He de confesarles que mirar la vida desde ésta altura ha sido un gran devenir de cosas buenas y malas.
Recordar cómo me colocaron en el gran pedestal es como si tratara de traer a mi mente el momento en el que salà del vientre de una madre...
En ese momento me encontraba reluciente, brillaba, todos me miraban y aplaudÃan al que me habÃa destapado de repente. Asumo que yo le caÃa bien.
Gente va y gente viene y mi pose aristócrata no dejo de perderla en ningún instante, me gusta y la disfruto. Me veo más elegante cuando, en tiempos de desfile y Navidad, adornan lo que en otros dÃas parece gris y sin vida.
De tiempo en tiempo hay fotos y miran a mis pies esa placa que dice mi nombre, cuándo nacà y porqué me colocaron aquÃ.
Quiero imaginar que éste es un buen lugar para que todos me vean, aunque en realidad yo soy el que disfruta mucho reÃr cuando miro pasar a la gente corriendo porque llueve a cántaros, porque se tropiezan y caen mirando a todos lados en instantes para ver quien los vió... y no me miran a mÃ; ver por las noches pasar chicos en juerga y cantar con ellos hasta el amanecer.
Muchos se reirán de mà también cada vez que me cagan las aves. Una señora me lo hizo notar. Alguna vez alguien tomó una foto donde una paloma dejaba su plasta apestosa sobre mi nariz... al poco tiempo un viejo limpió mi cara.
Parado en la misma posición por años hace que todas mis demás extensiones del cuerpo queden firmes y fijas a la columna que me sostiene. Menos mal que en ningún temblor haya cosas que caigan encima... aunque temo el dÃa que yo caiga sobre alguien.
¿Qué si he visto cosa en éste parque? Oh! Muchas, si. Hay parejas que se besan, que pelean, que incluso se golpean en las mejillas. Hay chicas lindas que esperan y esperan a alguien mirando el reloj con cierta ansiedad y, para disimular su prisa me miran, una y otra vez, como si me trataran de preguntar si desde aquà lo miro venir.
Los romances pintorescos, garrafales, celosos, de ilusión y románticos los puedo contar uno a uno. ¡De ello hubiese hecho grandes novelas!
En alguna ocasión alguien, desconocido, cubierto del rostro, estuvo parado largo rato tras mi pedestal. No podÃa adivinar el siniestro destino de alguno que otro transeúnte, no podÃa ni si quiera avisar que se alejaran de mÃ, que no me miraran, pues detrás estaba el verdugo que les asaltarÃa y dejarÃa herido tal vez.... pero mi voz no salÃa. Puedo decir que asà perdà a un viejo amigo... uno anciano que todas las tardes se sentaba ahÃ, justo enfrente , creo que a la larga simulaba ser una estatua igual que yo, porque no se movÃa o simplemente sus ojos seguÃan el trasero de una bella mujer. A ratos era agradable oÃrlo charlar conmigo, aunque él jamás escuchara lo que yo le contestara. Amigable y buen compañero de todas estas palomas, dejaba comida para ellas y un buen saludo a mi persona. “Adiós monigoteâ€� me decÃa al atardecer, incluso aquel nefasto dÃa en que ése verdugo mal nacido, por la vileza de unas cuantas monedas, le quitara la vida al rehusarse, diciendo que era para el maÃz de las palomas... puedo asegurar que si hubo alguien que lo echó de menos fui yo.
Otro dÃa una mujer, con mirada triste y cansada, no dejaba de sollozar, mirando mi placa se decÃa cada vez que pasaba por aquÃ, que ella hubiese deseado tener un hombre como yo en casa, para que siempre le estuviera escuchando. Joven y sin amor, solamente deseaba encontrar a un prÃncipe tieso y mudo como yo.
¡Lo que es la vida!
Yo desearÃa por lo menos mover un dedo para sentir el candor de su piel, una tierna caricia, la amistad brindada por aquella dama o la frescura de la margarita que retoña a mis pies, quizá el saludo con la pata de alguno que otro gorrión que cante a mi lado.
Ver desde las alturas, la vida siempre tiene otra perspectiva diferente a como la ven en la posición que se encuentre.
Pero estoy aquÃ, siendo testigo silencioso de cuanto pasa por mi vida y la vida de los demás, alguna vez caeré, alguna vez dejaré de ser famoso y fotografiado por curiosos que olvidaron mi historia. Y en ese momento dejaré de mirar al mundo como lo miro desde aquÃ.
19 comentarios:
Y seguirá estando solo..hasta que caiga. Saludos afectuosos, buen fin de semana!
Y siempre son personas de gran valia, lo mejor de todo es cuando se le olvida al mundo la existencia de estos seres de otra epoca que algo debieron hacer para estar donde se les coloca...
Un beso Dra
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
Permanencia involuntaria,
Estas segura que el hombre del potestad quiere estar allà arriba? Da la impresión de estar triste!
Aparte de estos pensamientos, escribistes un relato bonito, me encanta, visto todo desde la altura de el.
un abrazo
Ohh Doctora, ya extrañaba leer textos de estos!!!
Mucho trabajo en la oficina, en fin que se le va a ser.. pero en ratitos libres me encanta darme un break con lecturas como la tuya.
Saludos.
Y ahà están, como la Puerta de Alcalá, viendo pasar el tiempo. Si hablaran, cuántas historias contarÃan.
Vaya que eres ocurrente :)
Estar en el pedestal debe ser cansado no...
Me gusto G.
Besos de fin.
náutica?, ay no, allà es algo "cariñoso"; mejor te invitaré a alguna buena cafeterÃa en el centro; asà podremos visitar algún museo o galerÃa....besitos corazón
Un hermoso monólogo desde el corazón de bronce eterno. Me recuerda, de lejos, al célebre cuento de Wilde, aunque en éste no hacen falta joyas, ni un pájaro que que las despoje. Bello y esperanzador cuento. Te felicito....
Si deseas ser inmortal,que sea dejando huellas.
un saludo desconocido
Esperemos no le pase lo que le pasó en Irak a la estatua de Saddam... histórico momento :-)
la vida trasciende el metal de que está constituido el cuerpo. Somos algo más que cuerpo. Algo más que metal.
LA soledad del pedestal... :-)
Post ingenioso!!!!!!!!
Me lo he leÃdo con avidez :-)
doña urraca?,plaza náutica?....eres fina!!!; creo que a esos lugares no me dejarán entrar con mis fachas...mejor te invito a la fonda de doña licha: 25 varos la comida corrida....o te invito al camaronero a disfrutar de un rico pescado o un coctel de camarones....qué le voy a hacer....soy del pueblo!!!...besos
Este es un moderno "PrÃncipe Feliz" mi querida Doctora. Mientras leÃa sus bien hilvanadas palabras mi mente voló a la infancia, cuando lloré por aquella golondrina que se traspasó el pecho para darle calor a la estatua nevada.
Le dejo mi abrazo por este tierno relato que me regaló
Cuando la soledad acecha
miro insistente su figura,
y cuando el cuerpo
ya no sea cuerpo
otros seguirán
mirándome.
Veo que la inspiración puede llegarte de cualquier parte.
Saludos, abrazos, besos... YO
Haciendo una metafora entre la vida y con lo que escribes , pués te diria que me sono tan real. Un dia venimos al mundo y mucha gente nos aplaude y se alegra por nuestro nacimiento, nos ponen un nombre el cual llevamos orgullosamente , pero literalmente también hay palomas que nos cagan para finalmente terminar en el olvido avsoluto de muchas personas. Nos vamos finalmente de este mundo habiendo sido testigo de muchos acontecimientos y quizas con la tristeza de no haber podido brillar más.
Un abrazo
Una inspiración estupenda.
Qué decir de nuestras vidas, si tuvieramos el tiempo para ser más detallistas con lo que sucede a nuestro alrededor.
Gracias por tus palabras en mi blog.
Besos.
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