28 junio 2005

Impresión a color I

Yo sabía que el nerviosismo se manifestaba muy claramente en la cara a través de la lente por eso decidí respirar más profundo, no sabía en qué forma me iban a tratar y simplemente comencé a pensar en ello, en ese instante dejé que los nervios brotaran con mil preguntas en mi mente antes de que todo comenzara, para que cuando fuera mi turno todo desapareciera: ¿Y si la sesión termina en otra cosa?, ¿Serán leales a la imagen? ¿Quién verá todas esas fotos? Sólo espero y deseo con toda el alma que nunca alguien fuera de mí y de Esperanza conozcan mi “osadía�.
Esperé pacientemente, mascando un chicle que me ofreció ella al dejarme como niña chiquita en un colegio donde no conozco a nadie, donde no sé lo que va a pasar –Mastica esto y deja de pensar niña tonta, todo saldrá bien, eres bonita y no debes más que pensar en ello...- Era una sentencia que me fue cayendo poco a poco a medida que veía a mi alrededor y me habituaba a la presencia de dos chicas más sentadas espaciadamente, asumí que tampoco se conocían.

Una lucía fastidiada, sobre maquillada y mirando el reloj a cada momento que cambiaba de posición, nadie imaginaba que ahí, en ése pasillo callado, mi corazón latía a mil por cada vez que ella cambiaba su mirada, hubiera jurado que se oían los latidos en el eco del silencio entre nosotras, vanidosa y desdeñosa mirándonos a ambas que simplemente la veíamos y bajábamos la vista, como no queriendo ser vistas ni por ella siquiera.
La otra, sumisa, no hacía más que agarrar su delgado suéter y apretujarlo hacia su pecho, quizá rezaba, quizá también temblaba por aquello que fuera a pasar. Lucía delgada, más que yo, su piel denotaba un estado de desnutrición que se notaba en los huesos de sus hombros. Es bonita si, le ayuda el cabello suelto y corto. Aún siendo bella se nota cuando sientes que alguien te mira de arriba hacia abajo.
Al abrirse la puerta de ese salón mi cuello no alcanzó a ver más allá de una cortina roja, de gran terciopelo, sujetada por dos clásicos cordones dorados y un vejo de incienso suave que salía de dentro, ¿rosas quizá?, música suave de esas que se tocan en los restaurantes de grandes menús. A la desesperada le cambió de forma inmediata la cara que tenía, poniendo su mejor sonrisa y voz melosa a quien saliera. Un chico no mayor a los 20 con tatuajes y piercings por todos lados con ánimos presurosos preguntó cuál de las tres se llamaba Caty y la más tímida apenas y pudo articular su voz
–Soy yo, a mí me dicen Caty- Y se paró mirándonos de forma rápida y comenzó por poner su suéter en el sillón de a lado, sus manos se dirigieron a los botones de su largo vestido de mezclilla –Aquí no- dijo el chico mirándonos de reojo- digo, espera unos momentos, ven conmigo- le interrumpió el chico con ojos vivaces, prestos a guardarle el cuerpo antes de tiempo. La chica tímida subía en colores de pies a cabeza y en aquel instante en el que fue llamada, caminaba y sólo me miraba a mí, como queriendo decir que Yo dijera No, que yo la rescatara de las últimas horas que le quedaban de inocencia...
Y la risa fingida no se hizo esperar al cerrar aquella puerta, provenían de la que quedaba frente a mí, en tono burlón y conocedor
–Tu nunca habías venido, ¿verdad?- Sólo moví la cabeza, no salía nada de mi garganta.
–Es fácil, sólo basta con que te sientas segura. Saben lo que tienes y lo tienes que aprovechar tú, no ellos. Yo comencé como tu, pero antes de traspasar esa puerta yo ya sabía lo que había que hacer, “naturalidad� es lo único que te alaban, alguna que otra vez poner cara de tontuela y siempre demostrar que eres feliz, me entusiasmaba la idea de que todos me vieran y se quedaran boquiabiertos de mis formas...
Y la miré y ví cómo salían de sus ropas los senos, y me percaté de lo poco que vestía, pero el lugar lo ameritaba cuando ví que yo tardaría más en quitarme todo lo que traía puesto... Quizá en mi inconsciente, era algo que no deseaba hacer y si así era, ponía más y más tela a la piel.
-Mi novio me ayuda en todo esto, porque a veces no tienes idea de lo que les gusta ver... ¡Los hombres tienen cada cosa en su cabeza tan estúpida que solo piensan en que se te vea más de todo!, Toma, es un dulce de menta, te va a ayudar mientras te dure en la boca y cambia esa cara que no te ayuda en nada- era un puente que me daba para que yo no preguntara nada, pero al menos me hacía el tiempo leve de lo que tanto esperaba que llegara, así, en un minuto, el mismo chico salió y dijo que entráramos las dos, que ya estaba todo listo. Así que respiré y quedé con la firme idea de parecer una chica tranquila pero no nerviosa, mi decisión estaba tomada...

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Que miedo me daría hacer mi vida así, a merced de otros.
Ay.

lefou dijo...

estrepitoso relato, a veces la vida te pone donde nunca te imaginas..
saludos

rossmar dijo...

espero la impresión a color II,
pero mientras puedo decir que me encanto tu manera de relatar la situación te mando un beso enooorme

Enigma dijo...

Porque no... aveces asi de cruel es todo... creo Yo que...

Continuara (esta opinion en la siguiente parte del relato)

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Isthar dijo...

A veces es necesario aprender a desdramatizar determinadas cosas.

Y si no se está segura de algo, mejor no hacerlo ;)

AndreaLP dijo...

Muy interesante y vívido el relato. Espero el II!

Saludos.

@Jonathanvzla dijo...

De que se trata todo?... puedo verle varios significados...

Freddy dijo...

sucedió en un burdel, con el ginecólogo o con el dentista?,jajajjj........se me olvidaron los chones con el dentista...saludos y échale ganas

Anónimo dijo...

No valeeee !!!

me has dejado con la curiosidad de saber que va a suceder detrás de esa puerta.

Que buen relato, atrapas al lector desde el principio y vas incrementando el suspenso hasta llegar al punto donde es imposible hacer a un lado la vista.

Espero ansioso la siguiente parte.

Unknown dijo...

Oyes sí, frente a la cámara me pasa eso sin si quiera desnudarme. Qué miedo!
Muy buena capacidad narrativa, regreso.

Anónimo dijo...

- - -

Wow !!
oy me he vuelto onomatopeyica...
Tu relato es fenomenal !
hasta puedo sentir el pudor de esa chica timida...y los nerviosismos de la que estaba primera. Tambien senti con cada detalle el modo en que la que relata obverva su alrededor...
Te dejo un beso**!!!
chuiksssss****
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