¿Con Melón o con Sandía?

Domingo, soleadito, caminando justo a la hora pico en el interior del mercado, -Pásele güerita, llévelo, llévelo, 3 x 10 pesos! Bara. Bara!
Preguntando de a cómo el kilo, por cada puesto y esquivando al diablito en el susto de escuchar –Ahí val bulto!- (Bultos las señoras-tanque de guerra- con bolsas enormes y llevando su mandil a cuadritos azules, qué tal, ¿muy ad-hoc para el lugar?)
Es toda una gama de olores, colores y formas que cualquier analista, psicólogo, político y comentarista pudiera mirar y sacar un rollo de tesis. Algunos extranjeros han hecho tomas en fotografías justo de la esencia que el mercado da. Es impresionante cómo el ambiente es activo, dinámico, siendo un día diferente a otro, donde suceden cosas y casos bien curiosos, ¿Conoces alguno?. Yo me he caído dos veces en el mercado de Rancho Alegre por ir de babotas. Una con una hoja de lechuga, mojándome el trasero de hierbas y verduras aplastadas y la otra cuando choqué con un bulto de frijoles, reboté y el piso fue mi cacher (rompí los huevos en esa ocasión).
Cuando era chica, detestaba literalmente acompañar a Matita (mamá bonita= Matita) porque cada siete pasos saludaba a una comadrita o platicaba con los señores de los puestos, grrr. Claro, era importante que le acompañara porque yo era el Burro-cargador-de-bultos, pésima porque todo me pesaba. Todo hay hasta en el puesto más tenebroso.
¿Cómo le hace la gente para pararse en un puesto de pollos colgantes ensangrentados sin que les dé asquito la mosca sobre el cadáver?...guac!
Mi problema es que mi nariz es el símil que tenía Jean-Pierre Grenouille.
Gran final, carga las cosas al auto que lo estacionaste a tres cuadras de aquí.

Domingo, soleadito, si llevamos un carrito, dentro va el yogurt y algunas latas y llegamos a la sección de carnes frías, nada que ver con los gritos y martillazos de la carne fresca! El silencio es relativo, hay musiquita relajante o la típica voz del “pase a la caja cuatroooo�, “una personaaaa del área de enlatadoooos, presentarse en línea blaaanca�.
Si te vas a los embutidos no hay que gritarle al tendero, ELLOS te gritan a ti: -El número 78 ¿ya le atienden?- La carne de pollo viene bien cerradita en su respectivo pack plástico. ¿No te dan ganas de meterle el dedo mañosamente?, Caminas despacio, salvo por el esquivo de los niños que manejan su propio carrito, aire acondicionado y alguna que otra vez te dan a probar las existencias del establecimiento. Ohhhh belleza, aquí no cargas nada, todo lo hace el carrito (que va caminando chueco y rechina de una ruedita.) ¿No amabas subirte de chico en la parte delantera?
Miren el look de señoras en huaraches muy inn, con los maridos al lado, los maridos no pisan los mercados, acaso?, si vas a la sección de juguetes puedes ver gran cantidad de novedades, aún recuerdo una sonaja que Matita nunca me compró, pero mi hermano metía de contrabando carritos Hot Wheels grrr! Si te metes en el área de cremas ¿sabes cual es la exacta para tu tipo de piel?.
Gran osote que haces cuando intentas agarrar la manzana de abajo y se te viene el alud de pirámide egipcia. ¿Porque todos te miran raro?. ¿Quién no se ha volado los chicles de una bolsa abierta en la Dulcería? Mi mamá me cachaba cuando traía los cachetes como ardilla.
Es chistoso ver cómo se dispersa la familia, juguetería, Tlapalería, autos, discos , revistas y carnes frías. Todos vuelven en ciertos momentos para que los ojos de la Doña pasen lista hasta con el marido. Si no encuentras algo quizá el siguiente domingo ya lo pongan.
Gran final, que el cerillito lleve el carrito al estacionamiento.