Tras la tormenta...

Me la encontrè en el baño, haciendo ruidos clàsicos por ocultar.
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Yo la entendì, sabìa que la presiòn era mucha, todos se le habìan ido encima en la evaluaciòn. Aùn con todo supo lidiarlos hasta donde yo me habìa quedado en la sala de Direcciòn.
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Abrì la llave del lavabo, me refresquè la cara, no me importaba ya el aspecto del maquillaje. Seguìa mirando por el espejo el reflejo de sus pies... seguìa vomitando.
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Me acerquè y le toquè para saber si todo estaba en orden pero su silencio sòlo me indicò algo contrario.
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Regresè y mojè una gran cantidad de papeles y le pedì se los colocara en la frente.
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No hablò, sòlo me los quitò de la mano.
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Esperè y sus ruidos se hacìan màs intensos.
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El reloj marcaba màs del mediodìa y sabìa que pronto me buscarìan para ir a comer... no me importò.
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Finalmente el jalòn de la caja de agua decìa que finalmente se atreverìa a salir.
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Estaba desencajada, el rimel le corrìa por media mejilla. ¡No era ella!
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- ¿todo bien?- dije con voz bajita...

- Si, creo que si... gracias.... gracias por todo
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- No es nada, ¿deseas que te traiga tu bolsa que tienes en tu oficina?
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- Si me ayudas con eso mucho te lo agradecerìa
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Y salì, ya en el pasillo iba con la mente ocupada pensando si podrìa ella manejar hasta casa cuando...
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- ¿ya supiste?
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- ¿què onda? ya supe de què... ¿què paso?
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- ¡Tu jefa!
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- ¿Què le pasò?
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- Pues nada, que en los movimientos de la evaluaciòn alterò unos documentos... los confidenciales los manipulò, no sabes còmo se puso el director, està que trina y no saben donde se metiò ella... ¡Ahora si habrà emociòn en las gradas!
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-¿Estàs segura?
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-¡Segurìsima! yo estaba ahì, mucho despuès de que tu te saliste...
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- No manches, què gruexo... pues a ver què dice el director
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- ¡Le irà como en feria!, no sabes, no sabes... ¡Dònde vas!
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- A la ofi, voy por una toalla, ya me bajò, te veo en un rato.
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- Va
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Y regresè al baño, lloraba dentro de un cubìculo, calladamente, como si al entrar alguien al lugar ella se tragara sus làgrimas. Por encima de la puerta le asomè su bolsa pesada,
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- ¿Se te ofrece algo màs?
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- No, muchas gracias, pero no te vayas, dame unos... unos momentos y acompàñame al estacionamiento por favor...
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-De acuerdo...
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Lo demàs fue cosa de que lo vieran un sòlo par de ojos màs y regarìan la voz...
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El lunes nos espera la noticia de la renuncia de una jefa dura, descorazonada, aplicada a su trabajo. No sè si alegrarme o simplemente guardar silencio.
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Ya escucharè los rumores en general.