15 mayo 2011

Vista al alma

Hey tù!
Asòmate a mi ventana,
èsta del corazòn.
Creeràs que es un sueño,
y no lo serà.
Es una foto real,
de lo que tiene impregnada mi alma:
Mèxico, D.F.
No lo cambio por nada!



04 mayo 2011

El muchacho

El era todo lo que uno pudiera asociar a la palabra solitario, aunado a su carácter antisocial pocos se atrevían realmente a iniciar una charla que durara más allá de dos o tres diálogos escuetos.
Su sentir era, por el contrario, parte de algo que vivía día a día como un constante renacer; Yo hubiera podido describirlo como un bosque plagado de laberintos donde él sabía cómo caminar y hacia dónde dirigirse.
Mantenía una estructura, casi perfecta tanto en lo que sentía, como en lo que imaginaba, tanto que en muchas ocasiones no hubiera dudado que se perdía el límite de uno con el otro.
¿Cómo me dí cuenta?
Como su sicòloga, uno puede accesar a rincones en los que no todos podrìamos permanecer para saber de lo que uno padece, de ser asì ningùn ser humano confiarìa en otro por notar esos "oscuros matices" que salen pocas veces como banderolas delineadoras.
Constantemente huìa de su realidad para marchar entre desangres de venas a otra, una donde al parecer un placer diferente al que conocemos, lo transportaba a la dimensiòn en la que El se sentìa còmodo.
Y fue en uno de esos eventos en los que sencillamente dejè de ver con el cerebro para observar con el corazòn.
Esa tarde cantaba, algo murmurante, poco conocido, pero de una tonada tal que invadìa todo su ser. No se sentìa observado en la habitaciòn donde se le habìa colocado. El ni siquiera se inmutaba por ello...
Y comenzò su ritual, hablando de manera cariñosa, sutil, tierna, como en pocos pacientes he visto.
El me decìa que no era imposible ver un àngel y que su àngel era una mujer.
Ya de noche no es fàcil que el mèdico de guardia atienda a dos o tres pacientes en estados crìticos, asì que me dediquè a estar sentada en su camastro viendo sus movimientos y lo que me explicaba...
Me invitò a fisurarme ligeramente la muñeca, cosa que neguè por supuesto, y el, en su ya avanzado delirio, pedìa que lo hiciera simbòlicamente o de lo contrario no podrìa tener compañìa, su propia compañìa.
¿Un amigo imaginario, acaso?
Tras muchas insistencias y por seguir en su trance fingì un corte delgado y en ese momento mis ojos comenzaron a percibir colores diversos y la mùsica en aumento. 
Ahora sì entendìa sus letras, sus ritmos, su pegajosa cadencia...
No me explicaba lo que sucedìa pero salirme de ahì serìa un acto desastroso para que El volviera a confiar en mi.
Habìa tenues colores rosas, morados, lilas y un movimiento de viento tan suave que era imperceptible de no ser porque mis cabellos lo denotaban a momentos.
Ahì apareciò de repente la mujer... su mujer... su compañìa...
Brillaba con tonos azules, no lucìa angelical, muy terrenal con ojos profundos donde sòlo se miraba un arcoiris dibujado.
Lo saludò, lo abrazò y el sonriò. Se dirigiò a mi con una sola mirada para volverse a El.
No entendìa su lenguaje, pero sus expresiones eran totalmente enamoradas....
Hablaba yo, caminaba hacia ella y nada de poder tocarla...
¿quien era esa mujer? 
¿porquè y donde la conociò?
¿Es cierto que lo hace felìz?
Su rostro sòlo era para Èl, sus caricias y besos sencillamente se perseguìan por todo su rostro...
Y yo congelada, sin moverme, sin terror...
Sabìa que bailaban una danza prohibida donde El tenìa una felicidad completa en pocos tiempos.
¿còmo es que aparece y se va asì de la nada?
....
Una señal y el lloraba...
Otra señal y èl rogaba: No te vayas, otro rato!, Otro màs!
Y yo quieta... 
Un movimiento de ojos hacia èl, hacia la puerta y volver a verles y No habìa màs de esa mujer.
Todo volvìa a ser claro, con los grises de una clìnica.
Y El... Lloraba.
Me invadìa su tristeza pero tambièn me invadìa ahora la razòn.


Aquel Muchacho amaba a la muerte.
Y ella, a sorbos, venìa y le quitaba la vida a cada invocaciòn suya...
Y yo, a sabiendas de ello... ¿què consuelo podrìa darle?

03 mayo 2011

Un Juego

Esa niña suspira por la luna, 
esa niña sòlo ilusiòn aspira....


Yo solìa jugar entre las ramas de los àrboles, mezclarme entre los àrboles y brincar grandes charcos. Divertirme en las aguas lodosas era parte de un momento de risas juguetonas entre mis amigos y yo...
Asì era en los tiempos en los que no pensaba que crecerìa, que me desarrollarìa, que mis formas tomarìan tonos y cuerpos que desconocìa pero que parecìan a los de una niña ya adulta.
Quienes eran parte de mis juegos pronto cambiaron su actitud y sencillamente evitaba el roce de todos ellos... excepto por el chico que siempre estuvo al lado mìo para pescar ranas y romper niditos de aves... Me entusiasmaban sus ideas, sus propuestas y hasta la manera en que me tocaba la espalda.
Si crecimos juntos podìamos saber que juntos harìamos màs de dos complicidades hasta que nuestra travesura mayor se aproximò.
Fue que nos quedamos solos, en medio del bosque, sentados en la fuente. Ya el atardecer habìa asustado a todos y nosotros, sentados retando al destino de lo desconocido no dejàbamos de mirar cosas extrañas o ruidos que fueran diferentes...pero nada ocurrìa.
Un bicho se enredò en mi cabello, me voltee de espaldas y le pedì me lo quitara, sòlo oìa su zumbido entre lo enredado que lo tenìa...
Su respiraciòn se escuchaba en una parte de mi oìdo, de mi nuca, de mi espalda... hacerme de lado el cabello fue lo que me produjo un escalofrio que jamàs experimentè y su beso en mi piel logrò que mi corazòn comenzara a latir màs ràpido de lo normal... sin que estuviera miedosa.
Sus manos me abrazaron, su cuerpo se aproximò.
Jamàs olvidarè la sensaciòn de lo que todo me tocò a mis espaldas y ocurriò...
Me acariciaba, me besaba y yo no atinaba a mirarlo de frente. 
Sòlo atinaba a recargar mi cabeza sobre sus hombros hacia atràs, como medio desmayada.
Fue su toque?
Fuè mi inocencia?
Fue una lengua tibia la que me recorria de la nuca a la espalda con unas manos que se aproximaban de forma tìmida hacia mis senos. Iban y venìan, recorrìan parte a parte cada uno de los recovecos de mi piel...
Sencillamente  me dejaba cerrando los ojos para sentir...
Entre mis nervios y su inexperiencia duramos un largo rato jugueteando asì... con temor, con tiento, con dudas de sentir un rechazo...
Al volver a casa no hacìa otra cosa màs que repasar en mi mente , segundo a segundo, todo lo que habìa pasado, y el corazòn volvìa en vuelcos recordando sensaciones.
Hoy extraño el bosque, su juego, la fuente incluso, de algo que procurò ser un intento sensual de despertar mi piel.
Quisiera probar lo que serìa estar frente a èl ahora...

22 marzo 2011

De Vacaciones

Por intentar huìr de tu voz, me internè en un bosque profundo,
por querer navegar por los destinos que fueran mìos, comencè a renombrarte,
Por hacerle caso al viento, al centro de la tierra y a la montaña
lleguè a los lugares  incorrectos... 

Luego entonces, rehice el camino y anduve,
y si mirè al sol sin quemarme, fue por la osadìa de pensarte,
y si me sumergì en las aguas saladas fue por borrar mis heridas que raspaste,
y asì creo que divaguè, unos dos o tres dìas,
pensando, descansando y logrando inmiscuirme
en ramitas, gusanitos, peces y montañas...
Pero en ningùn lugar, lograba olvidarte.
¿Dònde  quedaron mis dìas de descanso?



17 febrero 2011

Mirada Interna

Aún dentro de los bosques mas espesos, de esos en los que un ser parece impenetrable a sus entrañas, aún en sus ramas altas y horondas; aún en sus sonidos clandestinos que surgen paso a paso cuando se avecina el oscurecer; aún en la hojarasca quebradiza por la humedad ofrecida de su rocío; aún en los silencios latentes de entre los sonidos de aves remotas, estables y bichos que rondan de un lado a otro; aún con gotitas que logren vencer el triunfo del tope a su paso;Aún con la valla infranqueable de zanjas y barrancas y cuevas y recovecos; aún con cascadas o ríos o lagos o brotes de agua tintineante y juguetona, aún con todo ello, siempre habrá una luz que sale de adentro hacia afuera, brillante, tierna y con susurro de hadas encantadas desbordando halos de serenidad.

¿Serás capaz de ver hacia dentro?

En esos instantes, en que uno mira toda esa inmensidad, será preciso oler, sentir, captar y estar presente para poder ser parte de lo verde, de lo azul, de lo amarillo...
Si alg surge en tu interior y se conecta con lo que tienes a tu alrededor, lograrás ver más allá de lo que existe y tu sentir abrirá nuevas fronteras  y espacios.
Serás entonces un ser privilegiado de humildad, sencillez y oferta en el pedir perdón sin orgullo alguno, caminarás ligero y sin pendientes o de lo contrario, jamás penetrarás el bosque, lo que tiene ni sus secretos  tan ricos e inmensos prestos a compartir.

20 enero 2011

Sentimientos

Mi ansiedad es pensarte,
mi ansiedad es desearte,
creer que aún a la distancia
mi ser quiera alcanzarte.

Mi necesidad es saberte real,
auténtico y sin maldad.

¿Quién me asegura que sólo seas
una mera quimera?

Mi ansiedad es crearte,
abstrerme en tu arte,
y en el resto de lo hace tu mente,
mi ansiedad será poseerte.

Hacerte parte de una fantasía
no será sufiente en mis días,
leer tus labios, tocarte,
hacer que tu voz genere alegrías...

Ven a mi y dejaré de necesitarte,
para ahora no saberme sin ti.
haciendo mi vida tuya sin dejarte
y que traspase mis confines de amarte.

¿Ansiedad o necesidad?

19 enero 2011

Detective

El trabajo estaba por demás especificado.
Buscaría sin dudarlo, preguntando, investigando, surfeando entre los barrios, entre callejones, entre la gente que habla de más para obtener de ahí toda pista necesaria y conformar un esquema.
Tal vez la jornada tomaría unas 72 horas o más, pero el destino me había forjado ya la tarea de dar con El.
Fué difícil al principio.
Sin un rastro y sin un modus qué perseguir tuve que inmiscuirme en las aguas más violentas de la intransigencia, del olvido, de lo que la gente a veces toma por pequeños detalles vitales para una búsqueda como la efectuada.
No dudaba de la veracidad de los hechos, de las dolencias y los accidentes sucedidos.
Todo daría al final un encuadre perfecto en el momento de armar las piezas.
¡¡Un corazón estaba perdido!!
Y era vital encontrarlo sin lugar a dudas.
Había pasado tanto tiempo en el olvido que muchos ni siquiera pensaban ya en El, tal vez de nombre, tal vez por un hecho, por un afecto, un abrazo sentido y olvidado, pero nadie recordaba bien a bien qué rumbo había tomado ni en qué momento fue parte de la muchedumbre en la que se pierden los sentidos y el saber estar consigo mismo.
De vez en cuando la expresión del amor dejaba una luz en el camino que me permitía avanzar tremendamente sin embargo era la completa oscuridad la que no me permitía el avance de la misión.
¿Dónde podría quedar un corazón que ha sido por demás olvidado?
¿En qué lugar se refugian quienes sienten que han sido vejados y lastimados por el instante injusto?
¿Habrá lágrimas como rastro?
¿Cuánto habría huído del camino en el que antes andaba?
Nada de eso lograba contestar el mar de cuestionamientos ejercidos por las huellas perseguidas.
Y cada vez mi angustia, por el tiempo, y cada vez mi frustración y cada vez mis dudas internas por convencerme de que tal vez, tal vez realmente habría desaparecido de la faz terrestre, me hacían que día a día tomara una opción diferente.

Y fue un día, en el que me transformaba el conflicto a renunciar, a denunciar mi fracaso, a dar aviso que simplemente fue imposible rastrear a quien yo creía del todo fácil ubicar como perdido, cuando vislumbré un sentir, un ruidito, así, casi tornado a suspiro, estando en silencio por fin lo noté!
Fuí torpe!
Omití ciertas reglas en la búsqueda que son escenciales: -El silencio con uno mismo-
Eureka!
Y fue un hilo, casi imperceptible, de esperanza, que logró que diera con quien me transformó en un ser incansable y perseguidor de su encuentro.

13 enero 2011

Celda 13

Ella siempre miraba a lo lejos la fortaleza, imponente, fría, escalofriante por gritos desgarrados a fuerza de golpes...
Lo que para muchos significaba castigo para ella sólo era la ilusión de su amor, de su suspiro, de quien amaba hasta el astío del ensueño.
Los soldados se lo llevaron, sin presumir su inocencia y fue injusticia su encierro hasta declararlo inocente cuando el comendador regresara de su largo viaje.
Todos eran culpables, todos a los que habían detenido, pero ella juraba ante Dios y los presentes que apostaba por su inocencia.
Tenía que verlo, temía que por las noches esos gritos de dolencias salieran de la celda donde su Gran Amor habitaba... La número 13.
Y fue que en una fiesta de la villa se puso bonita, se vistió de blanco y caminó coqueta y murmurando hacia la fortaleza temida.
Había regalos para los soldados, un buen vino y mendrugos de pan hecho por ella.
Que su visita coincidía con las del resto del pueblo y sólo atinaba a preguntar por la Celda número 13.
Ya le conocían, muchos se burlaban, otros la miraban callados porque su suerte no surtía a cada intento por visitarle.
Y fué que hizo la fiesta, La chamaca bonita de largos cabellos tuvo conciencia de ser coqueta.
Y platicó con ellos hasta lograr escabullirse...
Los pasillos fríos no le daban señal alguna por dónde se encontraba la celda Número 13.
Extrañada preguntaba a algunos, moribundos, nauseabundos sobre el paradero de su joven amado. Nadie daba razón por las oscuridades hasta que topó de frente al calabozo con la marca XIII.
Su corazón botaba del pecho.
El Cerrojo flojo no resistió las fuerzas de las llaves robadas y fue que al entrar no encontró más allá de una sábana que cubría un cuerpo, Su cuerpo, el amado cuerpo.
¡Fué fusilado ayer junto con otros! -Gritaron del fondo-
¡Mañana nos toca a nosotros! - Úno decia con voz de niño...
¡Vete Niña, que te harán encerrar aquí! - Y los encerrados enloquecían de curiosidad...
 Sólo se escuchaba un llanto callado, quedito, sentido...
Jurando que juntos no estarían jamás tomó la sábana...
El llanto incontenible sólo anunciaba a los presos que su dolor era inmenso...
Silencio
Nada más que silencio interrumpido por botas, enojos y Dos Solados gritando a Pecho por la Señorita...
¡Llora por su amor, imbéciles!
¡Qué le hicieron a ésa mujer!
Y un grito de espanto coincide al abrir la mazmorra entre penumbras...
¡Por Dios!
¡Se colgó!
¡Está Muerta!
... Y en la celda Número 13 desde entonces hubo la leyenda de aquella que murió por decepción, de traición, de tristeza y desesperanza por no salvar a su amado, a su ilusión perdida.
Se dice que hoy, en la mazmorra, deambula de blanco silbando, buscando entre los pasillos hasta que se pierde entre las paredes...
¿Estará buscando a aquel que no supo que su corazón le pertenecía?

* Leyenda americana.

11 enero 2011

En venta

Dame una nueva mirada,
dame un nuevo suspiro,
Que mi interior sienta
que te tengo retenido.

Quiero tu ser en el mío,
quiero tu piel con la mía,
dejando que el resto
gire en torrno a nuestra vida.

Si te imploro compartirte,
si te proclamo convidado,
serás mío por instante
aún cuando no seas comprado.

Dame una nueva mirada,
dame un nuevo suspiro,
Que yo permaneza atorada
entre tu almohada y tu brío