15 enero 2007

Poemita

¡Las manos! Obreras inquietas, regalo de dios.
Se abren, se cierran, pero siempre son caricia, consuelo, amor.
Manos maternales que brindan calor.
Manos que se extienden, donando perdón.
Manos de maestros, que saben decir.
Manos que suplican, mirando hacia dios.
Manos temblorosas ante la maldad porque han nacido para acariciar.
Manos enlazadas en una oración.
Manos, de poetas que sueñan y cantan.
Manos que golpean frente a la ansiedad.
Manos musicales que vibran y ríen porque han nacido para recrear.
Manos que levantan al hombre caído.
Manos enfermeras que saben curar.
Manos de médico que cortan y sanan porque son las manos de la humanidad.
Manos religiosas, manos consagradas que tienen el gesto de saber rezar.
Manos siempre limpias, manos siempre blancas...
Manos que se abren y nos dan el pan.
Manos prodigiosas, las más bellas manos...
Las de la amistad.
Editado por Cecilia P.

1 comentario:

Enigma dijo...

... y tan olvidadas que muchas veces las tenemos.

Buen inicio de semana Dra, un beso

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra