¿Qué tan elemental suele ser un café en tu vida?

Cuando partimos de que, ni siquiera sabemos que la cultura del café tiene un ritual grande, específico, profundo y de gran mundo, nos preguntámos hasta donde ha trascendido en nuestro ritual personal que cada mañana podemos llegar a ejercer sin que quizá lo notemos de primera instancia.
Gracias a los aparadores sé que hay infinidad de granitos, con varios colores y combinaciones, pero no puedo ir más allá de lo que mi querido Wal-mart, The Italian Coffee, Café Tostado de Córdoba o Aurrerá me pueden explicar.
Cuando te digo café, me pregunto ¿en cual piensas? en el café de la oficina, de tu casa, de una cita traviesa o el de un clásico muertito, ¿no? Café de grano, café molido, clásico, colombiano, veracruzano o cubano...Me declaro una ignorante total, con la plena conciencia de que sólo al que lo vende le pido que lo escoja: “el que tiene olor rico y buen sabor matutino�, el pobre ya sabe de cual, pero al principio todos tenían para mi el mismo olor, el mismo aspecto, negrito y redondito...¡Qué arte frente a nuestra nariz!. Si ya hay exposiciones de ello ¿porqué no adentrarse en el mundo de su himnotizante aroma?.
Qué te puedo decir que muchos no hayan mencionado, sobre todo de su sabor ¡ah! Pero la clave está en el momento, en el tiempo y en la compañía en que lo disfrutes... y es que, sin temor a caer en los ya conocidos comerciales de marcas, desde que despiertas sientes esa necesidad de sentirte apapachado por un revitalizante sabor, sin estar cruda—aclaro-- algo que te dé los buenos días con un buen sabor de boca.
¿Has visto el comercial reciente de Nescafé?, donde el chico aún no ha despertado del todo estando en la oficina y súbitamente “Su alma� despierta y va en su búsqueda, para cuando da el primer sorbo de súbito entra su alma en él y despierta. A mí me pasa lo mismo, pero no en la oficina, en la cocinita de mi casa.
¿De dónde viene tanto gusto? De la gente que nos ha heredado su gran legado de conocimiento, del saber de sus tierras y lo que de ella emana...pero yo de eso sé poco en realidad, mero cuento al más puro estilo kleinecino; aún cuando hay crisis o para no dormir, ¡ahí está el pretexto!, terminas botezando pidiendo café.
Sin embargo, me envuelve el café en el terreno romántico, en el sentir de los sentires, en los momentos en que el bello café se encuentra en el punto exacto de ser testigo integral de todo lo que ocurra al inicio de éste..o al final de aquel momento compartido, ¿es en un café donde inician y terminan relaciones? Quién no te ha conquistado con la invitación del “nos vemos en un café�... Hay canciones, hay poemas y si no mal recuerdo escenas teatrales donde saltan momentos de emoción, quizá sólo es el preámbulo de una vida sentimental, pudiera ser la interfaz de un descanso entre palabras o de un pretexto para dar sorbo mientras se piensa en la oración exacta al inter que escucha en el sutil encuentro de dos y ¿porqué no? ¡hasta de muchos!
¿Quién no piensa mejor en la junta con un café? No es para estar Ad-hoc, pero creo que si es para que tu cuerpo armonice con el ambiente...ese olor, ése sentir de no se donde que te invita a beberlo, juntas y conferencias, negocios y placer.
Hasta aquí me detengo también para hacer honor a quien tan buena compañía le hace en cada acontecer, suele ser unas veces egoísta pero buena mancuerna suele tender, nada mejor que la pareja del café...galletas. ¡Que si las abuelas son expertas señor! Ya de chica la mía me ponía frente al televisor con un plato al borde de galletas , ponle la clase que quieras, pero combina, para que se llene la gorda, para que tome algo el pobre, para que el mendigo beba en noches friolentas, siempre da la mano cortézmente a quien se lo pida.
¿Recuerdos por el café? Pueden ser los olores quienes te remontan, el sabor mismo hablará con tu memoria. De nostalgias, lugares y viejos amores, el corazón repalpita cuando rememoraste al mirar al pasado en el momento de una despedida...
Si de sentimientos se trata leelo en escritores, posados anónimamente en la mesita de cualquier lugar, han concebido sus mejores rasgos de obras literarias,dando sorbo a sorbo el plan maestro de una obra que tiempo después será dará a la luz descubriendo el lugar donde fue concebida.
Sólo para concluír, mi antiguo jefe alemán me sorprendía con sus 7 tazas diarias, 4 de ellas cada vez que hablaba con su esposa al teléfono y eso si, colgado de su taza “El Gran Jefe�.