiraba...
¡Uy! Y yo con una bolsa pequeña, Dioses...
Me acerqué y como aún conservaba el folleto, le comenté todo desde el inicio. Viendo dicho folleto me miró intrigado preguntando más sobre aquel que pedÃa dinero en los transportes.
Rodrigo, voluntario y coordinador de ADULAM, negó rotundamente que ése chico, que pedÃa dinero en los transportes, fuera parte de la Asociación y peor, que la propaganda que yo le mostré en copia fotostática no era la original. Ellos portan credenciales y folletos hechos en imprenta, acto seguido me preguntó si me podÃa “canjearâ€� esa copia por una original que ellos manejan.
Dicha institución no pide dinero de esa forma, la aportación puede ser en especie, por depósito bancario, con recibo deducible o por medio de una aportación mensual, adoptando a uno de los chicos con el programa “Hermano mayorâ€� en el cual, uno puede invitarlo al cine o a cualquier lugar un dÃa de descanso.
Claro que agradeció los juguetes y la ropa, pero sà que noté indignación de su parte al darse cuenta que la gente estaba siendo timada por uno que se aprovechaba de instituciones existentes y serias obrando en su nombre... el estómago me dio un vuelco.
Uno de los chicos, de más o menos 7 años miraba y jugueteaba con el sillón inflable que yo cargaba mientras platicaba con Rodrigo.
- Le miré su cara inocente, esperanzada... lindo niño que no sabe qué será de su futuro... le ofrecà el inflable y muy educado me dio las gracias.
Mi corazón sonó a cristal roto y mi mente volaba, se cuestionaba y al mismo tiempo emitÃa un gesto de enojo, impotencia... ¡qué se yo!
¿Cómo es posible que exista gente que se aproveche de la más mÃnima circunstancia para estirar la mano, pedir dinero a nombre de otros y echarse encima lo que uno espera que llegue a manos de esos chicos?.
Muy agradecidos me despidieron y al subir al auto del Angelito de la Guarda me desinflé.
Lloré entre rabietas maldiciendo lo inhumanos que podemos llegar a ser con tal de sacar una moneda.
Por situaciones como ésta la gente buena pierde el deseo de ayudar, de aportar o de que nazca de corazón una buena ayuda.
En fin, tuve tantos sentimientos tan encontrados que cuando ya estaba lejos del lugar limpié mi rostro, sonreà al recordar la sonrisa del pequeño y me prometà no perder la fé con lo que yo siguiera haciendo, me dije en mis interiores: “Promesa, no por esto has de flaquear... seguirás latente en todo el 2006 pero de manera más directa�.
Ningún pillo se sale con la suya al final de cuentas, ¡eso lo sé!
Dejo aquà éstos datos para aquellos que comparten mi fé:
Lugar de Refugio ADULAM Casa Hogar
Marina Nacional No. 100 Col. Anáhuac.
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Y compra de artesanÃas, CD´s y café.
13 enero 2006
Mi baño
El espejo me platica, quizá me conciente de verme desnuda. Pocas veces tengo el valor de dejarme ver por completo. Se muestran mis formas al contraste del vapor que ya sale, el paso por mis manos, sobre todo mi frente, hace que los pezones tomen su consistencia rÃgida... me estremezco.
Ya está lista el agua... la pruebo con un pie, es delicia palpable para un descanso exquisito. Regadera y tina son la mejor combinación para un cuerpo delicado.
Mis pensamientos se mojan al mismo ritmo que lo hacen con mis cabellos, ducharme la cara es permitir que las gotas toquen paso a paso cada parte de mi piel. Ese golpeteo, ese sentir, esa sensación de frescura contagia mis ánimos.
Tengo al jabón por presa y hago que deleite el sublime vejo de su ser sobre mi. Permito que me cubra toda de momento, permito que explore las zonas que no tocan una ropa.
Mi cuerpo se sienta, poco a poco me voy sumergiendo en las aguas transparentes y tibias. Comienza el calor y mis poros se abren al paso de los olores en perfume combinados con mi piel.
Es mi mano la que empieza, son mis ojos los que se cierran, son mis sentidos los que se dejan tocar por todo. Respiro y escucho el latir sensible de mi corazón, sé que desearÃa probar lo acuoso que hay aquà afuera.
Sigue la exploración de mi mano, redescubriendo sentires, tocando emociones, dejando que la carne se crispe como cuando algo le ha sorprendido de súbito. Y se detiene...
AhÃ, justo donde todo se junta con el universo, donde se hace comunión con la vida, donde se permite que la locura aparezca y truene de luces y fuegos artificiales. Ahà se detiene y juguetea... juguetea y emociona, a un ritmo cadencioso, travieso, curioso.
Me dejo llevar por lo que ella quiera, me dejo tocar por donde ella desea, será mi amante sorpresa para darme placer y me excito.
Conocer mis formas, mis toques, mis terrenos exquisitos es lo que más le entusiasma a ella, requiere de tacto, de paciencia, sensibilidad mientras mi respiración aumenta, y encanta, y se llena en gemidos salidos del baño.
Es delicia contemplada, cronometrada, son tiempos marcados a ritmo de técnica que saben a miel, que saben a sexo, que me vuelven loca.
Y grito...
Y me excito...
Y las aguas se mueven al ritmo de mi cadera...
Lo deseo... lo quiero... lo necesito...y clamo por que me haga suya...
y...
y...
salen...
y salen los juegos eróticos de mis ensueños a cubrirme con telas sutiles, a dejarme empañada en sudores... me cubre el éxtasis de los tiempos.
Vuelvo a mi calma, sonriente, amada, satisfecha, querida...
Un leve sueño me deja la toalla que seca cada parte de mÃ. He vivido mi locura y la he dejado en el agua que lentamente calla y se marcha arremolinada hacia no sé donde, la neblina del lugar permite mi fuga y despacio acarreo de las ropas quedadas.
Hoy mi cama espera que duerma mimosa y tranquila.
12 enero 2006
El demonio.
En el piso hay hierba y mis alas se entierran ahÃ.
Intento levantarme, posarme sobre el colchón, más en el techo abundan murciélagos y telarañas, de esas en las que uno cae atrapado y no se escapa salvo cuando se es cadáver.
Por la ventana se asoma el demonio, ese que tiene garras de oro. Le brillan sus dientes y babea con ansias... pide que se abra la ventana, rayando incesante el cristal que llena de humo.
Dan ganas de morir, dan ganas de vivir, hay temor de su posesión y me duelen los oÃdos al rechinar sus garras, formando surcos sangrientos hasta en las paredes.
Intento volar y me pesa el alma, intento hablar y sólo emito chillidos, de ésos que se escuchan cuando un pajarillo ha sido herido.
La lámpara ha sido devorada por la planta carnÃvora y no hay remedio de que me agarre de la cabecera de madera, se pudre de gusanos y de olores desconocidos.
La blancura de mis alas ha sido manchada, mi cuerpo comienza a llenarse de estigmas y duele la piel a cada gota de sangre que sale.
Sólo un ligero halo de luz sale de lo oscuro del baño que débilmente me toca el tobillo derecho, lo toco y me da fuerza y el demonio me mira espectante a lo que haga...
Abro el cristal y se viene contra mÃ...
Su cuerpo es frÃo, escamoso, pegajoso, me abraza y murmura en su ronca voz algo que es inentendible por mi.
Tras él, como fieles seguidores, llamas de fuego pequeñas le rodean, formando su corona de poder y de soberanÃa.
Lo acerco al rayo de luz, y emite un grito de ultratumba, quema, arde.
Su dolor me lo transmite por las garras que me entierra, me toma por los hombros, me mira lo profundo de mis ojos y descubro de qué color son los suyos.
Habla en mi idioma:
"Sólo estaba enamorado de ti, sólo deseaba que fueras mÃa por siempre, sólo querÃa tocarte por dentro y conocieras la parte que tu adorarÃas en mi".
Su cuerpo se desvanece, cae desbaratado al igual que sus llamas.
Se rompe el cristal y revienta las formas tenebrosas generando un remolino al centro de la cama.
Todo se va por ahÃ.
Yo quedo débil, exhausta, sin llanto.
El demonio no ha muerto, pero sé que no me lastimará jamás. Su recuerdo queda en mi mente en una fracción de algún lugar cerrado.
No miraré a la ventana con temor otra vez.
* Imagen tomada de Lobo y luna
11 enero 2006
De súbito
Sin problemas de horario, compartimos de las mejores hasta las peores situaciones laborales donde, por cualquier momento eramos camaradas al cubrirnos espalda y frente cuando se trataba de faldas.
Ella llegó a nuestro departamento, de talle delgado y proporciones muy finas se ajustaba a las miradas de cualquiera de nosotros al pasar. TenÃa esa gracia con que las mujeres se saben bellas y seguras. Era hermosa en verdad aunque muy seria en el trato.
Varias veces intentamos hacerla de ambiente invitándola a comer, con la pretensión de ver con cuál de los dos partirÃa más amistad, dejando entre ver el colmillo que nos colgaba para tratar de encajar al más mÃnimo descuido.
Era conocedora de hombres como yo. Con un educado NO bastaba para entender que no éramos lo que ella estaba buscando. Ser soltera la codiciaba aún más y hasta un alto ejecutivo no dejaba de insistir con detalles y cosas cursis, de esas que funcionan cuando ya no hay más por hacer.
Una mañana, por muy curioso que parezca, llegó detrás de mi, al momento en que preparaba mi café. Ni su perfume ni su cadencioso caminar me habÃan sacado de mis pensamientos hasta que me tocó la punta de mi hombro.
- ¡Hola licenciado!, ¿también preparando el café?- de súbito quedé pasmado, ella no era de diálogos absurdos y no paraba con nadie en el pasillo a menos que se tratase de algo estrictamente profesional.
- Si Licenciada, hace un poco de frÃo y se antoja tomar algo caliente, ¿no te parece?, pero déjame ofrecerte un café... deseas que lo prepare con una o dos cucharadas de azúcar... -le dije reaccionando a mi lentitud de atenciones.
- No tomo el café de la oficina, tiene algo que me causa problemas en el estómago, ¿has probado el café que está en ésta misma avenida?, ése sà que es espectacular.
- oh si, es muy especial, el dÃa que gustes podemos ir a probar, ¡cómo no! (jamás me paraba por ahÃ, el lugar era pequeño y solamente acudÃan a el personas que se sentaban en solitario a leer).
- Pues si dispones de tiempo podemos darnos unos 15 minutos y visitarlo... ¿qué dices?- No lo dudé, aunque deseaba ser el foco de atención de todo aquel para enseñar que era conmigo con quien salÃa.
Y asà lo hicimos. Dada la insistencia por saber de ella y que se negara en frecuentes ocasiones a no compartir nada me resultaba extraño que de momento tuviera tanta familiaridad conmigo.
No propinó ningún comentario personal, pero dirigió la plática a un entorno más comprometedor: El sexo.
Tomada de mi brazo no dejaba de acariciarme la espalda y la barbilla, diciendo que para ella esos temas eran en realidad los más excitantes de todos. Me desarmó y a pesar del frÃo ambos estábamos en una modalidad de excitación extraña, como si no hubiese necesidad de hablar tanto para llegar al punto.
Compramos el café y le hice señas de sentarnos, pero ella me jaló y me pidió continuar caminando, justo al lado contrario de la oficina. Yo no dejaba de sorprenderme, mirar a esa mujer de labios carnosos deseosa de algo más me hizo tomarla de su talle y recargarla en el callejón de la cuadra.
AhÃ, donde sólo los pordioseros duermen acurrucados entre periódicos, ella me tomó por el cuello y me besó, de forma ardiente, mordaz, presurosa. Una de sus manos colocó su café en la mÃa y sostuve ambos cafés como si estuviera atado de manos.
A ella la và leonesa, deseosa de un cuerpo que no habÃa tenido en años. El frÃo se estaba olvidando pero la respiración a cada paso sacaba bocanadas de humo caliente...
Abrió desesperada mi abrigo, bajó la bragueta y de inmediato hizo que todo quedara nublado en mÃ, mi sexo pedÃa por más y deseaba ser devorado en un instante, cosa que no demoró en cumplir. No imaginaba la sorpresa de momento, ni dejaba que yo fuera partÃcipe de la acción. Todo corrÃa por cuenta de ella... salvaje, sensual, arrogante y excitante dejé que mi falo fuera de ella hasta el momento de sucumbir.
Fue una experiencia deliciosa.
Ni siquiera solté los dos cafés cuando volvà en mÃ.
Al arreglarme noté su prisa...
- Dame mi café, debo ir a recoger unos documentos a unas cuadras de aquÃ. Te veo en la oficina... y salió del callejón como gato escurridizo dejándome perplejo.
- ¿Dónde te metiste Licenciado?, te he andado buscando por los departamentos, ¿sucede algo?-
- No me lo vas a creer... fuà por un café y ¿sabes quién propuso que tomáramos uno fuera de aqu�... No pude comentar más, me miró de forma tal que no dejó que terminara de hablar.
- Calla... no es posible... - y se llevaba las manos a la cabeza, mirando a su alrededor- No me digas que a tà también te pasó "lo del café" con... ella.
Asentà sorprendido...
- ¡Vaya!, de dos semanas a la fecha no hay momento en el que aproveche salir con alguien de la forma en que lo hizo contigo... yo... yo pasé también... es es-pec-ta-cu-lar pero amigo, no me parece normal.
Ambos callamos, nos dirigimos a nuestros lugares y jamás la volvimos a ver igual. De cierta forma el encanto se habÃa perdido lejos de resultar un juego que podrÃa volver a repetirse. Entre la fiesta que siempre nos dábamos nunca llegamos a compartir parejas y saber que ella habÃa sido partÃcipe de ambos nos dejaba partida la guardia.
DÃa a dÃa la cafetera era concurrida por cualquier cantidad de hombres, de momento se volvió insuficiente.
Mi amigo y yo nos reservamos los comentarios y no volvimos a intentar tomar café por lo menos ahÃ.
Dos meses después la chica desapareció...
"Problemas mentales" se dijo en recursos humanos. La chica enumeró a todos y cada uno de los que fueron frecuentes.
De manera extraña la chica nos olvidó y recordé lo que mi compañero siempre se encargaba de repetir cada vez que llegaba una chica nueva a la oficina.
10 enero 2006
¡Nos estamos encogiendo!
Caminamos por todas las calles donde habÃa gran cantidad de tiendas, salas elegantes, salas rústicas, salas estilo Luis XV. Mi querida amiga llevaba las medidas de lo mÃnimo que debÃa ocupar todo el conjunto de muebles.
Cada vez que le gustaba una, caÃa pronto en decepción, debido a que era ligeramente estorbosa al paso de la cocineta. Su medio baño estaba en el pasillo y salpicarÃa la parte de atrás del sillón.
Ahà fué cuando comencé a darme cuenta que las salas efectivamente eran pequeñas, pero la que requerÃa ella era un poco más pequeña que las habituales. La cama ni se diga, eché un vistazo al lugar y lo que para mà hubiera sido una cama individual, ya en los grandes almacenes la tienen por "matrimonial".
¡Dioses! Yo recuerdo de pequeña que cuando brincaba en la cama de mis tÃos podÃamos hacerlo cuatro chamacos a la vez y nadie se salÃa, ahora en el sillón grande sólo caben tres.
Las unidades habitacionales cada vez van siendo más pequeñas, sin oportunidad de dejar crecer un arbolito entre ellas.
¡No imagino vestirme frente a la ventana cuando tengo al vecino mirándome por las mañanas absorto en su café y en mi cuerpo somnoliento!
Creo que los reyes y condes se hubieran ahorrado demasiado si no hubieran necesitado de tantas recámaras y escaleras rimbombantes y en lugar de ello simplemente se concretaran a ser más...digamos...abstractos.
Claro, tomemos en cuenta que ahora somos más y no cabrÃa tanto castillo en una unidad de vivienda.
De ahà di un salto a la ropa... mmm... también pequeña. ¿Por moda?, ya no habrá más faldones largos ni blusas ochenteras supongo:
Calzoneras, corsés, medias y cubre ropas.
Y me atrevà a ir un poco más lejos. La memoria.
¡También se nos está encogiendo!
Todo lo que en mis buenos tiempos de prepa era a base de recordar sin necesidad de llevar un aparatito donde llevara toda mi "agenda" ahora debo temer si el dÃa de mañana se me pierde mi única "extensión neuronal": mi celular o una palm.
El mundo se hace pequeño, basta presionar un dedito y tenemos el control de muchas cosas tecnológicas. ¡Ay de aquel que nazca sin el pulgar y el Ãndice!... creo que esos se nos van a hacer largos como esos seres alienÃgenas. La cabeza se nos reducirá por el poco espacio que en sà se utiliza y el cuerpo quizá torne a empequeñecer pues ya tenemos utensilios que nos facilitan movernos de un lado a otro.
¡Mamá Pulpa!- me llené de espanto mientras mi amiga seguÃa como perico, hable y hable sobre el problema de su sala, mientras yo me quedaba sumida en una de ellas, mirando la etiqueta de importación que daba el colmo de mi pensamiento: "little houses for little people", uy, lejos de estar cómoda, me comenzaba a sentir Goliat.
Computadoras, juegos de video, ropa light, mini snacks, naves, el mundo...
Definitivamente nos estamos encogiendo...
sólo espero que un dÃa de éstos el corazón no llegue a sentirse como un frijolito en olla.
09 enero 2006
Cabo de Navidad.
Hoy culminaron las campanitas,
los regalos y el arbolito,
hoy guardé las lucecitas,
las cartas y hasta el Santa.
Hoy se queda hueco
ése lugar donde hubo fotos,
magia y deseos para el ego
que dan movimiento a cumplir.
Guardé abrazos, velitas e incienso,
pero dejé afuera lo que yo siento,
incluyo al buen frÃo intenso
que me acompañará en éste invierno.
El que se queda afuera es mi amor
por ti y la humanidad,
por las aves y los peces,
la vida que no tenga dolor.
Que mis deseos en éste año
no queden guardados en el árbol
que salgan y te abracen
y nos vaya como antaño.
Un beso a la mañana, a la tarde y al mes...
He guardado la Navidad pero no el deseo de felicidad.
06 enero 2006
Yi-kuh
Todos los bancos de peces buscaban al anochecer un refugio calientito donde nadie pudiera interrumpirles su letargo.
Y ahÃ, entre todos ellos estaba Yi-kuh, el pececillo dorado.
Amigable con todos y, por naturaleza curiosa, siempre le gustaba ir un poco más allá de donde se acostumbraba nadar, ello fue la causa de que fuera abducido por seres extraños que un dÃa se acercaron a la orilla de lugar.
Raras redes lo cogieron, movimientos bruscos lo abrumaron... un ambiente hostil y frÃo en todas sus escamas. -Salta, salta, salta- no lograba entender qué pasaba con todo su mundo y de repente ¡plup! miró a su alrededor...
Era extraño el lugar ciertamente. No habÃa algas de esas que gustaba masticar, el piso era colorido artificial y un burbujeo incesante en aquel rincón le provocaba mareo cada vez que se acercaba a él...
A su alrededor otros peces, ningún amigo conocido, todos con los mismos ojos expresivos de susto y consternación.
-¿Dónde estamos?- dijo alguien de forma triangular
- Es la hora de nuestra muerte, qué te importa si te come un pez grande, ven a pelear si deseas morir dignamente- arrebataba otro más que gallardamente lucÃa larga cola y aletas, bonito el animalito, pero agresivo en su totalidad.
De repente oscuridad total...
Asà pasaron largos dÃas en los que ni siquiera se podÃa comer algo. Un pez no tiene la vista poderosa, ni narÃz con qué rastrear, asà que la dieta fue para todos, esperando que todo cambiara en algún momento.
Yi-kuh simplemente buscó un rincón y de ahà no se movió hasta que la luz volvió al lugar.
Un torbellino despertaba aquella tranquilidad... gritos, auxilios, revolcadas, mareos, otra vez ese frÃo extraño en las escamas y... ¡plop!
Ahora el lugar semejaba algo parecido a donde vivÃa, peces familiares y... ¿ojos?... estaba siendo observado por esos seres mounstruosos que no dejaban de picar las paredes de manera rimbombante.
Rápidamente buscó un rincón donde pudiera percibir un poco mejor el lugar, aunque varios pecesillos le gritaban que tuviera calma.
El sentÃa una mirada... dos ojos enormes, extraños, una cara fea...
Asà fue como Yi-Kuh se metió entre una gran piedra y tropezó con Carmelita.
- Hola, no temas, estás en un acuario, es algo similar a nuestras casas aunque nunca será lo mismo. Bienvenido amiguito...
- mmjjj- Yi-kuh simplemente la miraba, asentÃa con la cabeza pero no emitÃa ruidillo alguno. DifÃcilmente podÃa entender lo que ella decÃa. Asà permaneció una hora más y Carmelita optó por nadar a su alrededor, ella estaba invadida de curiosidad y emoción.
- Aquel que está allá, de triangulito, se llama Simón, viene de un lugar donde hay cascadas, ese otro que besa la pared todo el tiempo ayuda a que nuestra pecera no se ensucie, de lo contrario, nadie nos podrÃa ver, es Maclovio. Ese otro pez largo, largo es Kalil, viene de un lugar que no recuerdo cual es... ¿y tú?... tus ojos son rasgaditos... ¿vienes del mundo subterráneo?
- no- dijo tÃmidamente- y tú ¿conoces a todos?
- oh si, yo soy de éste lugar, desde que era un huevecillo.
AsÃ, Yi-kuh conoció a Carmelita, la pecesilla mexicana. Con el tiempo conocerÃa al resto de los que habitaban la pecera aquella. Poco trato tendrÃa con Maclovio, siempre estaba entretenido chupando las paredes.
¿Qué fue lo que pasó después?
No lo sé...temo que se los contaré después, cuando esté al tanto de la situación porque de momento me tuve que venir a trabajar.
La pecerá se quedó en mi casa y Yi-kuh no hacÃa mas que mirarme sin decir nada más. Creo que con el tiempo se acostumbrará a mi cara.
05 enero 2006
Nuestra cárcel
Saqué algunas fotos que me dejaron satisfecha y me dirigà a abrir una carta de un amigo que vive en alguna lejanÃa de éste mundo. Al finalizar su larga narración me ha dejado un escrito como Post Data. Ello culminó mi noche llena de estrellas con una misión interna por cumplir.
Les dejo un pensamiento que me ha agradado, de un ser sencillo y extraordinariamente reconocido:
Un ser humano es parte del todo que llamamos universo.
Una parte limitada en el tiempo y en el espacio.
Tenemos la vivencia de nosotros mismos,
de nuestros pensamientos y sentimientos,
como algo separado del resto,
un tipo de ilusión óptica de nuestra conciencia.
Esta ilusión constituye una cárcel
que nos restringe en
nuestros deseos personales
y en los afectos hacia
muchas personas cercanas a nosotros.
Nuestra tarea debe consistir
en liberarnos de esta prisión
ampliando nuestro circulo
de comprensión y compasion,
y abarcar a todas las criaturas vivientes
en la totalidad de la naturaleza y su belleza.
04 enero 2006
Sólo en la gran ciudad...
Se les ha aparecido, en lugares diferentes, una especie de ángel salvador para ellas. Se siente un gran padrote. Con poses amaneradas, dando el toque chick les anuncia en su voz maricona.
-"Pagará bien aquel del que tanto han oÃdo hablar... les concederá muchas bendiciones caras, abrigos y pieles... allá, en el camino a Belén esquina con el periférico"
Una de ellas ha desafiado la urbanidad de calles donde vagos y viejas criticonas pasan envenenando el camino, toma un microbús que la llevará, a paso lento, cruzando grandes avenidas rotas y viejas, es alta, de gran escote, cabello pelirrojo, escandalosa con su chicle en la boca...
Otra, se atreve a cruzar por lugares donde la ley puede desconocerla y llevarla a la cárcel, se atreve a deambular, una moto y minifalda hacen de ella una corte espectacular aunque la peluca rubia no le ayuda mucho por el contraste del viento...
La última, morena toda ella, de cabellos lacios hasta la cintura, deja asomar su gran trasero compuesto de un pantalón bien ajustado donde revela el hilo dental. Se ayuda de grandes tacones para el camino que habrá de recorrer, el metro es de gran ayuda en su transporte.
Ellas llevan, cada una en sus grandes dotes, los tesoros que han de aplicar a aquel rey que les ha prometido glorias. Asà pues, emprenden la ruta con diversas travesuras.
Si se ofrece "un trabajito" en el camino, alguna de ellas lo tomará: -"un oral no le hace daño a nadie... ni siquiera descompone el maquillaje de la cara".
Va oscureciendo en la gran urbe, más que desierto es un gran mercado de frutos prohibidos ofrecidos a quien pueda llevarlos.
Hay luces en oficinas, en tiendas, en comercios, hay miradas furtivas siguiéndolas por medio de iropos sucios, con arte o picarescos:
- ¡mamaciiiita, chiquiita!
- ¡mira nomás qué carne y yo ando en ayunas!
- ¡quien fuera el piso para mirar para arriba!
Se saben bellas, se saben sabrosas, capaz de despertar grandes deseos a aquel que les encuentre aunque sus perfumes lleven mezcla de piraterÃa y frascos originales.
A tiempo las tres...
A tiempo les recibe un hombre que atiende al gran rey, parece un burro de todo lo que carga, encamina a las reinas... Un último retoque a los labios... una levantada y reafirmación de pechos, un acomode de calzón y peluca y todo estará en orden cuando se abra el elevador.
El penthouse en sus ojos, una señora del tamaño de una vaca y el mismo ser con poses delicadas que les anunciara, allá desde donde cada una venÃa, que debÃan acudir al rey. Su vestimenta blanca, casi de seda y su manita caÃda, le dan la bienvenida a la corte de mujeres.
Les hace pasar a una fina habitación, ya no hace falta taparse, ahà hace mucho calor.
- Adelante queridas... es todo suyo...
La puerta se cierra tras de sÃ, el resto ya es historia vieja.
03 enero 2006
Y cuando duermes...
02 enero 2006
2da Mañana de Enero
La calle es oscura, hace un poco de frÃo. Ningún auto en la mira. Todo en silencio. Se escuchan sólo mis pasos en la cuadra, en la calle, en el silencio. Un gato me mira y camina con disimulo. Ni las aves tienen ganas de salir a despedirme y les entiendo por el frÃo.
6:35 a.m.
Hay gente, poca por cierto, abrigos y bufandas. Miradas alegres, otras muy serias, unos leyendo y otros mirando. Todos en silencio esperando el nuevo dÃa a cumplir sus rutinas. Estoy sentada en el metro, dejándolo avanzar. PodrÃa decir que el dÃa comienza tranquilo.
7:10 a.m.
Una cafeterÃa da calor y olor. Los periódicos se asoman dando a la ciudad un nuevo rumor. Miro ejecutivos, barrenderos y albañiles, todos comienzan el nuevo dÃa y la nueva labor. Miro al cielo, hoy pinta azul, sigo caminando pisando hojitas secas y sintiendo el frÃo aún. Ya hay pajarillos en mi paso, vuelan pensando que les interrumpo su desayuno.
7:46 a.m.
Todo en silencio aún. Nuevos correos, nuevos mensajes, comienza actividad y corazón a latir.
Buenos deseos y todo en ritmo comienza a tomar la forma de un nuevo dÃa. Asoma el sol, me tomo un té. Miro a la ciudad despertar y vuelvo a mi e-mail sin noticias aún del mundo. Me dejo acariciar por la ventana de la oficina de mi jefe y me pierdo en las alturas mirando allá afuera.
8:00 a.m.
Un buenos dÃas y un buen año predican oficinistas, oficiales y empleados. Sigo con mi abrigo escuchando y mirando en el pasillo, hay besos y saludos. Hay galletas para todos, incluso para mÃ. Me encantarÃa compartirles las de chocolate y vainilla.
8:01 a.m.
Un buen dÃa comienza con la sonrisa y la música. Un buen dÃa me inspira a estrenar todo enero. Un buen dÃa se da de la manera en que tú lo quieras mirar.
Mando un abrazo y un beso y comienza mi labor.
En el parque se asoman dos niños y comienzan a jugar. Alejados de problemas, de la rutina y de los miedos simplemente rÃen y saltan gozando que los juegos sólo son para ellos.
Desde mi ventana les sonrÃo aunque ellos sepan que no existo y brindo con mi té.
Las luces de los edificios comienzan a encenderse.
Es hora de trabajar.
8:10 a.m.
Que tengan un buen inicio de semana.