Y en la madrugada, cuando todo estaba en silencio, aquel hombre salió del bar, sólo sus pasos se escuchaban al contraste de la ligera lluvia que caía.
Autos en la lejanía.
En algún rincón de los viejos edificios hay guaridas de grillos pequeños. Ninguno se deja ver, pero todos se saben escuchados.
El hombre camina, un perro sin dueño pasa a su lado, ambos se miran, ninguno se inmuta, los dos siguen su camino.
Hace frío.
Nadie tras de sí salió con él. Callado y cabizbajo camina calle abajo.
Poco a poco va amaneciendo; al horizonte los claros apenas y son perceptibles como el cuerpo que salió del bar ésta madrugada.
7 comentarios:
... asi son los fantasmas sin rostro que caminan por el mundo, pasamos junto a ellos y no sabemos siquiera como se ven.
Un beso Dra
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
Me encantó!
Corto, directo, contundente, y por ende, muy expresivo! Feliciades!
***
Tuve un Dejavú.
que buena lectura después de una agradable comida... salu2
y un eterno retorno de un fantasma de algun bar?
abrazos
Cierto,
hay fantasmas en pequeños deja vú que suelen pasar por nuestras vidas... o vivirlas como tal.
Un saludo!
Un rostro anónimo en una madrugada cualquiera. Me dejó nostálgica pensando en todoso quienes salen de sus casas como fantasmas para llegar a algún lugar.
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