15 agosto 2006

En un colegio

Y otra mañana comenzaba en el colegio del Profesor Latón.
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Muchos entrarían por vez primera a esa conocida escuela.
Otros tantos se preguntarían qué maestro tocaría en suerte.
Algunos niños madrugaban y otros, que eran llevados de la mano de sus papás aún se resistían por entrar solos y descubrir nuevos amiguitos.
¡Cuadernos nuevos, loncheras divertidas, lapiceras coloridas y gomas con olor a chicle!
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Había juegos, banco de arena, una pequeña alberca que sólo durante abril y mayo permanecía llena; aún así era más divertido jugar en ella vacía que llena.
El profe tenía la fama de ser muy exigente, tanto con los demás colegas como con los chicos que cursaban por primera vez el año.
Dábale clases a todos los pequeños y en homenajes era quien mejor los organizaba.
Nunca faltaba el chico travieso, aquel que le jalaba la trenza a la niña más chillona... pobre si osara hacerlo en presencia del Profe: veinte vueltas al patio cuando todos los niños estaban en homenaje. Durante dos días limpiaría borradores y estaría a cargo de levantar papeles a la hora del recreo.
Ese castigo ningún chico lo quería, ya que se colgaba un chaleco donde venía la leyenda: "No me porté bien y debo corregir mi comportamiento".
Algunos lo portaban de manera tan frecuente que podría pensarse que ya era parte del uniforme. Ni ellos se ruborizaban ni los papás hacían mucho por evitar éste tipo de sanciones.
La Maestra Tere, de las que cuchichea y critica a los padres, siempre inculcaba el respeto a los abuelos, ¡ah! pero nunca le critiquen su peinado, de esos que tapaban la cara y hacían una máscara total con sus lentes de los años 70´s.
La Maestra Marilú, arrancaba suspiros por ser la más tranquila. Aunque su voz se oyera hasta el patio trasero al hacer que todos recitaran las tablas de multiplicar. Muchos de los chiquillos hacíanle dibujos con colores chillantes en acuarelas, crayolas y plumones.
Apuesto a que uno de ellos de verdad conocería el amor platónico a su temprana edad con Marilú.
No podía faltar el conserje, humilde y trabajador, acompañado de su esposa, quien se encargaba de los mandados de los profesores y hacía cualquier arreglo a los juguetes de los niños.
Tal vez ellos eran los que más labor hacían al platicar en el recreo con algunos que les hacían bolita. Juanito les narraba historias de su pueblo y casos tenebrosos como los del nagual y la llorona.
Si faltaba alguien en la escuela era Manchi, la directora de la escuela. ¡Oh!, gran mujer que enseñó a muchos el deber del ser humano. Yo de ser chiquilla, hubiera querido que fuera mi maestra porque las matemáticas se le daban tan naturales que cuando las explicaba parecía un cuento fantasioso, de esos que dejan siempre picados.
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Y otra mañana comenzaba en el colegio del Profe Latón.
Saludando al Lábaro patrio y cantando con mucho orgullo.
Ya con los días todos los irían conociendo y así también con los días todos se llenarían de conocimiento.
En la escuela tanto grandes como chicos no paran nunca de aprender.

11 comentarios:

The_Saint_Mty dijo...

Hola Dra..pasando a saludarle...

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Doctora, me gustó este texto suyo. Me deja la sensación de que es apenas el preámbulo a algo que no sabe el lector por cuál camino va a proseguir.

Angeek dijo...

Y aprendes...y aprendes...y aprendes...y aprehendes la realidad.

LaRomané dijo...

Los anos escolares pueden ser los mejores y tambien los mas traumaticos.

Saludos
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LaRomane

Anónimo dijo...

Esas sensaciones del primer día de clases son una mezcla de emosión, de tristeza, de aventura......
ahhhhh!!!

ALDERGUT dijo...

Ay Caramba!!! Creo que me hiciste recordar por momentos al plantel docente de la primaria a la que fui... de cualquier manera, gratos recuerdos... buen texto, salu2

Enigma dijo...

... recorde mi infancia, aunque los nombres eran otros las personalidades parecia las mismas.

Un beso Dra

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

Gonzalo Villar Bordones dijo...

el colegio.... qué horror!

RAYDIGON dijo...

Que recuerdos Doc.

Como hacer para volver a esas epocas...

:o(

Besotes G.

Chary dijo...

Hola cielo... Gracias por pasar a mi casa, ya sabes dónde está cada vez que quieras visitarla ;)

Me he encontrado con un blog muy interesante. Felicidades.
Besos!!!

Dra. Kleine dijo...

Cierto, el colegio trae tantos y tantos sentimientos, unos encontrados y otros diferentes.
Suele suceder, es un proceso que toooodos pasamos de alguna forma.