07 octubre 2005

Lluvia y café

Salí de inmediato de la oficina, no dudé cuando mi jefe me comentó que ya era suficiente por el día de hoy. Fue bueno aunque lloviera torrencialmente y...no llevara paraguas. ¡Oh suerte!.
Tras una carrera de 10 minutos por las calles tratando de no ser tocada por cada gotita regordeta me dí por vencido y me detuve en la entrada de un café. El olor invitaba a pasar para que el cuerpo tomara calor y diera de sí un poquito más. Creo que muchos pensaron lo mismo porque no se distinguía a la cajera de la cantidad de gente en la entrada. Mejor esperé.
El chipi-chipi da esa sensación de tranquilidad aunque te encuentres en plena calle. Ahí me quedé.

Una chica, casi mojada en su totalidad, se acercó a taparse en la orilla del café, venía maldiciendo en voz baja su suerte. Traía cosas en la mano que parecían sueltas, el bolso se le había roto. Se notaba la angustia por seguir adelante más era totalmente imposible. El peinado estaba malrecho y se le escurrió el rímel del lado izquierdo. Entendí sus maldiciones y su mal humor. A mí me preguntó la hora dos veces, eso no la haría llegar a su destino.
Mala pata la suya.

Yo contemplaba los autos, la gente bien tapada y las gotas de lluvia que mojaban el pavimento. De mi lado salió un hombre demasiado apuesto cargando su café, un capuccino con licor. Su apariencia de gran ejecutivo lo delató en sus ropas y portafolio Cartier. De muy buen humor comentó que era imposible el paso hacia la acera de enfrente. Yo sonreí, la chica de al lado simplemente hizo una mueca, ¡como si no fuera bastante lo que le había ocurrido!. Aunque al mirarlo bien, ya no era tan incómodo responderle...
¡Es increíble cómo puede subirnos la estima un hombre guapo y gentil!, su voz denotaba seguridad y no se diga de su sonrisa brillante.
¡Diablos y yo en mis peores fachas sin maquillar!.
Me preguntó la hora y la chica respondió en mi lugar, pues no tenía más de 2 minutos que me la había preguntado.
¡ah! le ha cambiado el humor...lo que hacen unas hormonas masculinas. La lluvia no paraba y al cabo de cinco minutos ya la plática entre aquel varón y la chica era bastante nutrida, algunas veces me incluían también...risitas, chistoretes, comentarios y finalmente sus nombres.
¡Qué graciosa forma de hacer amistad bajo la influencia húmeda!
Debo admitir que no me he actualizado últimamente en la pose de relaciones humanas pero ésta es la más rápida que he visto desde hace mucho tiempo.
El entró a la cafetería nuevamente. Ella me preguntó si llevaba maquillaje y lápiz labial. Me urgía que se corrigiera el rímel manchado. Le presté un cepillo porque creí que daría mejor apariencia con su cabello bien arreglado. Después de todo las mujeres sabemos lo que nos queda bien. No era necesario que usara colores, natural lucía mejor.
-Soy el cupido de la tarde- me dije a mi misma sabiendo que ella era veloz en estos menesteres. El señor de ojos negros y cabello rizo salió con dos cafés más. ¡¡Dioses!! yo boquiabierta mirando a la chica. La comunicación ocular entre mujeres es la más efectiva del mundo: "¡no lo dejes ir porfavor!...¡lluvia no pares!...direcciones, teléfonos, datos precisos, vamos niña no seas tan lenta.

En menos de hora y media sabíamos que era un gran emprendedor de la bolsa de valores, soltero intelectual y de gran capacidad en negocios y claro, socialización inmediata.
No cabe duda, hay gente que nace con ése ángel encantador.
La chica nos contó acerca de su tragedia, bolso roto, cita perdida, mojada hasta donde la ropa toca con su piel, regaños de su jefe y el punto final era la lluvia torrencial que le detuvo ahí mismo. Yo no hubiera dicho lo mismo, pero estaba encantada con ver la conquista de la tarde.
El gran ejecutivo no parecía llevar prisa, más bien llevaba cara de ser uno de esos días en que todo le sale bien.
¡Ah que rico café!
Llamó por celular a alguien, canceló todos sus pendientes (¡él tenía una cita ahí mismo!) y a los 30 minutos apareció la limo...
¿y luego? ¿cómo es que parecía que no tenía hacia donde ir?...el nuevo príncipe del siglo XXI.
Acto seguido se ofreció llevarnos a nuestro destino.

Yo preferí quedarme un poco más, argumenté que vendrían por mí. Ellos simplemente subieron al auto y por primera vez en mucho tiempo pedí a las fuerzas del amor que ése día no fuera tan fatal como lo descríbía la chica.
La lluvia amainó al cabo de 10 minutos más.

Seguí mi rumbo, esa sonrisa que se dibujaba en mí era mejor que muchos de los días en que mi jefe me deja salir temprano.

18 comentarios:

Altamar dijo...

Historia bella para un miercoles-jueves-viernes de lluvia.

Por cierto, eso de cupido lo haces muy seguido ? podemos haber muchos interesados :P

BesoDeLluvia. :-D

Anónimo dijo...

Ups, hoy al leer tu relato hiciste que viera las cosas bellas que la vida nos da. Gracias

stultorum dijo...

Otra vez la lluvia!!!.
saludos.

Anónimo dijo...

..y resultó ser que "estuvieron en el momento adecuado en el lugar adecuado", Sin embargo y no sé porque me da la impresión de que al final...resultó ser "gay"...Saludos y buen fin de semana.

Enigma dijo...

Algunos creen en la suerte, otros en el destino, yo creo que casualidades asi, pocas en la vida, pero hay que aprovechar.

Agradable lectura para un viernes otoñal y humedo, un beso Dra.

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

tiny_toon1 dijo...

Mmmm...

¿¿No era nuestro amigo el "Muñeco??...

¡¡Juar, juar!!...

XXOO

Memo.

PD
Gordis, ¡eres de lo "pior"!

Lo-que-serA dijo...

Buena historia para el viernes, Dra. Voy corriendo al Starbuck's más cercano, no importa que llueva a cántaros.
Saludos.

Anónimo dijo...

Parece guión de cine protagonizado por Richard Gere y...

...hmmmmm creo que hace mucho que no voy al cine.

Excelente imaginación.

Anónimo dijo...

wow, inspiradora historia para estos melancolicos dias.

China Rockers dijo...

Que buen post para terminar la semana :)


que tengas buen fin de semana

sonrisas.....

Alfredo Mora dijo...

Estuvo...bonito.

Saludos Ilse.
Que plan con el dieblo en-camino?

Óscar dijo...

¿Has pensado lo que dice el eterno viejo Borges de que todo casual encuentro es una cita y toda muerte un suicidio?

Un beso

ShAdOw dijo...

Aaaaaaahhh que rico relato, sensible, peliculesco, hijole hasta me imagine ahi jijiji

Buen fin de semana mi querida Dra.

Un fuerte abrazo

Unknown dijo...

mucha lluvia hace falta por aquí y también amor... Buen fin de semana.

Hamletmaschine dijo...

Yo creo que la culpa es de la lluvia, los cuerpos necesitan estar más juntos y compartir su calor... claro que todas las epocas del año tienen lo suyo, en todo caso...

Brandon M. dijo...

Que interesante historia, aunque en un principio no la entendi muy bien, pero me gusto, tal ves podria ser un cuento un poco mas largo y estructurado, bueno, saludos desde Arequipa.......

RAYDIGON dijo...

¿Como es que aun hay principes azules en el siglo XXI?

¿Porque no fuiste tu la que subio a la limo?

¿La lluvia te lelvo a ser solo cupido?

feliz domingo.

Jorge Alberdi dijo...

Muy buen intento!!: Linda sociedad, café lluvia misterio, y el azar, siempre condimentando la vida. Recuerdo: Azar y Belleza = Poesía
¿será así?