Emociòn

Si mis queridos Bloggers, hoy tengo un raro feeling de emociones dentro de èsta cosota de cuerpozòn (rima con sabrosòn).
De sentimientos extraños son esos que con èste cambio queretano lo siento cada vez mas.
He conocido ahora a gente muy humilde, sencilla, que te otorga su corazòn en la palma de sus dos manos. Tambièn, con esto del reclutamiento de personal para obreros en general, he sabido porquè mucha gente tiende a criticar a aquellos que buscan trabajo rogando a Dios no encontrar.
Irè por partes: La primera, en una parte de la ciudad de aquì, se caracteriza por darle empleo a las personas con capacidades diferentes. Recuerdo haberlo hablado en algùn otro momento, pero no lo habìa vivido tan cerca. Pues bien, todos los dìas hago mis compras en èsa tiendita y el viejito que me atiende, por nacimiento, su columna està deforme, misma cosa que le hace con todo su cuerpo. Cuenta el Señor que nunca pudo ser Profesor, carrera que añoraba. Màs bien le apodaban El Jorobado de Notre Dame. De vuelta en vuelta la vida le diò la dicha de enamorarse pero nunca de casarse. Trabajò por aquì y con chambitas por allà. Ahora es un cerillito y creanme, se lleva mi corazòn. Siempre sonriendo, siempre deseando un bonito dìa o una buena noche. Se nota que si hubiera sido profe Sì que la profesiòn la darìa con todo el corazòn. Muchos niños se quedan con èl y comienza a contarle cuentos mientras sus mamàs se surten de las cosas que compraràn en el pequeño supermercado. (Màs adentro, la que acomoda cosas en los estantes, no tiene un brazito crecido.).
Tras una tristeza grande que tenìa la tarde de la semana pasada, al momento de guardar la leche que llevaba, le pedì que no me pusiera bolsa, que no era necesario, para ahorrar y para no crear basura. Se sonriò, como si supiera que hablaba triste. Me mirò a los ojos de manera rara y me tocò la mano. Me dijo: Madrecita, no se preocupe, yo me encargo de que no se ensucie el mundo... ni su alma. Que tenga buena nochecita. -Me diò la leche en las manos y siguiò atendiendo a la señora de atràs... Sentì extraño, me dejò ahì con cara de sorprendida...pero me cambiò el flujo de energìa y me hizo ver mi tristeza de otra manera. Oh si.
Por otra parte, cuando me crean sentimientos de confusiòn, mis ojos de bolita no hacen màs que abrir y cerrar en pestañeos, ahì les va: Se contrata a gente que no ha terminado la secundaria para trabajos menores, pero... a) llega un chico de 23 años con una melena que nomàs no era leòn porque no rujìa, pero se le daba el comentario de cortarse el cabello porque tenìa que limpiar unas àreas delicadas. Con dos hijos y esposa y tan jovencìn era lògico que buscara chamba... pero dijo: -No pus no me puedo cortar el pelo porque no me gusta. Muchas gracias, busco en otro lado No pus muchas gracias -¡ZAS! b) Llega una señora, ya madurita, recomendada de un señor que ya trabaja ahì. Pero la señora, reeegordeta y con chiclito en la boca daba la sensaciòn màs bien de querer trabajar en otros oficios antiguos.Y en el momento en el que se le pide la carta de antecedentes no penales grita y nos mira y hace un escàndalo que diò miedo, casi se desmaya y dice que ella criminal nunca ha sido, que còmo nos atrevemos a pedirle eso. Se diò la vuelta, azotò la puerta y nunca màs supimos de ella. EHH???? c) Llega un chico, jovencito, penosillo, menor de edad pidiendo trabajo de lo que fuese porque necesita dinero para casarse. No podemos ofrecerle a menores de edad trabajo pero si podemos hacer una excepciòn bajo no sè què estatuto. La propuesta es que sea de intendencia: - No pues... mejor le doy las gracias porque no lavo los baños, como que eso lo hacen las mujeres y yo me vomito... yo les llamo para decirles si sì o si no. ¡POING!
Y bueno, ya con todo esto, dìganme si no el mundo es raro de sentires.
Es viernes y se aproximan cosas de relax. Irè a Mèxico, D.F. a empaparme un poco de todo. Hay reuniòn bloggera en el Hard Rock Cafe Polanco. A partir de las nueve de la noche creo... Irè llegando alrededor de las once cual cenicienta sin calabaza. Los que gusten allà nos vemos, serà un placer estrechar manos. Ya les contarè.
¡Felices dìas!