22 mayo 2006

Rutina sin opción

Un día, un becerro atravesó un bosque virgen para volver a su pastura. Como era un animal y no podía darse cuenta, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas para llegar donde quería.
Al día siguiente, un perro usó ese mismo sendero para atravesar el bosque.
Después fue el turno de un carnero, jefe de un rebaño, que viendo el camino marcado hizo a sus compañeros seguir por allí.
Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese sendero: entraban y salían, giraban a la derecha y a la izquierda, descendían, se desviaban de obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva alternativa.
Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en un amplio camino donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría haber sido vencida en treinta minutos, si no hubieran seguido el sendero abierto por el becerro.
Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal del poblado y, finalmente, en la avenida principal de la ciudad.
Todos se quejaban del trayecto porque peor no podía ser. Mientras tanto, el sabio bosque se reía, al ver que los humanos tienen la tendencia a seguir ciegamente los caminos que ya han sido abiertos, sin cuestionarse nunca si esa es la mejor elección.

Contenido tomado de escritos breves Paulo Cohelo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días!
Cuanta razón ....hay miles de motivos por el que se hacen ese tipo de cosas.... será por miedo, será por flojera? Cuando aprenderemos que somos nosotros los que podemos cambiar el rumbo de las cosas si tan solo nos lo proponemos y actuamos en consecuencia!!!

Enigma dijo...

Otra cuestion es ver que la vida misma tiene cientos de senderos y es cuando necesitamos la cabeza fria para saber, cual tomar...

Un beso Dra

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Angeek dijo...

No soy fan de Coelho pero me agradó. Me recuerda lo que están haciendo con la duna costera en el caribe mexicano y en otras zonas.
Saludos

chato dijo...

al igual tropezamos con la misma piedra chingo de veces sin cambiar de camino.

Anónimo dijo...

Y a veces qué difícil es darse cuenta de que el camino que hemos seguido no es el mejor, sino muchas veces nos estorba.

Saludos y buena semana

RAYDIGON dijo...

tendemos a tomar caminos incorrectos, pero asi aprendemos...

Beso G.

Dra. Kleine dijo...

Quizá seamos personas que ya tenemos un poco más de experiencia en no repetir o hacer más larga la caminata.
Quizá en otros aspectos no podamos vislumbrar el camino.
Siempre hay caminos largos y cortos. No les parece?

Lety Ricardez dijo...

Me da permiso de contradecir? Yo soy tan floja que pienso mucho antes de hacer, así que no hubiera seguido ese camino, pero las excepciones confirman las reglas. Por otra parte me gusta pensar que mi flojera tiene su lado bueno, estoy segura que fueron flojos los que inventaron la palanca y la rueda,