23 octubre 2006

Primera cita

No había ningún otro lugar con el mismo nombre, la descripción encajaba a la perfección según lo que él le había dicho y, sobre todo porque ella conocía también el lugar. Sin lugar a dudas aquí sería el encuentro sin embargo la gente aún no estaba reunida del todo y ella sin saberlo, no se sentía cómoda hasta que tuviera una señal segura de permanecer ahí.
Tras 5 minutos su impaciencia se habría cansado y pediría una limonada para que el mesero no la mirara insistente, si se sentó ahí tendría que consumir algo, muchos desearían ocupar ése lugar y tal vez hasta consumir más.
Ella era terriblemente puntual y dejó que pasaran otros 10 minutos para justificar su llegada más temprano.
Entraban y salían muchos del lugar, parejas, amigos, grupo de familias.
Ella abrió una hoja que se encargó de imprimir con los diálogos justos del lugar de la cita:
- ¿Sí sabes en donde queda, cierto?
- si, sí, aun lado de la tienda de artesanías, donde se pone un viejito a vender globos.
- ¡oh si!, ahí mismo te veré, me reconocerás porque llevaré una playera negra, tengo el cabello igual como en la foto que te mostré. No suelo ser tan formal.
- De acuerdo, yo iré con falda y con el cabello atado a una mascada.
- Muy bien, ahí estaré entonces, no olvides mi puntualidad ¿eh?
- Yo suelo ser muy estricta en eso, no te preocupes...
La lectura la realizó dos veces mirando a su alrededor. Nadie aparecía con la descripción que decía. Por más que trataba con disimulo su insistencia por ver hacia todos lados no dejaba de pensar en que ya habían pasado 15 minutos.
Se dijo a sí misma que con 5 minutos más ahí terminaría la limonada y pagaría de inmediato.
¿Y si algo le impidió llegar a tiempo? sería injusto no esperar un poco más. NO pudo llegar a tiempo porque ella llegó 5 minutos antes de la hora. Bueno... estaba dicho, esa cita a ciegas concertada por el messenger jamás funcionaría.
Tal vez no fue la foto del todo convencional para él.
Ni hablar.
Sacó de su monedero el pago justo del tiempo de espera y dejó otras monedas más en pago de la propina.
Haciendo un poco de tiempo miró hacia todos lados...
Sin rastro.
Suspiró y decidió marcharse pensando de inmediato en entrar a cualquier café internet para darle la No Admisión y eliminarlo por completo.
Su corazón se vino abajo cuando lo vió conectado en línea.

6 comentarios:

Enigma dijo...

¿Cuantas historias como esta habra hoy en dia?, digo, me parece ya muy normal hablar de amores en la red, por ende, hablar de desamores.

Buen lunes Dra. Un beso

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Anónimo dijo...

Será sólo la ilusión de encontrar en línea eso que no nos atrevemos a encontrar en persona?

Y claro, eso de banear son palabras mayores... alguna excusa encontrará.

Saludos y linda semana!

Anónimo dijo...

AHhhh desgraciado!!!! esas citas no me laten!!!
Buen día.

argos dijo...

¡¡Besos!!

RomanTM dijo...

Bienvenida al club, me gusta mucho tu blog, aún cuando no dejo muchos comentarios, me gustan las historias, unas más que otras, pero hacen que las visitas sean regulares por estos rumbos.

Saludos, buen inicio de semana.
Román T.M.

Luis Colorado dijo...

Pero que pasó después, espero que haya siguiente capitulo...