26 mayo 2006

Una empresa amigable

En muchas pláticas de sobre mesa me ha tocado escuchar las virtudes y defectos de los grandes empresarios mexicanos, americanos, europeos y latinoamericanos. Me he dado cuenta del cómo se está pendiente de ellos hasta cuando bostezan y hacia qué lado lo hacen, tal vez eso indique la suerte y la audacia de su buena fortuna. De ser así, bueno, son cosas que me tienen sin cuidado. Creo que cada uno de esos grandes goza de una estrella muy particular, aunque no siempre es una monedita de oro para caerle bien a todos. Tendrán las inversiones y el dinero que deseen pero siempre hay algo que los engrandece más que el brillo de su firma.

Hoy no admiro al empresario, sino al hombre que hizo que una empresa llegara a tener un servicio bueno humanamente hablando. No sé si eso pase siempre pero al menos en éste día pude contemplar unas escenas que de verdad me agradaron bastante ? y advierto, nadie me pagó por ello-. Les contaré:
La empresa a la que me refiero trabaja a nivel nacional, es una de las más importante en redes telefónicas, después de la red Celular. Ambas empresas son propiedad de un solo dueño, hombre con gran fortuna y prestigio. Dicha empresa goza tanto de quejas y demandas por situaciones propias del negocio más comienza a tener una política del trato al cliente bastante especial.
Siempre pago las cuentas telefónicas en el corporativo, ahí donde las oficinas se concentran y, por obvias razones las instalaciones son enormes. Hay bastantes cajas para atender y siempre está medio vacío (o medio lleno) debido al ágil manejo de la tecnología, un pase y el pago se realiza de inmediato.
A veces es cuando pienso en las compañías de gobierno y de cuánto les falta por abrir en sus mentes con cooperatividad, tecnología y servicio.
Servicio humano de calidad y he aquí la razón: mientras, a espera de pasar finalmente a la caja hay que caminar y estar parado algunas veces. Existe una persona de cualidades especiales que está al pendiente de ver cómo nos vamos formando todos; al principio esa mirada la sentía muy rara, no es común que personal de la misma institución vea la cara de angustia que pones al ver la cantidad de gente que hay delante de ti pero tras varios minutos después entendí la clase de servicio que daba: busca a personas mayores o clientes con deficiencias físicas y de inmediato les invita a pasar a una caja especial. Atendida por una señorita digna de ser amiga de Doña Tolerancia.
Personalmente no había caído en la cuenta de ello hasta que me tocó entrar.

Pagué mis seis líneas telefónicas y por distraerme en un folleto que ofrecen ahí mismo no me percaté de haber recogido correctamente los recibos de pago hasta que los conté casi en la salida de dicha empresa. ¡Lío para mí porque sin comprobantes uno no puede respaldarse del pago! ?Dioses, cerebro de pollo... la fila estaba impasable por el orden que se manejaba y el chico que apoyaba a los clientes se me acercó, le conté lo sucedido y me envió a la caja donde la gente de la tercera edad se formaba.
Ahí la señorita en turno supo lo que me había pasado, miró mis pagos consecutivos en su súper mágica computadora y aparecí... Yo ya estoy a la expectativa de que siempre le llaman a uno la atención por equivocarse en algunas aglomeraciones de bancos o servicios. Esta vez, ?mea culpa? y esperaba recibir una mala cara...¡Pues no!, me tranquilizó pacientemente y ofreció una disculpa por no haberme otorgado la otra señorita mi recibo. La chica que me había atendido al principio también pidió disculpas. ¡Esto no se lo espera uno!
Salí por primera vez en mucho tiempo ?contenta y servida? reconociendo la calidad humana al cliente y al trabajador y mirando que, a pesar del lento avance tecnológico que México tiene, poco a poco va haciendo sus pininos y además, yendo de la mano con un trato amable a lo sucedido (pese a que fue mi error).

¡Realmente la tecnología aplicada a la humanidad debe cambiar nuestra manera de actuar ya que, a final de cuentas es para hacer el trabajo más ligero y llevable. Espero que esto no sólo aplique a ésta empresa ni sea un golpe de suerte el mío.
A eso se le llama una Real Atención al Cliente.

6 comentarios:

Enigma dijo...

Y que asi, sea

Buen fin de semana Dra. un beso

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

rossmar dijo...

cuando hay excelente servicio hasta dan ganas de volver a ir.

Excelente fin de semana hermosa dra.

Angeek dijo...

Ojalá hubiera una oficina de esas por acá! Justo esta semana tuve un gran problema con mi cable y mi internet.
¡Buen finde!

Lety Ricardez dijo...

Mi doctora, cambié de lugar su link en la casa, porque tengo un empeño que lograr: reconquistarla.

Pero primero lo primero, tengo que volver yo.

Le dejo un saludo cariñoso

Darth Chelerious dijo...

pues yo por lo menos le mento la madre una vez al mes a Telmex...

Dra. Kleine dijo...

Siempre nos toca la suerte, a veces buena y a veces mala de ver cómo nos va en diferentes lugares...
Son cosas de la vida!