Si hay osos tenebrosos

Nunca les ha tocado hacer un ridículo a lo grande justo cuando NO debió de haber pasado?

Es tenebroso el momento.
No sabes qué hacer, miras a todos lados, sólo piensas: “esto no está pasando, no me está pasando a mi...� Y cuando ves que todos los ojos te miran... ¡¡SI!! ¡¡TE PASA JUSTO A TI!!

Perikito siempre me preguntaba cuántas veces en mi vida he hecho “el oso� (entiéndase por oso acción ridícula o accidente imprevisto en mal momento).
¡Ay mamá pulpa!, cada vez que sucede...

Oso Antiguo No 1.- En algún momento de mi puberta vida, siempre tenían por costumbre los profesores de la preparatoria elegirme para dirigir los homenajes o eventos culturales, en cierto momento se dió cuando nos visitaba el Gobernador del Estado de Tlaxcala. Eso equivalía a pararte de madrugada cuando aún estaba todo oscuro, vestirte e irte temprano para el ensayo y en sí ya al gran evento. Todo transcurría de acuerdo a lo estipulado, bien peinadita, uniforme de gala planchadito y almidonadillo, cara lavadita, zapatos nuevos de charol blanco, bonita voz y se comenzaba a dirigir el programa.
Todos de pompa y guante cuando de pronto en el momento de pedirle a los presentes que se pusieran de pie para saludar a la bandera, en esas acciones de mirar hacia abajo... Dioses del Olimpo!... Dime que no... Dime que mis zapatos están bien, UNO NUEVO Y ¿¿EL OTRO VIEJO?? --- oh, oh... si hubieran sido del mismo color se perdona pero un zapato negro y el otro blanco no...nooo...en qué momento... ¡uy! El himno, el saludo y todo se me olvidó y por fracciones de segundos olvidé cuanto tiempo había pasado cuando me pedían que continuara el guión... pero estaba tan metida en ocultar mi zapato viejo que muchos miraron al suelo y por ende a mi zapato...cuál mirarán, el viejo o el nuevo...inmediatamente seguí como si nada pasara pero los colores me traicionaron, si mi cara hubiese sido una pantalla de arcoiris hubiera sido muy fluorescente!...¡Y risas! ¡Oh Por dios! Se dieron cuenta...
Al final, cuando le tocaba decir algunas palabrillas al Sr. Gobernador, consciente de lo que me había pasado y queriendo alivianar mi tensión lo único que recuerdo que hizo fue: “...vamos a felicitar al colegio y a la chica de los zapatos modernos por su buen comportamiento que demostraron durante todo el acto.
NOTA: Los profesores jamás habían caído en la cuenta y desde ahí en cada programa que me pedían era un anticipado: “Sin novedades ni protagonismos y con los mismos zapatos por favor�.
Oso Reciente No 2.- Cuando sales con alguien, en especial si sabes que es con ese alguien con el que debes de quedar muyyyyy bien, quieres ser de lo más bonito de lo bonito con todo lo chispeante que a uno le incluye en esos momentos, ah pero eso si, conservando el “caché� que a uno le caracteriza para dejar ese encanto en la otra personita, ¿o no?...
Hace poco me pasó algo de lo que ciertamente nunca, nunca me voy a olvidar, fui al parque de diversiones y ciertamente ha sido la ocasión en que más he gritado al subirme a todititos los juegos tenebrosos-rompe-cuellos. (Dicen que no es lo mismo los tres mosqueteros...)

Pláticas y emociones ¡uyyyy! recuerdos de aventuras osadas cuando de chico te sales de la escuela para ir a la montaña rusa, al escandaloso ratón y al que lo miras con ojos de bolita cuando lo ves por las alturas: la torre coca-cola o mejor conocida como Mauna Loa .
¿El error? Jamás en tu vida repitas un juego que nunca te gustó ni comas algo si vas a seguir disfrutando de las altas dosis de adrenalina... Si señores... ésta Lady perdió el glamour, la vergüenza y el porte de princesita cuando al estar junto al Lord de sus sueños con ánimos y porras subió al horroroso barco Nao de China, está lleno de barrotes para que te agarres como gato en jaula de pájaro, brrrr, no hice más que ponerme hiper-mega-nerviosa con los pelos de punta y gritando sin tono de relajo... frente a mi, dos chicas pubertas ¡¡ni siquiera estaban espantadas!!...de súbito una morbosa burbuja por el pecho, subiendo por cuello y culminando en mi boca salió apresuradamente... oh, oh... supe lo que era cuando se plasmó asquerosamente en el cabello de una de ellas...¡¡gua-ca-la!!...(el menú me lo reservo).

Quiero bajaaaaarme, escondeeeeeeeeerme o algoooooo! No quería ni siquiera voltear a ver
a ya-sabes-quién... ¡qué-pena!...
Resultado: Bajé como la más indiferente de las mujeres fingiendo que no fui yo cuando caminé detrás de las pubertas que no hacían más que mirar hacia atrás para ver quien rejijos les arruinó su limpiecito look. En ese momento deseaba bañarme en lodo, (nótese que es inodoro y oculta bajos olores), esconder mi cara en bolsa de pan, o pedir mil disculpas a mi acompañante, pero fue tal mi temblorina de patitas que no atiné más que sentarme en la primera banca del parque...y migraña hizo su aparición. Al reincorporarme tenía ya un hielo en mi cabeza y estaba limpiecilla.
Caminamos hacia la salida y el oso quedó sellado con un besito de cachetito muy hermoso que me hizo subir más alto que cualquiera de esos pinchetos juegos mecánicos: Dioses del Olimpo y bajé y subí y bajé y subí...