¿Qué día es hoy?

Ahhhhh Viernes, Ohhh viernes!! Iiiiiih Viernes!!
Hoy es uno de esos días en los que sientes el ambiente totalmente diferente, no es como amaneces los lunes ni cómo los comienzas, mucho menos estás en el ánimo de los martes, sin embargo, a pesar de que es el último día de la semana, de que ya pasaste barbaridad y media a lo largo de cuatro días estás cargado de una impresionante buena vibra... quién la da?, como decía Ramiro Peraloca (donde quiera que estés rejijo!):�¿ acaso el cerebro que celebra que el cerebelo se congratula de estar festejando los viernes te da esa chispa especial?�.
Sí, despiertas con la misma pesadumbre de siempre, lleno de chinguiñas y boca de puchero, pero al segundo número dos (el primer segundo es para apagar el despertador) en que ya tienes conciencia al abrir tus ojitos, sabes que ya es viernes “el último día�, “el fin del trabajo�, “hoy llego tarde a casa�, “un cachito más y ya� “hoy me voy de reven� “hoy sí toca� (dijera la Micha)...
Allá afuera, las calles siguen igual de pobladas, tráfico más, tráfico menos, qué mas da... hoy es viernes y se permiten llegar escabrosamente tarde. Aunque por la radio el locutor te anime reprogramándote para llegar a tiempo al trabajo... aún cuando ya te dijo que es mejor que sea Viernes y te ponga la música del momento.

Qué será que aunque en viernes amanezca frío, con lluvia, o soleado con mucho calor, ¡¡hasta la gente se mira diferente!!, Sí, quizá porque los viernes es para ir de mezclilla a la oficina, lejos de tanta formalidad, o coincide con la bella, ilusoria y esquelética quincena... ¡a saber!
Sólo que los viernes se sueltan el cabello las oficinistas y sorprendentemente van mejor que un lunes, los jefes se preparan para su Golf ejecutivo (van a golfear! ¡Así de simple!) y los puestos de carnitas, tacos de trompo, tortas y anexas son los que tienen mejores comensales. Yo me doy el lujo de comprar tres tacos campechanos los viernes de quincena. Oink, Oink!
Todo transcurre en dicha urbana cuando te das cuenta de lo sorprendentemente nocturno que te vuelves en viernes, eres un búho que ni bosteza con el punchis, punchis de los antros o el choque de tarros en cualquier taberna...

De acuerdo entonces con lo que implica el viernes, con todo lo que aguarda en el resto de las horas, exprimiremos éste día para tenerlo bien consentido, no dejaremos pendientes ni tareas a finiquitar, que hasta el Lunes se comienza en forma la solicitud... soltaremos a Doña Webba una vez que el silbato del trabajo de Pedro Picapieda nos deje libres para festejar y sacar un
YABA DABA DOOOOOOOOOO!!