06 julio 2007

La lluvia


Tenía frío la niña…
...
Le temblaba su carita, así de sucia, que, aunque lloviera, sus lágrimas derramaban mugre y mocos.

Sólo se abrazaba a sí misma tratando de calmar la inclemencia del tiempo desgraciado.

Tenía frío la niña…

Ni su ropa harapienta le calmaba el temblor, y los autos, sobre los charcos, dibujaban más drástico el paisaje.

Salpicada, casi descalza, ironizada en el tiempo como la muñeca fea que ya nadie quiere.
Tenía frío la niña…

Me preguntaba dónde diablos su madre podría estar.

Pidiendo limosna o regalando su cuerpo en algún oscuro rincón.
A como veía la vida de ésta infame, estaba abandonada, apenada sin querer pedir monedas por temor al regaño de un desconocido.

De lejos la miraba a mi paso lento, la lluvia también mojaba mi tez.
Me atravesaban mil ideas, imágenes, desastres que te inundan la conciencia por dentro y por fuera.
Me acerco ligeramente y le pregunto sobre su madre, porqué yace desamparada, porqué no busca algún refugio.

Ella me mira… enmudece, le sonrío para calmar la frialdad del ambiente.
Me dice que su madre ha muerto antier, y que su tía se llevó a su hermanito pequeño. Pero que a ella le dijeron que ya no viviría en la casa de sus tíos, porque siempre daba mucha guerra.

Dice que se salió y que caminó mucho. Que durmió en la central y en un descuido logró meterse en el compartimiento de las maletas.
Ella vivía en San Juan del Río, Querétaro.
Yo la encontré en pleno centro de la Ciudad.
Me agarró el corazón. Me detuvo su inocencia.


¿Ya habrá comido algo?, y dudé de que se procurara pronto.
La llevé a mi casa, le dije que podría ayudarla a pasar una noche en cobijo y tranquilidad.
No pensaría en los perjuicios de adulto que me inundaban del otro lado de mi conciencia.
Y me tendió su manita. Y con la otra jalaba sus greñitas humedas de sus ojos.
Sonrió y me preguntó si a donde me llevaba no era con el señor del costal.
-No, le dije, te llevo a mi casa, por un ratito, para que comas y duermas.
Ya después buscaremos a tus tíos.
Ya no tenía más frío la niña...


La figura de la calle triste se alejaba conmigo. Bajo la inclemente lluvia.
Yo con la vista fija al suelo y ella con la cabecita mirándome hacia arriba, como si viera que Dios le aguardaba una esperanza.
Nos perdimos a la distancia.

8 comentarios:

Exenio dijo...

Doc:

Buen fin de semana...

Anónimo dijo...

Ufff! si es historia me enterneciste al maximo! si es verdad me quito el sombrero! Buen fin de semana.

Fantasma dijo...

y por que tan solo por un ratito en casa? por que no compartir por siempre su sonrisa y su frio?

Besos.

FENIX dijo...

Este tipo de historias son las que me parten el corazòn, afortunados nosotros que tenemos que llevarnos un pan a la boca, que tenemos quien nos dè una caricia y un beso por las mañanas...

un saludo Doctora.

Unknown dijo...

¿Es esto verdad?
¿Como concluye la historia?

Saludos .

Pasión dijo...

Disfruté mucho la visita, cuanta ternura en tu post.
Vendré segudo por aquí
Abrazos

Anónimo dijo...

wooow... que historia!!!
¿de verdad pasó?

hayyyyy... quiero sabaer que pasó

Anónimo dijo...

Hola Rita,

Soy una estudiante PhD y voy a viajar al MuSexo (o El Sex Capital) en el D.F. en Septiembre. Estoy encontrando problemas conseguiendo informacion (contactos, email, numeros de telefono) sobre MuSexo. De hecho, yo no se si todavia existe!

Cualquier informacion que Ud. sepa iba a ayudar muchisimo.Me puedas escribir a samuraispace@yahoo.com
Gracias!
JT