¿Porqué me estreso en Lunes?

De chica me acuerdo que los domingos era el tiempo en el que jugaba con mis primos en el lodo –si, cual vil cerdita- y me divertía enormemente quitándome el lodo seco de las piernas. Era una especie de depilada naturista que en el futuro iba a extrañar porque cuando uno es pequeño no duele nada. Ahora hasta para quitarme un bigote mal salido grito como foca en circo. Pero volviendo al punto, retornaba saltando y silbando a casa y mamá me congelaba con su frase: “Arregla las cosas para la escuela que mañana ya es Lunes...� e inmediatamente me cambiaba la carita sonriente. Pensaba en el maestro, en las clases y en tedioso que era tomar matemáticas a la primera hora.
En secundaria era tenebroso que me llegara el domingo por la tarde y darme cuenta que en pocas horas sería Lunes y mi experimento de “ósmosis� aún no surtía efecto. O peor... Tener examen en lunes y pensarlo todo el fin de semana anterior, teniendo pesadillas, sueños extravagantes o alguna idea socorrida del cómo hacer trampa sin que el maestro te viera en plena acción. Eran días en los que mi mente sólo pensaba en los lunes, lunes y muchos lunes angustiosos.
Con el paso de tiempo ya entrada la Universidad, cuando sientes que te comes el mundo a mordidas, comienzas la farra (fiesta entre alcoholes, amigos, sexo y rock & roll) desde el viernes en algún sitio donde haya sol, palmeras y relax. Todo es alegría y caras coquetas pero algo mágicamente te transforma cuando se llega al cabo de las siete u ocho de la noche (según tu horario) en el que ya piensas en el villano Lunes, comienzas a programarte, sientes la descarga de cansancio y los ojos se te cierran: Ya quieres que sea viernes de nuevo.

Ya en la catarsis del Lunes sientes que Don Despertador se burla satánicamente de ti, te para con un sonido espantoso que deseas se calle en el acto, las cobijas te pesan, tu cama se aferra a que no la abandones y tu almohada la sientes más cómoda que ningún otro día... pides cinco minutos de tregua; Pero recuerdas que es Lunes, que habrá mucha gente, que es inicio de semana, que hay planes que no se terminaron el viernes que una junta empieza temprano o tu jefe llega siempre antes que tu y comienza la neuronita a andar y a andar... imposible descansar así!!
¿Has visto la pose de Garfield?, el gato odia los lunes, Snoopy siempre prefiere dormir boca arriba con Woodstock (Emilio) para no hacer nada en lunes.
Los lunes nos convertimos en cuasimodo, con una joroba que nos pesa enormemente por los estragos del fin de semana. Estas cansado de lo que sucedió y simplemente andas con ojos entrecerrados y una promesa de dormir más temprano para no sentirte así...
En el transcurso del día sabes que ya está pasando lo difícil y poco a poco tomarás auge en el carril de la semana, de posición simiesca irás perdiendo curva y te irás enderezando recobrando fuerzas, agarrando al toro por los cuernos y claro haciendo planes para el siguiente fin de semana.
Y tú... ¿cómo superas el stress del Lunes?