30 julio 2008

Escucha a la vieja

Se dice en las leyendas que, si caminas màs arriba de las faldas del Himalaya, deberàs pedir a los espìritus de la montaña permiso prolongado para vagar entre sus terrenos. Si el viento te roza la cara y logra mover tus cabellos, da por asentado que te han confirmado el acceso.
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Caminaràs pues en direcciones diversas murmurando levemente lo que fuera un rezo a los que ahí moran, luego, cantaràs la melodía de la Bùsqueda para que cumplas lo que anhelas ver dentro del mar blanco que casi ciega a quien lo mire directo.

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Se trata de una flor, la màs extraña, la màs peculiar, la màs asombrosa por su espectacular belleza que resalta a todo color entre la nada. Es azul, inmenso, azul como los ojos del cielo, azul como una esperanza, azul como la estrella que brillaba en ese momento al horizonte lejano.
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“Hay que encontrar la flor…” diràn tus pensamientos.
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Si le pides que aparezca, tal vez te complazca, pero deberàs ser gentil con ella, ya que podrà saber tus intensiones desde el momento en que ella te mira primero – me lo explicaba la anciana… “deja que te observe para que sepa todo de ti y pueda darte una buena razòn de ser….”
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Sòlo la encontraràs cuando ella decida buscarte tambièn, y una vez de frente no podràs dar marcha atràs. Se abrirà tu corazòn y sus pètalos tambièn, ambos se sincronizaràn y estaràn en medio de lo frìo totalmente invadidos por un calor que sòlo ella puede emitir.
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Y es ahì cuando esperarà a que le preguntes todo lo que ansìas saber de ti, de tu interior, de tus temores y hasta de aquello que quedò en la basura inmensa del jamàs.
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Ella sòlo te dirà lo que no deseas que nadie màs sepa, porque lo que tu sabes, que no quieres mirar, ella se ahorrarà el tiempo de decìrtelo. Se enfocarà a lo grande, a lo bello, a lo sutil y pronto estaràs en armonìa hasta que llegues al fondo de la saciedad.
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Pregunta lo que quieras, ella te darà imágenes. Dì lo que sientas, ella consentirà si vas por el camino errado.
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Jamàs te prohibirà nada, después de todo, sòlo es una creación para facilitar tus sueños, no para impedirlos. Si hay algo que ella sabe que no te ayude sòlo atinarà a poner puntos preventivos, pero no esperes que ella te enseñe a conducirte por la vida.
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Quedaràs extasiada en la inmensidad de la blancura, pensando, mirando, dilucidando. Ya te estarà mencionando que lo que buscas no es un error, tampoco es un premio, te dirà lo que te mereces y lo que no, simplemente lo omitirà. Tal vez hable entre lìneas de todo aquello que no te sirve, de todo aquello que sonarà a frìo para ti, de todo eso que congela el alma y no deja continuar viviendo. Serà hora de que tires tus pertenencias y le agradezcas cuanto te dejò ver…
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Para ese tiempo seràs tan liviana como la ráfaga que pasa rozando el hielo, creeràs que flotas en medio de la blancura. Estaràs entonces, libre de todo aquello que nunca sirviò y que cargaste inútilmente.
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La flor azul silenciosa volverà a su postura habitual, te agradecerà la visita y tu volveràs hacia las faldas, procurando nunca voltear… nadie sabe lo que ella se traga y entierra a tus espaldas.
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Ahora sòlo restarà el que descanses de tu jornada, me platicaràs lo que tu viste mientras preparo mantequilla caliente que los Dioses nos han dejado desde el tiempo atràs.

6 comentarios:

AndreaLP dijo...

Yo no sé porqué siempre que imagino una 'flor mística' lo hago también en color azul. Misterio sin resolver, creo que vi demasiada TV.

De todos modos, leerte me transporta. Gracias por el viaje.

Un abrazo, doc.

FENIX dijo...

Una flor azúl... mi color preferido, creo que esa flor no se encuentra tan lejos, tal vez la tengamos muy dentro de nuestro interior.

saludos.

Ileana Cruz dijo...

Creo que Fénix tiene razón, esa flor mística está cercana, sólo habrá que localizarla en el interior.

Besos y abrazos coloridos

george dijo...

Querida Dra,
leo tu cuento de la flor azul (Enzian) y veo el color rojo,
mis pensamientos se me van y en cada frase veo la flor más bonita esperando en un mar blanco, una flor que se abre al mirarla, que conversa, que espera para que la encuentras, hasta que ella misma te busca para que la encuentres...
Si la encuentro me calienta y se abren sus petalos etc etc,
no quiero repetir todo de la bella historia de amor, solo para acabar:
--- La flor azul silenciosa volverà a su postura habitual, te agradecerà la visita y tu volveràs hacia las faldas, procurando nunca voltear… nadie sabe lo que ella se traga y entierra a tus espaldas....
Será un buen tema para charlar cara a cara, pero mejor lo dejamos así, flotando en el aire!

un beso

Dra. Kleine dijo...

George!! lo tomo!

fgiucich dijo...

Una flor para recordar y atesorar en el recuerdo. Abrazos.