Mi falsa confesiòn era sencilla: Me sentìa bien.
Sin problema alguno iba y venìa en el devenir de los dìas, sin remordimiento ni tiempo a pensar.
Bastò un instante, uno previo al mirarte, fugaz en mi mente para que todo se arremolinara.
Habìas entrado a mi alma de nuevo, batiendo papeles, esperanzas, falsas ideas de que tu imagen se habìa borrado de mi alma. Fuiste huracàn en mis sentidos internos y desacomodaste todo cuanto yo creìa, estaba en orden.
Me lastimaste -sè que lo sabìas- y aùn con todo dejaste tus sutiles disculpas para el dìa en el que yo añorara una segunda vuelta.
No lo hagas de nuevo, te lo pido. Compadece en algo el tiempo de luto que traigo en mi alma. Dèja que mi soledad sea el remedio que cicatrice lo que hoy sangra.
Quiero dejarte en mi recuerdo, en ese apartado donde todo es como un sueño, donde parecìas volar entre nubes que realmente ensalzaban el color de tus ojos dormilones. Permite que tu olor quede aspirando lo mejor de ti cuando retirabas tu brazo despuès de quedarte dormido en el viejo sillòn.
Deja recordarte, deja tenerte, tan sòlo en mi recuerdo, de una forma en la que pueda abrazarte a mi olvidando que mi presente es muy diferente.
Permite que ese rincòn sea mi refugio en tiempos de tormenta y olvida pararte màs frente a mis ojos.
La tortura es peor si pienso que fue otra alma la que llenò tus ojos, tu piel, tu aliento.
Mi agonìa mayor desde tu partida.
Por eso, dejame recordarte, sòlo tenerte al vapor. Invocarte en mis làgrimas nocturnas cuando pida a gritos necesitarte...
si es por ansiedad que te grito has oìdos sordos y mejorarè con el tiempo omitiendo mis pesares.
Mi falsa confesiòn era sencilla: Me sentìa Bien
Ahora, al mirarte en lejanìa no me culpes si vienen a mi mente los remolinos de miedo que todavìa padecerè al pensarte durante mis noches de invierno en plena primavera tuya.
Sè felìz.
2 comentarios:
Qué hermoso texto!!! Abrazos.
Mi adorado!
Tan lindo como siempre!
Un gustazo que os agrade!
Publicar un comentario