21 noviembre 2010

Una historia màs

Habìa una vez, alguien en alguna ciudad que alguna vez recorrì , una niña que alguien pensò que aùn lo era.
No solìa sonreìr, salvo por nimiedades fingidas que podrìan convencer a la persona con quien estaba, de parecer divertida, buena escucha y perseguidora de intereses.
En realidad su bùsqueda era rara.
Salìa de casa, vestidita bien mona, con la mochila que siempre adoraba rayar con tinta negra y roja.

Con objetivos fijos se ensimismaba en la seriedad de sus ojos, de sus pestañas, de su boca chiquita que le otorgaba la sensualidad de su ser.
Y buscaba... incansable... insaciable... esa verga que pudiera dominarle, ganarle, darle sueños como los que tuvo con su primo aquella primera vez.
Amaba el misterio, los lobos secuaces, los conquistadores fingidos y los viejos fugaces que pagaban lo que fuera por sentir su calentura en pieles nuevas e inocentes.
La niña de esta historia ya no era tan niña.
Ya sabìa llorar por una decepciòn, ya sabìa burlar una aburrida emociòn, ya conocìa los orgasmos imperdibles y las leches que empapaban sus senos y entre piernas cuando rogaba que la dominaran... aunque terminaba por convencerse que no habìa encontrado aùn lo que perseguìa.
Su ensueño en pleno sexo daba exquisitas mieles a sus buscadores, explotando en si sus momentos locos, perdidos, estùpidos en los que sus hombres no pensaban.
¿Quièn era esta niña del cuento?
Alguna vez, en alguna ciudad que alguna vez recorrì, que en algùn tiempo conocì, que en cierto momento probè, perdì por completo de mi vida... 
Y ciertamente, hoy, a cada orgasmo que evoco en mis noches quietas, la extraño e invoco, deseando que siga en su bùsqueda incansable por la verga perfecta que inunde su ser, su piel, su sabor, su intensidad en un gemido que llegue hasta a mì otorgandome paz en un suspiro tranquilo y callado.




4 comentarios:

Unknown dijo...

Hace tiempo conoci a una niña parecida, hoy esta casada, tiene un niña y desde entonces se alejo para no ser su perdición, hace algunas semanas me escribio esta niña diciendo: No me va bien pero tampoco mal, seguimos llevandonos mal aunque muchas cosas son diferentes ahora. Eso si, que pinche sexo tan feo, y eso cuando lo hay, no puedo evitar tener rencores y odiarlo mmm iba a llamarte esta noche pero no estaba el telefono en su lugar. Me gustaría poder hacerlo en algun momento.Para decirte que la verga que mejor me ha cogido ha sido la tuya. La extraño tanto. Una niña parecida a la de la historia.

Dra. Kleine dijo...

Hay historias que jamàs son ficciones... Oh Si

Unknown dijo...

No no lo son ...hay historias verdaderas y esta es una de ellas :)

Anónimo dijo...

pinche par de retrasados