08 mayo 2008

Testigo

¡Estuvo buena la peda!- Era lo que todo mundo comentaba despuès del evento, del fandango, del jolgorio. La Lucy luciò sus mejores garritas, la Mary se saliò del huacal con todo y zapatos, enseñando el cobre con tan solo dos cervezas. Valiò madres la santidad de Doña Juana cuando se percatò que ya habìa bailado con el odioso de su vecino Juan.
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Lo que hace el alcohol, les mata las neuronas y los vuelve histèricos al otro dìa...
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Asì los que quieren celebrar, aunque se queden sin un centavo, aunque anden empleñando lo màs preciado para que nunca màs lo recuperen despuès...
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Santa Màrìa, madre de Dios... dales la paciencia de que hagan algo despuès del jolgorio. Tal vez recoger la basura que hay fuera de sus casas, sin contar de las envidias que surgieron de los que no fueron invitados.
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¡Estuvo buena la peda!- Se repetìa la voz en mis adentros cuando miraba a cada uno de los que vì perder el glamour vomitando en el patio oscuro donde abundaron los fajes y las atrevidas caricias.
Y mi ventana mirò todo... Y mis oìdos igual. Imposible que te unas a la fiesta pero si al evento silencioso cuando nadie deja dormir al de al lado.
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Ahora los miro y crucifico con la mirada... si supieran... si supieran que sì estuvo buena la peda...
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Je.

1 comentario:

Mr. Magoo... dijo...

El primero... again...
Que bonito es lo bonito no? y el alcohol a veces hace maravillas, a veces hace cada desfiguro, a veces hace cada tragedia...
insisto, que bonito es lo bonito.
Saludos.