18 noviembre 2005

To-le-ran-cia

Algunas veces es increíble la facilidad con que, en algunos momentos, nos prendemos hacia el enojo, y no solamente un mero enojo sino con ello acompañamos ciertos ademanes y elevamos la voz, de manera tal que parece que por instinto deseamos que los que están a nuestro alrededor deben de enterarse de lo ocurrido.
En esta semana fui al banco por una tarea comandada por el Gran Jefe Pluma Dorada, me formé como toda buena ciudadana que espera sea atendida.
Por norma, la última caja, siempre tiende a despachar a clientes que han sido atendidos previamente en los escritorios, llegan directamente para resolverle tan pronto sea posible su situación, sea desde entregarle chequeras a cambiar billetes rotos.
El caso es que a cinco personas delante de mí había una Doña, de ésas que hasta tubo en la cabeza llevan, a punto de entrar a la caja mencionada, llega un chico, enviado por el escritorio de enfrente, y la chica de la caja le permite entrar a él quien ha saludado cortésmente a la cajera. Uyyy! Se esponjó la Doña de tal manera que comenzó a hablar en voz alta a la cajera, argumentando que no era correcto que dejara pasar primero “a sus amiguitos�. Como la cajera no hizo caso y el chico ni volteó, la señora fue a la gerencia e interrumpió cual vieja chimolera al Gerente. ¡¡Pero no lo dejaba hablar ni explicarle la norma!!.
¿Han oído como hacen las gallinas cuando ponen un huevo?- Así hablaba ella, a todo volumen y sin dejar hablar A NADIE. Sermoneando sin puntos ni comas ni nada, de corridito. Todos en la fila mirando y sin saber qué estaba pasando simplemente comenzaron a ver en silencio sus movimientos. El cuento es que 3 minutos anduvo así, cuando le tocó el turno finalmente se colgó a 5 minutos de gritonearle a la chica y argumentar que todos somos hijos de vecinos. El público paciente, yo con cierta curiosidad de ver las ganas que tenía de sacar esa pobre señora toda su impotencia en la chica. Nadie hizo nada, ni el gerente que seguía ocupado. Finalmente fue despachada y todo el camino hacia la salida fue letanía a voz en cuello.
Pasaron dos clientes más y un señor bigotón que estaba en otra ventanilla explotó, así nomás, el público cambió su mirada hacia otra ventanita. Cabe decir que ya faltaban 20 minutos para que el banco cerrara y todos estaban impacientes. Su primera expresión: ¡quiero que me des los billetes como yo te los estoy pidiendo! –uy- El cajero comentó que dada la hora ya no tenían los billetes específicos que el pedía. Oh, oh.
–¿¿Un banco y no tienes dinero?? No van a darme lo que se les pegue su (%%&%&$ gana y la euforia aumentó. Manoteos, ajos y cebollas que simplemente no dejaban escuchar la explicación del cajero. ¿Y el gerente? Seguía ocupado. Todos en la fila comenzaron a enervarse.
Es contagioso el enojo, ¿eh?. Tardaron 10 minutos más de lo debido en tratar de acumular la cantidad que él pedía en los billetes específicos. Salió vociferando peor que la Doña del tubo.
Ahí fue cuando me dí cuenta de dos cosas:
- Ya la gente permanece inmóvil y expectante a cada cosa que sucede cuando uno se altera e inmediatamente comienza a desesperarse y a molestarse también ¿a favor de quién? , lo ignoro, pero se nota la tensión inmediatamente.
- Al enojarse, la poca tolerancia que tenemos de escuchar explicaciones da como consecuencia un verborrea, seguidita, tengamos o no razón. ¿Porqué ofender de manera inmediata? ¿Eso nos da poder o autoridad?

Así salí...tras 40 minutos después de mi encomienda pensando cómo es que con un poco de pólvora ELLOS se prenden, y yo con mi profundo análisis, tranquila no, no, no, los humanos nos vamos a matar unos a otros, malo, malo, malo.
Llego a la esquina y una señora Lomas-Polanco-Frufrú mira el alto en su gran RAM y se queda parada en la zona de cruce peatonal.La cara se me desfigura... miro con ojos de fuego... hocico de tigresa hambrienta para comer gente y le hago la voz de boba mental: “¡¡ que no ves la línea ta-ra-da!! Y me mira con ojos redondos sorpendidos.
Y ¡MA-NO-TEO! –¡HAZTE PARA ATR�S ZOQUETA!...
Me sigo derecho, no miro a nadie y me digo de nuevo:
- Decias Kleine sobre ¿¿LA TOLERANCIA??

17 comentarios:

Enigma dijo...

Mmmm... yo creo ser tolerante, es mas, en ocasiones me dicen que me paso de "diplomatico", pero es que que se consigue con gritar, decir, etc.

Es mas, cuando escribo me han dicho que no lo tome tan apecho, si, aqui en los blogs, y es curioso, pero lean un post estando enojados y leanlo despues, estando tranquilos... ¿verdad que se ve distinto?

Un beso Dra

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Humano dijo...

Yo perdi la tolerancia en el momento que me veian la cara de pendejo

Anónimo dijo...

Sí..a veces se pierde el control..pero hay que seguir intentandolo..al final, uno es el que se "jode", anímica y físicamente..no?...Saludos!

Lo-que-serA dijo...

De todo hay en esta viña del señor. Estoy de acuerdo con saber escuchar, pero si del otro lado te dicen: "El banco no puede hacer nada porque el cargo doble ya entró en el sistema. No se preocupe, el sistema lo libera automáticamente en un lapso de 10 a 30 días". Ahí sí, Dra. paciencia y tolerancia, de la mano, a pasear. ¡Que tenga buen fin de semana!

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el blog. Si necesitáis un diccionario de arquitectura:
http://arkitekturahiztegia.jot.com

Anónimo dijo...

Ohhh si, yo procuro ser tolerante, pero a veces no se puede!!

Solo exploto cuando intentan pisotiar mis derechos, y eso despues de un buen rato de estar jodiendo

EL ATEO dijo...

a mi ya se me hizo costumbre andar asi de eucaliptico.

Kix dijo...

Jajajajaja!! Qué buena onda que se la hiciste de jamón a la Sra. SixFlags, porque por lo general hacen su santa voluntad sin que nadie les diga nada. Y sí, eso del enojo se contagia!

Unknown dijo...

Es parte de la condición ciudadana en el DFectuoso.
Rara vez suelo peder la tolerancia, sólo lo hago cuando cuando me dan mi chela al tiempo!
Eso si me sulfura!

Anónimo dijo...

jejeje, nomas por que NUNCA me he puesto un tubo en la cabeza, si no juraría que era yo la señora del ridículo en el banco, porque el otro día hice uno igualito , lo confieso, porque mientras hacía cola entraban y entraban gentes delante de mí. Armé un rollazo patatero y alrededor mío un silencio sepulcral, jeje, que oso.
Y es cuando se sube la adrenalina.... bueno el dicho verdadero es: "cuando se calienta el huevo se funde la neurona", aunque yo no tengo huevo.
Besitos

stultorum dijo...

Ni modo Kleine, todos tenemos un mal dia, la bronca es que samos así todos los dias.

Y peor es que se encuentren dos personas teniendo su peor dia al mismo tiempo.

Saludos.

Dra. Kleine dijo...

Si caray!
lo peor de todo es que conmigo misma no puedo fingir demencia. Yo criticando a los del banco e inmediatamente me veo en el espejo.
Cosas que nos pasan a tooooooodos. No hay que mirar la paja en el ojo ajeno...así va??

Dark Rusa dijo...

tolerancia bendita donde diablos estassssssssssss!!!!!!!!!!!!!!!!
jajajaja
gracias mujer por estar siempre!

Alejandro dijo...

Saludos Forasteros, visitando las planicies aun desconocidas para mi del Sr. Ateo y me encuentro en esta area de comentarios hasta con obras de Blake, pero en fin.

Tolerante.....lo soy, es bueno ser tolerante, pero hasta cierto punto, por que despues te andan viendo la cara.

No es bueno ser ni muy tolerante, ni nada nada nada tolerante. Por que considero que es malo para la salud, hablando en buen sentido, mucho coraje almacenado, seria como una bomba de tiempo, que en un descuido revienta y creo que seria peor, pero si reventamos de vez en cuando como lo hizo usted Dra. Kleine, no pasa nada malo, es mas, estoy tan seguro, y puedo apostar un refresco y una dona, que cuando usted exploto gritandole ¡Zoqueta! a la mujer, y despues de cuestionarse sobre la tolerancia...estoy seguro que se sintio mas relajada, mas liviana, mas descanzada.

Considero que hay que sacar afuera todo odio que tengamos, toda la furia afuera de nosotros. Yo lo hago comunmente, prefiero ser una persona pleitista y diplomatica, pero siempre en el lugar correcto.

Pero haber que pasa.

Me gusto mucho su blog, vendre mas seguido. Ah por cierto esta bien padre la fotografia del robot enojado.

Suerte Dra. y un placer leerla.

Alex Duartte
Caterva Astralis

Unknown dijo...

Cada vez hay menos tolerancia: acrece el egoísmo,la agresividad... Ejemplos constantes y penosos en cualquier parte. Un saludo. E.

Óscar dijo...

¿Neurosis ambiente, Dra? En efecto, cuando nos enojamos con la vida nos volvemos un ruido y como al ruido nadie le hace caso.

Anónimo dijo...

Excellent, love it! »