- Anda, apúrale, ya casi es la hora...
Las dos muchachas se arreglaron, perfumaron y salieron disparadas hacia la colonia.
- ¿Seguro que hiciste la cita con la secretaria?
- ¡Sí, seguro!, me confirmó a las siete de la noche, así es mejor, ya no hay tanta gente en el consultorio y nos evitamos las explicaciones...¿No?
- Tengo miedo... ¿crees que alguien me reconozca?
- No manita, ya estuvo de aguante, o es ahora o nunca.
Tomaron el autobús y dieron la dirección al conductor, buscaban el 51, así que a paso de rueda llegando a esa cuadra miraban de un lado a otro.
- Debe decir que es un consultorio de especialidades médicas... segurito ahí donde se ve harta luz...
- Hay dos policías en la puerta, tú... no, no me bajo
- Pos ora te chingas porque aquí es manita, ya llegamos y ora a darle pa adelante, Ni madres que te me arrepientas después de que te convencí con muchos trabajos...¿Cuánto le debo jefe?...
Y bajaron, una temerosa y la otra decidida, directito a la puerta de la Clínica donde algunos enfermos salían y otros simplemente esperaban en la puerta. El policía les abrió la puerta amablemente y sólo una de ellas sonrió descaradamente dando las gracias. La otra procuraba que su rostro no se asomara mucho.
- Disculpe oficial, ¿dónde queda el Consultorio de la Doctora Rosa Elvira?
- Siga derecho ése pasillo y hasta el fondo da vuelta y la última puerta es donde la encontrará. Si hizo cita con ella la pueden esperar en la salita de espera que está a un lado pero si no, olvídelo, mejor lláme pa que le atienda su secretaria. Es muy especial si se presenta algún enfermito sin avisarle...
- Ay Oficial, ¿Y si uno se viene muriendo del dolor? qué... ¿a poco no lo atiende?
- Pos ya ve usté, qué le puedo decir... aunque sean dentistas siempre tienen su caché. Pásenle.
Su compañera desistía en momentos, a paso chiquito no deseaba caminar. Le temblaban las piernas y sudaba demasiado. Sentía que toda la gente, poca o mucha, la miraba sólo a ella.
- Orita verás, cuando nos acerquemos tu no digas nada, déjame todo a mi. La secre se va justo cuando entremos a su despacho, me dijeron que ella sale a las siete y que deja a la doctora siempre con el último paciente. Y como se oyen los ruidos de los aparatitos adentro pos ni quién se imagine lo que pase ahí. Tu nomás portate digna, que yo ya tengo en la mente todo lo que le voy a decir de ti a la doctorcita ésa... nomás no te me rajes cabroncita... que ahí la vas a mirar de frente...
- ¿Crees que me reconozca?,
- ¡ pues mejor!, así sabrá porqué estamos ahí... no va a ser pa que me tape la muela del juicio, ¿verdad?.
Y llegaron al final del pasillo, con una salita de estar la televisión se encontraba prendida en uno de esos canales donde critican a los artistas. La secretaria las atendió mirando de arriba a abajo el vestir de ambas. Sabía que eran de condición humilde pero no le alarmaba, personas así llegaban al consultorio todos los días.
- Buenas noches, ¿vienen con cita con la Doctora?
- Claro señorita, creo que yo hablé con usté ayer cuando hice la cita, me pidió que llegara puntual y mire, creo que llegamos con 15 minuos de ventaja.
- Qué bueno señora, porque así si sale un paciente antes las atiende más rapido. ¿Quién es la que va a pasar a consulta?
-Este...y-y-yo señorita... a que me revise, sí... sí...
- ¿Cuál es su nombre?
- Soy la señora Al...
- Se llama María Sánchez... sí... es que viene nerviosa por la revisión, ya sabe... ¿verdad María?
- ¿Eh?, sí... perdone señorita, es que si estoy nerviosa... me dan miedo los aparatos que hay ahí dentro.
- No se preocupe, la Doctora la atenderá con paciencia, siempre tiene mucho cuidado con sus pacientes
- ¿Ah sí?... mire lo que son las cosas... tiene cuidado con sus pacientes y tal vez no tenga cuidado con su vida amorosa...
- ¿Cómo dijo señora?
- Nada... nada... digame algo, la ¿Doctora es guapa?, me dicen que es soltera, ¿verdad?
- Eh... sí, es soltera, muy bonita.
- Oiga ¿y usté conoce a su novio?... porque seguramente ha de ser un señor bien conocido por aquí ¿no? ... tú no hagas gestos... sólo escucha.
- Puesssss... la verdad...
- Ande, si lo ha de conocer... ¿o tendrá de plano muchos pretendientes?
- No, no en realidad. Hay un señor que siempre viene por ella, casi no tan seguido... pero si se ve que se quieren mucho.
Y los ojos de ambas saltaron, en tono de una sorpresa que ya conocían. Una a la otra se codearon y la más tímida pedía que se controlara la boca de la otra. Fueron los 15 minutos más eternos que la tímida sentía en su vida mientras que la otra sacaba la información que era vital para lo que sucediera.
- Bueno, me disculpan señoras, una vez que salga la doctora las atenderá de inmediato. Yo me retiro. Que tengan buenas noches. Hasta luego.
- Hasta luego señorita, vayase con cuidado que aquí nos quedaremos... a darle en la madre a tu doctorcita cabrona, saca maridos....
Y así esperaron la salida del paciente y en el inter de verla salir la miraron con un tapabocas. No asomaba mucho del rostro pero sí mucho de personalidad. Ahí estaba la doctora, despidiendo al paciente y mirándolas presta a atenderlas a la brevedad posible.
- Señoras buenas noches... ¿La señora María Sánchez?
- Si... si... soy yo
- ¿Pasan las dos?
- Si, yo paso con ella... pero en realidad la que se llama María Sánchez soy yo... Ella es Isabel Mata... ¿No le suena ése nombre?
- ¿Perdón?... ¿¿Isabel??... no lo creo... por qué.....
- No le suena el apellido Isabel Mata de Rivera?... ella es la SEÑORA DE RIVERA...
- ¿Pero a qué se refiere?... qué....
Y en un instante los ojos de las tres estuvieron en concordancia. Mirandose en segudos y recorriendo un escalofrío que dejó a la doctora intacta, ahora la doctora sabía la situación en la que estaba metida... la habían atrapado y en su propio terreno... tras la reacción el movimiento rudo fue de ir recibiendo bofetadas, golpes y patadas de súbito bajo una lluvia de gritos y un llanto en la lejanía...
- Vieja maldita, hija de las putas mayores, no le da vergüenza meterse con el marido de ésta cuando la está dejando en la más mísera pobreza?, tiene 4 hijos, cabrona! 4 qué mantener y que se gasta el dinero con usted y sus lujos estúpidos... usté es doctorcita... trabaje pa usté desgraciada! quiere quedarse con un viejo, búsquese uno de los que andan pagando porque se la cojan y no con hombres casados!
Y tras la golpiza, la derrota y la humillación supo con quien se había metido. Sus interiores subían y bajaban sin darle tiempo a lo que pasaba en su cuerpo y en su cara. Yacía toda maltrecha, despeinada y con un diente roto. Casualidad del consultorio dental en el que se encontraba.
- ¡Y no se vuelva a meter con nosotras porque el Diablo se la va a chupar vieja cabrona!
Y salieron apresuradamente, nadie desde el rincón de ése pasillo había presenciado nada. Salieron por la puerta donde el oficial les abría amablemente la puerta.
- ¿Les atendieron bien señoras?-- ¡Señoras! con cuidado...
Y sin voltear ambas emprendieron la carrera perdiendose entre las calles dejando al oficial pensando que a veces cuando uno ve a los doctores, ¡sí dan ganas de salir corriendo!.
7 comentarios:
Hey te leo de mejor humor, y me alegra!
Saludos.
Querida Dra,
que rica historia, con un final sorprendente, no creo que los amantes, doctora y predendiente, cortarán su relación con la riña, estas situaciones no se areglan con golpes.
¿se pueden evitar estas historias de amor con una voluntad de hierro y morirse de ganas???
me encantó mucho tu post sobre la mujer- es edificante una mujer que siente así y es contenta.
un abrazo
Si ,,, ya toy más reconfortada. Hoy amaneció mejor El Dorado... espero y mejore.
¿Que le puedo decir Dra?
Muchas veces, como menciona George, estas situaciones no acaban con un "usted disculpe", una golpiza o encarando a los implicados, pero la ecritura estuvo rica de elementos tan mundanos que hacen a uno reconocer status social, momento, sentimientos y sobretodo, naturalidad.
Un beso Dra
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
Besitos Doc.
Muchos eh...
=)
"hija de las putas mayores", gracias!!!! por la nueva frase!!!!!!!!!!
un abrazo dra. siempre es un placer recibir una visita suya al igual que visitarle.
Si estas fulanitas entendieran con golpes a no meterse con el marido o novio de otra, que fácil seria arreglar el asunto verdad?
Pero la realidad es muy distinta Doctorcita... lamentablemente hay mujeres caraduras y sinverguenzas por demás que ni con golpes entienden.
Saluditos :)
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