24 febrero 2009

Canción de cuna


Ese árbol
Canta, podría reír, podría ser solemne, podría juguetear.
Sus hojas hacen coros, sus ramas los instrumentos.
baila al ritmo del viento, conjugando movimientos al vaivén caprichoso,
baila meciendo sus nidos, visitantes eternos que alegran sus mañanas,
baila arrullando a polluelos, bichitos pequeños de tonos débiles,
sus padres le dejarán a cargo, gran responsabilidad, a esos que aún desconocen la vida. Las aves retornarán con alimento confiadas al atardecer de su tierno cobijo.
Árbol mío, árbol tuyo, árbol nuestro,
Confidente secreto de los amores escondidos,
Dejas que en tu cuerpo sellen una promesa de iniciales que,
No sabes si algún día esos frescos besos retornarán.
Déja sentir tu abrazo, tu sombra, tu respeto en mí
Y dame esa energía para seguir tu gran imagen:
Siempre de pie, incansable y creciente.
Deja sentir mi sueño bajo tu sombra
Y llévame con el ritmo de tu son
A cualquiera de las dimensiones
Que mires entre bosques, cascadas, nubes y ríos.
Ese Arbol,
Podría bailar, sentir, murmurar, acurrucar mis sentidos
Tan sólo estando mis ojos junto a él.

17 febrero 2009

Sin nombrar

Yolanda esperaba una llamada, un mail, tal vez algún indicio que le indicara que lo que había sucedido aquel viernes en la tarde-noche no había sido una ilusión vana.
El le había hablado de su vida, de sus esfuerzos por sacar adelante su trabajo, su gente, a sus dos pequeños y a alguien que en otro tiempo había sido su esposa.
Aclaraba que el amor se le había terminado porque ella simplemente fue piel de otros amores dejando abierto el terreno a la infidelidad fatal que provoca la rutina.
...
Y Yolanda le creyó.
...
El le comentaba de la esperanza que buscaba, del consuelo en caricias, del amor faltante en una cama vacía, del apoyo en su vida que se compartiera en dos para sobrellevar las dificultades de soledad y tristeza.
...
Y Yolanda le creyó.
...
Hubo vino, hubo halagos. Ambos se estrecharon palabras tiernas y el turno en el que Yolanda habló, por obvias razones omitió que la noche anterior estuvo nerviosa de verle, sin embargo si contó de su trabajo, aburrido clásico de gobierno, desamores, desventuras y cosas que le dejaron ver a El lo que tal vez buscaba en su camino.
Ya de común acuerdo pudieron percibir que la atmósfera se llenaba de caricias, de romance, de aventura, de algo prometedor...
...

Y conforme la tarde avanzaba había besos y palabras que distaban mucho de lo que antes era mera lejanía, palabras por teléfono o comentarios en un mundo virtual.
Y llegaron a amarse, ante la intensidad del momento, bajo unas sábanas privadas, escondidas, clandestinas, calientes.
...
Descubrieron sus almas en la piel y develaron la necesidad constante de propiciarse abrazos y besos y sexo y amor.
...
Hoy Yolanda espera respuesta de algo que fue una nube de ilusión, de una despedida prometedora sellada con un beso que caló un instante en su piel.
...
Espera ansiosa que todo vuelva a suceder.
...

En otra ciudad, distante a la que vive Yolanda hay una chica que comienza a suspirar. Verà a alguien de la ciudad de Yolanda, con el mismo nombre y el mismo apellido, con la misma fotografía que El presentò a Yolanda.
...

Ella es Laura, y es màs joven que Yolanda, con piel y deseos màs frescos que vuelven atractivo a quien busca consuelo de querer. Su inocencia no es admirable, mas su inquietud y curiosidad le ganan las ansias por conquistar a quien jamás es conquistable.
...

Laura se prepara para conocerle, para aplicar las artes de seducción, para sentirse atractiva, para conservar el ego que otros hombres le han procurado.
...

Yolanda llega a casa por la tarde, no hay mensajes, no hay recados...
..
Y El?
..
El maneja en carretera, sonriendo bajo la influencia de un ligero aroma Armani, paga una caseta y llama a Guadalajara, donde no vive Laura.

12 febrero 2009

Un Bicho Azul

Si dejas tu libreta en el escritorio, colocas el lápiz a un lado sin rodar, te sientas cómodamente y permites que esa cascada que se oye a lo lejos pueda llegar a ti, podrás vislumbrar entonces quién te ronda cada vez que te agachas a tirar la basura.
...

Va y viene, da pequeños circulitos en tu cabello y tu no puedes notarlo. Estás en el trabajo, sí,sí, pero no sé cómo no te has podido dar cuenta cuántas veces ha volado frente a ti. Sus alitas son largas, transparentes, ligeras y bonitas.
...
¿Las escuchas?
...

Su carita, tan azul como su cuerpo ni siquiera parece que sea seria como la tienes tu cuando miras tu calculadora...
...

Voltéala a ver siquiera por un momento, que la Libélula casi muere por atraer tu atención.
...

¿Acaso no sientes el olor de las flores que crecen bajo tu silla?, son regadas por el charco de agua clara que refleja las hojitas verdes, incluso llegan hasta los estantes que guardan carpetas de auditoría.
...

Si te paras de golpe puedes asustar a las ranitas que rodean ese cajón tuyo, una saltaría y mancharía tus pantalones de lodo.
...

¡Mírala otra vez!
...

No intentes seguirla porque volará sobre tu compu, sobre la de tus compañeros y si su zumbido lo oye tu jefe no sé qué podría pasar.
Sólo quiere que la veas, que silbes, que le toques una tonada para que baile al ritmo de tu aliento. ¿Sabes que podrías encantarla con tan sólo un do-re-mi?.
...

Vuela libelulita, y posa para quien te mira. Rompe la rutina y corretea a los pajaritos que jalan los folders de los clientes, tan sólo por curiosear.
Muestra que la vida, va tan ligera como tú,

Muestra que una sonrisa que alguien te otorgue sonará tan rara como tú,

Muestra que aún en medio del concreto crece pasto donde posas tú.

El sol comienza su bajo trayecto...
...
Más tarde un Cocuyo vendrá desde archivo muerto, el búho tardará en aparecer, si te quedas tarde lo verás salir de la oficina del Ingeniero enojón.
...
¿Pero ...y tù?
...
¿Viste que bonito Bicho azul jugueteó entre la engrapadora y los post-its?

10 febrero 2009

Espejo

El espejo presenciaba la escencia de sus ganas; con la habitación solitaria y un jazz apasible comenzaba la neblina ofuscante de su deseo.
...
Caricias en sus piernas, automotivante, autoerotizante, paso a paso, enseñando las capacidades de su cuerpo, daba poses que mostraran lo mejor de su piel y sensaciones.
...
Y el espejo miraba.
...
En la cama hay un vestido, ese que tiene los tonos que abren los sentidos a mil, unas medias delicadamente puestas de forma que coordinaran los accesorios que, cercanos a la almohada, dieran el toque final al atuendo femenino.
...
Un cuerpo bañado, sale ahora, mostrando una toalla abierta, húmeda y quizá caliente.
Hay vellos en las piernas, la cintura es poco afinada y sin embargo la tela sube paso a paso frente al reflejo mostrando que se oculta una piel que no será más masculina.
...
Y el espejo miraba.
...
Medias ajustadas, piernas estilizadas, unos pechos fugaces se colocan en el contorno y ahora lucen propios, erectos, femeninos sobre un corazón masculino.
...
Baja seductor un vestido posandose en la cintura, dejando caer delicados olanes en breve movimiento.
...
Y el espejo miraba.
...
Hay escotes, hay gemidos, hay caricias mostrando una pose sexual que excite de manera natural... y el espacio terminal de la espalda queda transformado en una delicada caida de montañas exquisitas.
...
Se mira a los ojos, se mira hacia adentro. Ahora sí sabe que la magia vuelve a su vida. Que puede ser lo que tanto desea en sus adentros: femeneidad seductora en el sueño de un varón.
...
Y el espejo miraba.
...
Tacones, perfume, cabello hermoso y artificial deforman a la bestia reprimida y mancilla sus modales. Ya no es más aquel que da órdenes, aquel que toma decisiones, aquel que viste una corbata por estímulo social.
...
Mira sus labios, decora sus ojos. Juega y se divierte con sonrisas traviesas, coquetas, conquistables. Baila, vocaliza, juega, llega al climax.
...
Hay tiempos que parecen gotas de agua entre las manos... y tras el éxtasis de su secreto derrama una lágrima para recordar el instante.
...
Vuelve al baño. Quita el olor a pecado, cierra en un cofre todo lo acontecido, cierra el acto mirando un rolex, ahora en su muñeca. Coge la llave y cierra la puerta sin mirar atrás.
...
Y el espejo miraba.

05 febrero 2009

ArTe MaNiA

En el patio de un paisaje, donde admiro la belleza natural en un clima perfecto, está puesto el caballete, una paleta de mil colores, pinceles finos, usados, delicados y burdos que enseñen el grosor de una línea dando un toque perfecto a cada punto.
...
Lo elemental: un lienzo tan blanco que merecería la pena dejarlo así, pureza que representa una imagen sin la nada; sin embargo, aquí se dibujará a ese modelo, aquel que representa un hombre o una mujer, una prostituta o un proxeneta, un casado o una soltera, una niña o un hombre, un despertar o un dormir...
...

Un ser que cuando tiene la necesidad de sentirse amado busca por doquier, se mira atractivo, descubre angustias, libera hormonas, anda sobre fotos, se representa único e irrepetible, bromeando se deja seducir por una figura estética que, con los tintes aplicados y la combinación perfecta, darán el mate de un trasfondo que dará la esencia del personaje principal –La escena perfecta de un animal observado en directrices desde lo alto de la jungla salvaje-.
...

Se deseará que en el marco su figura sea elemental. (¿o tal ves su sentir?)
...

Un toque de necesidad, una estela de ansia por tocar, por sentir, por dar, por estimular, por estar dispuesta –esa alma- a pasar horas y horas frente a algo –o alguien que le mueva interiores que no se ven en la pintura- se mirarán iconos, teléfonos, monitor, web, o incluso lo más tradicional: Un café en algún lugar donde la gran ciudad permita que esa figura se pierda con otra.
...

Eso, si no se arrastran historias detrás de cada uno de esos personajes que se encuentran frente a frente... ¿qué mirarán en perspectiva?
...

Los colores serán, al igual que su ansia por dejar una buena impresión y de sentir un bienestar, por subir su egolatría, por decir que aún puede amar y dejarse amar, de tonos pastel, aunque en algunos lugares merecería llevar oscuros, grises y verdes que conjuguen su amargura o tal vez soledad.
...

¿Será que ese cuerpo que se plasma en color carne no vè en una sola persona lo que tal vez busca en muchas?
...

No pueden faltar detalles donde existan motivos azulosos, alusivos al amor, a la fiesta, a la risa, a la algarabía de la vida, a la pasión y al sexo donde una uva represente el deseo y una jarra de agua indique la frescura que aún existe en su ser.
...

Se vale un vejo de inocencia humana.
...

No es monstruoso lo que pinto, tampoco deplorable o censurable, pues, en cada línea trazada a detalle hay bosquejos pensados de cada uno de los modelos, esos que lucen tristes, alejados, cansados, melancólicos o los que dicen disfrutar o reír ante la impotencia de que su alma no pueda viajar en pareja con alguien que comprenda su sentir.
...

No es malo que un ser salido de la nada tenga partes a rayas y otras lisas, que las texturas indiquen que en su intimidad pueda haber algo de cordura en su búsqueda.
...

El marco estará perfecto cuando todos y cada uno de nosotros le otorguemos un pensamiento, una opinión, una expresión o un rechazo sin que sea necesariamente la vida de uno mismo.
...

La pintura será la primera parte del inicio de un evento continuo, antesala de las tragedias y fortunas sentimentales del ser humano.
...

Sólo falta colocar un título.