09 noviembre 2006

Pensamientos

Siempre me había mirado con toda la maldita expresión libidinosa que un hombre pudiera guardar en su vida. A cada momento, cuando hubiera una canija oportunidad se asomaba y lo que fuera de mí éso miraba. Yo no podía entender cómo era tanto el gusto si cuando yo miraba a alguien que me agradaba en la escuela, había momentos que de tanto verlo me fastidiaba, neta.
No pasaba lo mismo con El, ni siquiera puedo imaginar desde cuándo me miraba así el grandísimo cabrón, pero desde que era pequeña ya lo hacía y yo me sentía incómoda, más aún, si en la vecindad, había la oportunidad de que estuvieramos en fiestas y éste se acercara lo más posible a mi cuerpo. Tal vez a un metro de distancia o hasta más yo llegaba a sentir su asquerosa respiración mas nadie parecía tomarlo en cuenta. Como era el que ponía más dinero a los festejos pues era al que le hacían más la barba para cualquier chingadera.
- Pásele doctoricito, buenas tardes doctorcito, adiós doctorcito...
Y el pinche doctorcito por la lana que ganaba de tantos pinches abortos, como no tenía en qué gastarla, pues era la dizque beneficiencia de los jodidos. Yo creo que nunca se fue del barrio porque sabía que en cualquier momento la poli lo agarraba por hacer sus desmadres con las mujeres que quedaban embarazadas. Alguna vez un inspector lo fue a buscar, según porque buscaban a un hombre que habían balaceado y les habían dicho los maloras que habían visto cómo él los curaba.
Pura pinche envidia de los que no se daban cuenta que ése tipo procuraba a la vecindad y a sus malditos rateros.
Y era de esperarse que con mi padre fuera muy complaciente, amable y hasta cierto punto amigable regalándole su veneno de todos los días: El maldito Alcohol.
Tanto o mas para que se largara por días a otras colonias y dejara de golpear a mi madre.
Total, ella ya estaba madreada por la vida y que llegara mi padre y le rompiera la cara no era algo que el pinche doctorcito tuviera como norma... aunque con tal de que se metiera a nuestros cuartos con tal de irla a ver, era capaz hasta de robarse mis calzones para andarlos oliendo.
Eso decían las chavas más grandes que yo.
Alguna que otra vez lo sorprendían en la azotea, agarrando la ropa de las putas o de alguna que otra vecina. ¡Desgraciado!...
Todo eso se me viene a la mente ahora que el pendejo se ha parado de su cama a tomar un vaso de agua. Hasta preparó sábanas nuevas y toda la cosa aunque la bacinica siga oliendo debajo de la cama... ¿Cuánto habrá pagado a mi madre para que yo me acostara con él?.
Jamás lo supe, pero me convertí en una especie de tesoro que guardó desde siempre y que tendría una sola vez en su puta vida.
Lo supe cuando vi cómo anoche me decía un montón de cursilerías, todas estúpidas y como de antaño. No sé si me parecieron así por lo mareada que yo andaba o porque de plano era mi primera vez, pero me pareció todo un circo para lo que llegó a ser.
Sé que nada cambiará a partir de ésta mañana, aunque si sabré que cuando vaya a desayunar a mi casa, la que está arriba de las escaleras, casi enfrente de éste cuchitril, mamá ya tendrá mejor puesta la mesa que ayer y comeremos dizque como príncipes.
Si hago esto cada vez que se me pegue la gana... ¿cuándo podríamos comer mejor?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

... por comida, muchos hacen hasta lo indesible, claro, a ella ya le parecio facil, y facil sera siga en dicha ruta.

Un beso Dra

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Anónimo dijo...

MMM cruda historia...
Saludos .

Anónimo dijo...

MMM cruda historia...
Saludos .

The_Saint_Mty dijo...

Las circunstancias, el ambiente, el entorno...El principio de una historia cargada de crudeza, que bien que existe...Saludos Dra.

Anónimo dijo...

Doctora, ese ánimo está como para arrugar corazones con estas historias!!!

Saluditos

rossmar dijo...

mi queida Dra. que crudo esta este post.

abrazos

Anónimo dijo...

Pinche doctorcito, y pinche madre, ella una victima de la circunstancia, pero aún no de la vida, esta en ella seguir a un camino diferente. Que no es lo mismo piruja que dama de compañia, hay dinero de diferencia.