La niña me miraba con ojos de ingenuidad... aún buscaba ver en mi cara si estaba diciendo la verdad, no daba crédito y pregunta tras pregunta iban casi seguidas tras respuestas sencillas que daba a cualquiera...
...
-¿Y dices que si tienen alas? -sí, seguro, ¿no los has visto en el cielo?
- Nu... solo veo a los pajaritos cuando se van a parar en un arbolito, pero ángeles nunca en tooooda mi vida he visto alguno...-silencio- ¿No será que no quieren que yo los vea?
- Mmm si te portas bien siempre los podrás distinguir de entre la gente
- Pero cómo voy a saber que están junto a mi si no se dejan ver... yo quiero verlos para saber que puedo platicar con ellos.
- Pues es cuestión de que tu hables en voz alta y es seguro que te escucharán, ¿sabes? tienen magia y esa magia hace que cuando tu los llamas algunos acudan a ti...
- Pero ¿no son como Los Reyes Magos?
- ¿Cómo?
- Pues que te traen regalos, toooontaaa
- ah, pues no, nada de eso... lo que ellos hacen es cuidarte, ver que hagas cosas buenas, que no los lastimes cuando dices mentiras...
- No te creo
- No me creas... pero puede haber algunos escuchando lo que decimos, eh?
- !! .... ¿seguro?...
- Si...
- Yo quiero ser como ellos, tener alitas para volar y andar rápido a la escuela.
- ¿Nadamás por eso?
- Ah pues no, también para que pueda platicar con Diosito
- Ohhh ya entiendo...
- Y... y también para decirle que no haga guerras...
- Bueno, es complicado, eso no lo hace El, lo hacemos nosotros...
-Entonces quiero decirle que los niños que se mueran que no se vayan a enterrar sino que les salgan alitas y que vuelen hacia el cielo...
- Em... ten por seguro que eso sucede cuando mueren
- ¿Y si tu mueres te harás una angelita?
- ¡¡Yo!!- uy, pues... no lo sé
- Si no lo puedes hacer porque Diosito no te da permiso de darte alitas pus yo te llevo con El con las alitas que tenga cuando sea angelito, ¿como la ves? eh. eh, eh?
....
Recordaba sus palabras a cada instante como si fuera una película...tan clara y nítida como si hubiera sido ayer... Hoy le traigo flores, y ante su pequeña tumba rezo y cierro los ojos pensando que, detrás mío, se encuentra ella con alitas, con esas que en algún momento de mi vida me ayudarán a subir hasta donde está ella.