La mañana fue encantadora, rozar las sábanas y estar entre tus piernas me indicaba que aún volaba en esa nube de ilusión. No había sido un sueño.
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Recodé entre recortes los momentos más fascinantes asegurándome de que no fuera mentira nada de lo que había pasado... y no, no había sido falso lo que yo sentí.
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Me enamoré nuevamente.
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La noche ahora parecía tan lejana a mí como lo que había sentido en siete o más ocasiones.
La elevación al cielo, el caminar en estrellas, sentir la luna y su luz tan intensa reflejada en tus ojos grises me daba la pauta a grabarlo tantas veces fuera necesario en mi memoria, en mi corazón, en mi piel y hasta en mis ganas de desear que el encanto se virtiera de nuevo sobre mí.
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Fueron momentos de silencio entre mi despertar y tener tu presencia dormida a mi lado.
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Ahora el verte, quieto, gentil, desocupado de poses y sin tu mirada dirigida me daba el poderío de probarte ahí, de guardarte, de armirar tus piernas, tus brazos, tu olor, tu cabello rizado.
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Quisiera congelar este instante.
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A lo lejos ya comenzaba la actividad, ya se oía la rutina de autos, vecinos, avecillas.
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Dirigiendo mi vista hacia tu ventana dominante de todo Cuernavaca ruego que no detengas tu respirar ni tus ganas de quererme todavía.
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El tiempo da la hora, tus ojos ya cobran vida.
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No... No quiero que esto termine.
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¡Me encantas!
4 comentarios:
Guau! las cosas que nos hace sentir el enamoramiento son geniales. Plasmarlas en letras, no tiene comparación.
Saludos Dra.
Doctora!!!!! Las brujas le aplaudimos, tendrá que contar con lujo de detalles esta narración, sin omitir nada de nada. Le dejo un abrazo fuerte y las bendiciones de nuestra patrona Nix por que la silusiones se conviertan en hombre. Ya pronto vuelvo, ya pronto... Un beso. Señora C.
¡Bello!
Hermoso, simplemente hermoso. Que lindo es sentirse asi no cres? Y mas lindo es tener a alguien que, si no lo escribiese con tanta belleza, al menos pensara eso de uno....
Se pulio doctora, se pulio, esta barbaro.
Un abrazo.
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