Mi despertar

Y oh!, y oh!

De súbito abrí mis ojitos, escuché tintineos, no dentro, allá, más allá de la ventana, sin embargo despertaron algo dentro de mi corazón.

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Era extraña esa sensación, era difícil ubicarme, pese a que era mi propia cama, mi propia habitación. Luces y brillos en las paredes y no eran de una ambulancia.

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Risitas por el piso... Sería bajo mi cama?. Tenía yo algo, unas ganas de saltar, unas ansias de brincar e inmediatamente vestirme. Con qué combinaría hoy mi bufanda?, rojos, verdes y dorados?. Tengo ojos de bolita.

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¡Más campanas!, veo hacia afuera, ¡hay nieve alrededor!, extraño en mi colonia... hay luces en las calles, en el pasillo y más risitas extrañas. Mis adentros se sienten extasiados de algo que no sé con precisión que sea, pero me invaden de luz, de ganas, de actividad.

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Me arreglo de costumbre y al tomar un café arranco la hoja del calendario que destina y marca el día de hoy. ¡Con tanta razón!... ¡con tanta razónnnnn!. Todos me decían lo mismo y no lo ví hasta que una hoja de papel me lo gritoneo. Hoy es la víspera de Navidad.

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Sorbí lentamente mi capuccino, lo dejé juguetear en mi lengua. Más sabor sentí de la vida y me interné por un instante en las caras, en la gente, en mis seres de convivencia y mis amigos. Pedí en una oración silenciosa por los que con hoy me cruzaría en el metro, por los que hoy pedirían una limosna sin obtener nada a cambio, pedí con los ojos cerrados por aquellos que están de luto y elevé un suspiro grande a los que hoy se encuentran solos, separados, lejos.

Giré en torno a mi pecera y también, ¿porqué no? imploré por los animalitos que yacen en muchos lugares con un amo o sin ellos. Suspiré al terminar el último sorbo y dejé con cuidado mi taza navideña. Di unas gracias inmensas al Señor por dejarme vivir ésta experiencia y salí a la calle.

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Hoy es la víspera queridos Bloggeros, hoy es el tiempo de que sigamos sintiendo que no sólo en palabras pongamos blanditos los corazones, sino también con pequeñas acciones.

Mando un gran, gran abrazo virtual a todos aquellos que me otorgan unos minutos de su tiempo en las lecturas que aquí ofrezco y deseo de todo corazón que, si bien sean anti-navideños, amantes de santa claus o adictos a las fiestas tengan un buen tiempo de reflexión, amor y paz para con uds mismos así para con los suyos.

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Felices fiestas navideñas con mucho respeto y cariño.

Atte.

Dra. Kleine.