La niña lloraba en esa esquina, lo hacía en silencio, hecha bolita tras el ropero viejo que le cuidaba en perspectiva.
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La niña lloraba y pensaba en su mamá, la extrañaba, le gritaba en silencio, se desgarraba en el alma por desear tenerla a su lado.
La niña lloraba y pensaba en su mamá, la extrañaba, le gritaba en silencio, se desgarraba en el alma por desear tenerla a su lado.
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Su muñeca le acariciaba la mejilla, como si recogiera con su tela cada una de sus lágrimas que derramaba, tal vez de dolor, tal vez de tristeza, tal vez porque ya eran muchas las que secaba constantemente.
Su muñeca le acariciaba la mejilla, como si recogiera con su tela cada una de sus lágrimas que derramaba, tal vez de dolor, tal vez de tristeza, tal vez porque ya eran muchas las que secaba constantemente.
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Las dos lucían maltrechas, despeinadas, una mocosa y la otra sonriente, con los vestiditos sin vida ni color. Ambas abrazadas para recibir el consuelo de su fraternal amistad.
Las dos lucían maltrechas, despeinadas, una mocosa y la otra sonriente, con los vestiditos sin vida ni color. Ambas abrazadas para recibir el consuelo de su fraternal amistad.
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El cielo parecía que les acompañaba en lluvia, con goteos de la casa que apenas y podía ser eso. Goteras en algunos lados, piso húmedo y lodoso en otros.
Son de esas vidas en las que uno ni siquiera piensa un ratito. Son de esos lugares en los que tal vez por los cuentos nos imaginemos que existen.
El cielo parecía que les acompañaba en lluvia, con goteos de la casa que apenas y podía ser eso. Goteras en algunos lados, piso húmedo y lodoso en otros.
Son de esas vidas en las que uno ni siquiera piensa un ratito. Son de esos lugares en los que tal vez por los cuentos nos imaginemos que existen.
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La niña lloraba con los ojos cerrados, deseando mirar en sus adentros los pocos recuerdos alegres que tuviera, tal vez en sus juegos, tal vez en el pasto, tal vez en el regazo de alguien que le dijera que podría ser un hada cuando fuera grande.
La niña lloraba con los ojos cerrados, deseando mirar en sus adentros los pocos recuerdos alegres que tuviera, tal vez en sus juegos, tal vez en el pasto, tal vez en el regazo de alguien que le dijera que podría ser un hada cuando fuera grande.
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Nadie le habló a sus prematuros seis años de que alguien podía morir, de que existía el cielo, de que Dios se llevaba a las personas, nadie le ha asegurado que su mamá le vea desde arriba para que el consuelo quede en los ojos elevados para ver si las plegarias son escuchadas.
Nadie le habló a sus prematuros seis años de que alguien podía morir, de que existía el cielo, de que Dios se llevaba a las personas, nadie le ha asegurado que su mamá le vea desde arriba para que el consuelo quede en los ojos elevados para ver si las plegarias son escuchadas.
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Escucha sin querer los lamentos de un padre que yace alcoholizado, allá, en el otro rincón. Tenebrosa a que por temor se levante de nuevo y le pegue por no lavar los pocos platos de plástico que hay allá afuera, en un fregadero mal puesto entre lodo y gallinas.
Escucha sin querer los lamentos de un padre que yace alcoholizado, allá, en el otro rincón. Tenebrosa a que por temor se levante de nuevo y le pegue por no lavar los pocos platos de plástico que hay allá afuera, en un fregadero mal puesto entre lodo y gallinas.
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Tal vez, dado el tiempo, comience a perder las ilusiones de niña, los anhelos de pequeña, de saborear un caramelo o de gritar entre juegos de escondidas y encantados.
Tal vez, dado el tiempo, comience a perder las ilusiones de niña, los anhelos de pequeña, de saborear un caramelo o de gritar entre juegos de escondidas y encantados.
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Antes los niños de esa ciudad perdida se le acercaban, le hablaban, la invitaban a hacer lo que todos ellos en los charcos, en los columpios de llanta, en las colinas de basura… ahora sólo la miran, callada, sin habla, hacer lo que deba de hacer alejada de todos, huraña, esquiva.
Antes los niños de esa ciudad perdida se le acercaban, le hablaban, la invitaban a hacer lo que todos ellos en los charcos, en los columpios de llanta, en las colinas de basura… ahora sólo la miran, callada, sin habla, hacer lo que deba de hacer alejada de todos, huraña, esquiva.
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Se rasca las piernitas presa de piojos y pulgas, sin perro tal vez que se le acerque por temor a ser contagiado.
Se rasca las piernitas presa de piojos y pulgas, sin perro tal vez que se le acerque por temor a ser contagiado.
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Así el tiempo le seca sus mugrosas lágrimas que escurren hasta su muñeca…
Se cansará…
Así el tiempo le seca sus mugrosas lágrimas que escurren hasta su muñeca…
Se cansará…
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Tendrá hambre…
Tendrá hambre…
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Se dormirá…
Se dormirá…
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Dejará que pase un día más sin que recuerde el momento en que dejó de ver a su mamá.
Dejará que pase un día más sin que recuerde el momento en que dejó de ver a su mamá.
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12 comentarios:
Nena, que relato más triste, o será hoy las lágrimas se me salen con facilidad.
Me has hecho llorar.
Pues algo para meditar muchos saludos ehhh y espero estes bien
buen fin de semana :)
es curioso realmente nos parecemos mucho las personas en eso del sentir...
una vez escribí un relato parecido pero no podía evitar sentir pena cuando veía la vivacidad de lo escrito, capaz que me gustaría tenerlo ahora pues me siento por igual...gracias
Mil gracias por tus comentarios!!!
Te reitero lo escrito en uno de mis post: mi admiración, cariño y respeto!!!
Que padre es poder sentir algo y plasmarlo, coincido con Ross...
Un abrazo querida Kleine!!!
Tus radiografías de vida.
En la delgada línea de la ficción y la realidad (su alimento).
Exquisito.
Pero cómo duele!
Buen finde Dra.
No pude evitar sentir un clavo candente en el corazòn... por que es una triste realidad.
feliz fin de semana Doctora Kleine.
Una triste historia que se repite en muchos rincones de la tierra, donde esos niños sin infancia ven pasar la vida entre miseria y espanto. Abrazos.
Y luego nos preguntamos en que momento los humanos nos podemos convertir en monstruos o verdaderas maquinas sin sentimientos, es a consecuencia de una vida dificil y de momentos tan complejos por estos! que triste historia y a mi tambien me ha robado una lagrima o tal vez dos =(
... en ocasiones pareciera que la ficcion rebaza la verdad, peor no es asi, sin duda mi adorada Dra nos recuerda esa verdad
Un beso
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
Triste pero hermoso!!
ay nooo. esto es algo muy triste, tan sola, tan triste,, sniff...
saludos kleine! tu mama es de sonora??? de donde???
saludos
solo pensar que eso sucede a cada rato y en tantas partes del mundo.. eriza la piel y aprieta el corazon...
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