06 octubre 2008

Sin frìo

He visto el amanecer desde lo alto del ajusco, es hermoso, es tangible, es helado...
He sentido el viento cuando solicita pasar entre los cabellos, asì, tranquilo, asì de quieto...
El sol apenas y va despertando, alejado, enternecido, pero siempre a su temperatura: Caliente.
Los pinos, el pasto y todo cuanto rodea el ambiente es fresco, es delicioso.
La piel es tibia, ante un abrazo gèlido del clima que promete cambiar y sin embargo todo es hermoso, todo es bello, todo alucina en un canto de aves madrugadoras.
Bajar despuès... en silencio, con mi sola presencia, con mi ùnica voz, no enciendo el stèreo, quiero conservar la atmòsfera. Salgo del campo y entro a la ciudad.
Otra vez a la Universidad.
Es un alivio contar con ventanas màgicas que permitan huir asì de repente a la humanidad completa.
'A respirar de nuevo se ha dicho!

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