Te miro a la distancia y contemplo en silencio tu figura.
Te miro callada y sigo cada paso cauteloso tuyo.
Andas elegante, andas sin vacile, andas merodeando y cuidas cada paso que das.
No me percibes, ni siquiera en tus sueños.
Y la verdad es que siempre me tienes ahí, clavada en ti cuando asomo mi cara por la ventana.
Si nuestras vidas pertenecieran una a la otra, tal vez y sólo tal vez estaríamos juntos, mas tú eres de tejados y yo de interiores.
Tienes silencios y soledades permanentes, yo tengo llantos y esperanzas ilusionantes.
Tu buscas y cazas, yo observo y escribo.
Tu vida y mi vida la vivimos juntos en todas mis letras.
Si tu mirada se clava en la mía es fugaz, es repentina- Me absorbo en tus ojos punteantes mientras miras cada movimiento que hago.
No me temas.
No me huyas.
No hagas que extrañe tu silueta un día de luna llena.
Sé eterno en mi mente y quedarás plasmado en el corazón, minino mío.
4 comentarios:
Eterno, hay cosas que duran, los corazones tienden a durar para cambiar...
Que poca distancia entre lo eterno y lo efímero amiga!!!
Una presencia que bordea la realidad y la imaginación. Abrazos.
La diferencia, entre mujer y hombre inmensa, mas sin embargo son complementos.
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