
El teléfono sonó.
Era Jorge. No supe cómo reaccionar de momento porque mis emociones siempre salen al choque cuando no deseo que alguien se entere de lo que digo o siento. Luisa se percató y supongo que más pegaba la oreja para descubrir de quien se trataba, su mirada me inquietaba. Jorge también supo que no estaba sola, se alteró mucho más de lo que ya estaba, muchas preguntas y el interrogatorio por ambos lados es imposible para alguien como yo.
Siempre me prometÃa alargar el cable para internarme en la cocina o en alguna otra habitación cuando hubiese "testigos" escuchando pero hasta el momento no la habÃa llevado a cabo. He ahà mi error.
Jorge comentaba que la discusión entre Karla y él se habÃa tornado violenta, descubrió algunas marcas en su cuello que por obvias razones supo que no eran de él. Ahora sà deseaba saber si yo tenÃa algo de información al respecto. Luisa, con mi voz perturbada, supo de inmediato que se trataba de El, sin embargo no era la persona que ella pudiera querer. Ese sexto sentido que tiene la mujer para saber con quien anda su pareja es increÃble. Lo odiaba, bastaba escuchar su nombre para ver su cara repulsiva. Tomando serenidad dije que desconocÃa todo en cuanto a los movimientos de Karla argumentando que no era el momento propicio de hablar de ella. Me dijo que nos Ãbamos a largar a un viaje sólo él y yo. Que me llevarÃa ya mismo mi boleto. Vaya manera de olvidarse de sus "palomita".
Supe que en la discusión ella saldrÃa de ahà para llegar al departamento, que él vendrÃa tras ella. Luisa se enteró en el acto, por toda mi conversación, que Karla habÃa estado con él, que era él su segundo frente cuando por meses ella creÃa que estaba al lado de su madre.
Colgué y en seguida me paré, suspendiendo la programación, le comenté que Jorge vendrÃa, no sé qué cosa le dije, yo deseaba que se fuera mas no fue asÃ...Ella tenÃa la idea que Jorge acosaba a Karla, que él le perseguÃa en todo momento, supongo que deseaba decirle sus verdades ahora que Karla estaba ausente, no era alguien que con palabras solucionara sus conflictos. Todo se estaba complicando. Le pedà que saliera del departamento por cuestiones que yo necesitaba arreglar con él. Digamos tecnicismos de pagos y cosas asà (un vuelo al caribe era un buen término técnico).
Cuando al cabo de convencerla estaba presta a salir llegó Karla, en una mar de lágrimas, maltrecha de la cara que de verdad no era para menos su llanto... Jorge le habÃa golpeado.
¿¿Con qué clase de hombres me estoy involucrando??
Eso fue lo que pensé cuando và lo que a Karla le pasó. ¡No quiero pensar que sea asà conmigo cuando mi vida es toda una caravana de amantes libres como el viento!.
La gota que derramó el vaso para Luisa.
Se abrazaron y Karla confesó lo sucedido, mas no en la versión que yo conocÃa. Luisa fue por hielos y yo por el alcohol. La cara fina y bonita lucÃa como un cerdo en carnicerÃa, rojo y sangrante a punto de reventar.
Karla Histérica, balbuceando mil cosas sólo escuchaba los gritos de Luisa que le pedÃa una explicación.
Ahora Luisa bufaba, me recordaba a esos toros que enfurecidos desean acabar con el torero de una sola vez. Le pedà a ambas que se calmaran por la tranquilidad de mis vecinos –y hasta de la mÃa propia-.
Con la ceja reventada no habÃa más que ir a una clÃnica para curar semejantes averÃos asà que tras el tiempo de quitarle las ropas desgarradas, vestirla con la ayuda de Luisa, me dirigà a la recámara para buscar mis documentos de emergencias médicas, debÃa tener descuento en algún hospital de aquellos lugares. Lentamente repasé si no tendrÃa a algún amante médico con el que pudiera yo acudir. ¡Para eso son las relaciones interpersonales! -me dije- Tomé el teléfono para avisar que en seguida llegarÃa con una paciente, la señorita me atendió amablemente...sonó el timbre de mi puerta y tras los segundos de caer en la cuenta que Jorge llegarÃa grité que no le abrieran...la recepcionista me preguntaba el despacho del doctor...Luisa escuchó demasiado tarde...unos ruidos, muchos gritos y voces de reclamo...encontré el alcohol... La enfermera no escuchaba bien lo que yo decÃa y atiné simplemente a decir que yo llegarÃa con una chica herida...allá afuera la voz de Jorge, maldiciones, la voz de Luisa, gritos desesperados de Karla, reproches de Jorge y Luisa. El departamento ya era una auténtica jaula de histeria cuando colgué y me dirigà al recibidor.
Mis jarrones, meras imitaciones de porcelana antigua, fueron los primeros en esparcirse en pedazos aumentando la tensión de mis nervios ante el arma que cargaba Jorge. Mi boleto de avión estaba en el piso.
- ¡Basta ya!- mis piernas temblaban apretando los algodones y el alcohol.
- ¡Maldito nido de Putas! – Jorge me apuntaba amenazante, encolerizado de saber de Luisa, de mi silencio, de que su hombrÃa era minimizada por un sexo con cuerpo de mujer.
-¡Merecen ir al infierno todas!-gritoneaba fuera de si.
Me quedé muda al tiempo que Luisa se colgaba de su cuello incesante por dejarlo al menos con golpes menores. La fuerza de Jorge imperaba más en el cuerpo de Luisa asà que Karla le hizo segunda. Yo estaba pasmada. No atinaba más que a ver a Jorge como un venado que es agarrado por dos tigres que lo obligaban a caer al suelo. El arma sobresalÃa de su cuerpo, me armé de valor y decidà arrebatársela a como diera lugar. ¡Todas sobre él!
¡Ya el lugar era un desastre!, la nube de gritos ensordecÃa, el alcohol se vertÃa en los ojos de Jorge. El bestialismo en franca totalidad...
¡¡Dios MÃo!!...¡un disparo!...
Todos quietos.
Mis manos se llenaron de sangre, el lÃquido es caliente...por Dios, ¡cómo fluye!...me caigo de rodillas, siento que me abandonan las fuerzas...
Jorge cae al piso. El cuerpo fue seguido por Karla en un gemido de dolor. Luisa me mira con la cara desencajada.
-¡No fue a mÃ!- pensaba para mis adentros, estoy empapada de sangre... tampoco fue Luisa que se paraba limpiándose la cara. Karla llora besando el cuerpo inerte de aquel que minutos antes intentaba matarme... dudo mucho que le escuche pedirle perdón a estas alturas...
Es todo cuanto recuerdo mirando el horizonte caribeño...es todo cuanto mis pesadillas me recuerdan ese momento mientras mis cabellos se ondean en el barco llevado por el oleaje azul de la costa marina.
Violación a mano armada fue un móvil perfecto para un departamento de solteras jóvenes...
Karla dueña de sus bienes goza ahora del departamento de Luisa.
La pareja perfecta. ¿Yo?... tomé el boleto con gotas de sangre y pensé que algún dÃa me servirÃa de escape...lejos de ahÃ, de ellas y de mi departamento.
FIN.
13 comentarios:
Al final y al parecer, ninguna de las acciones de los personajes se justifica como correcta: violencia, mentiras, traiciones, engaños, sexo de closet, y al final un asesinato.
El placer cuando contiene todos esos ingredientes llega un momento que deja de ser placentero.
Pero hablando del relato en si, que bueno estuvo, tiempos correctos, pausados y con un desenlace que realmente no me esperaba y que deja un buen sabor de boca y con deseos de poder leer prontamente alguna entrega similar.
Un abrazo Dra. el leerte se convierte cada dÃa en un deleite.
Dra. tienes buena veta narrativa. Tus personajes son autónomos de la creadora y reclaman su propia historia.
Déjate llevar por la lascivia y sumérgete en ella.
Un saludo
Claro que iba a trastocar tu provacidad...allà está, saludos y buen viaje al más allá.
excelente relato dra. tantas mentiras y ocultamientos nunca traen cosas buenas
Órale Gordis!!!
Si que me tuviste en la orilla del asiento...
Oh!!
Muh buehno, muh buehno !!
XXOO
Memo.
Me super encantó Dra... muy bueno...
Q tengas un excelente dÃa!!!
Saluditos
Clap clap clap clap...
¡Bravo!, acabo de leer los capitulos faltantes y ahora si, puedo decir que lo peor de todo, es que mentes asi, andan sueltas, que no nos enteremos, es otra cosa.
Felicidades Dra. en verdad que estuvo genial esta zaga.
Saludos y un beso.
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
Inesperado y biel llevado.
!Bravo! !Bravo! fue genial el final y todas felices y contentas.
espero la proxima , chao cuidate
¡Qué barbaridad, doctora! Cuánto lÃo al final, cuando todo podrÃa haber sido miel sobre hojuelas. Pero entonces no habrÃa estado tan sabroso. SÃ, siempre un poco de sangre condimenta las historias.
Saludos.
Este final no me gusto, es lo malo de escribir tan temprano, estas historias son para ser narradas mas tarde...
¿Nos daras otro final verdad?
Beso
Final terrible, nada infrecuente en este mundo de violencias múltiples... Si se puede, no meterse en ciertos berenjenales. Muy bien, un fuerte abrazo. Ego.
Hola, he pasado a conocer tu blog y a invitarte a recorrer el mÃo. Es de poesÃa. En él añado mensualmente 11 poemas de diferentes autores. Espero que te agrade y, para cuando puedas ir, desde ya te doy la bienvenida.
Saludos....
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