" Un gato en el tejado era astuto observador de las aves que posaban del techo en mi alcoba. Tal vez relamido, tal vez silencioso, tal vez quieto como la nube que navegaba sobre él.
Y yo miraba sus movimientos imitando su astucia de observadora"
¿Quièn le teme a la palabra Blog? Dientes filosos no tiene, pero sabe defenderse. Vuela como Dragòn y se alimenta como los girasoles, tierno al encanto de soñar. Su sexo es indistinto pero habla con cualquiera. !!Puerta de Cristal, abre tus mirillas!!
25 septiembre 2012
13 septiembre 2012
15 mayo 2011
Vista al alma
Hey tù!
Asòmate a mi ventana,
èsta del corazòn.
Creeràs que es un sueño,
y no lo serà.
Es una foto real,
de lo que tiene impregnada mi alma:
Mèxico, D.F.
No lo cambio por nada!
Asòmate a mi ventana,
èsta del corazòn.
Creeràs que es un sueño,
y no lo serà.
Es una foto real,
de lo que tiene impregnada mi alma:
Mèxico, D.F.
No lo cambio por nada!
04 mayo 2011
El muchacho
El era todo lo que uno pudiera asociar a la palabra solitario, aunado a su carácter antisocial pocos se atrevían realmente a iniciar una charla que durara más allá de dos o tres diálogos escuetos.
Su sentir era, por el contrario, parte de algo que vivía día a día como un constante renacer; Yo hubiera podido describirlo como un bosque plagado de laberintos donde él sabía cómo caminar y hacia dónde dirigirse.
Mantenía una estructura, casi perfecta tanto en lo que sentía, como en lo que imaginaba, tanto que en muchas ocasiones no hubiera dudado que se perdía el límite de uno con el otro.
¿Cómo me dí cuenta?
Como su sicòloga, uno puede accesar a rincones en los que no todos podrìamos permanecer para saber de lo que uno padece, de ser asì ningùn ser humano confiarìa en otro por notar esos "oscuros matices" que salen pocas veces como banderolas delineadoras.
Constantemente huìa de su realidad para marchar entre desangres de venas a otra, una donde al parecer un placer diferente al que conocemos, lo transportaba a la dimensiòn en la que El se sentìa còmodo.
Y fue en uno de esos eventos en los que sencillamente dejè de ver con el cerebro para observar con el corazòn.
Esa tarde cantaba, algo murmurante, poco conocido, pero de una tonada tal que invadìa todo su ser. No se sentìa observado en la habitaciòn donde se le habìa colocado. El ni siquiera se inmutaba por ello...
Y comenzò su ritual, hablando de manera cariñosa, sutil, tierna, como en pocos pacientes he visto.
El me decìa que no era imposible ver un àngel y que su àngel era una mujer.
Ya de noche no es fàcil que el mèdico de guardia atienda a dos o tres pacientes en estados crìticos, asì que me dediquè a estar sentada en su camastro viendo sus movimientos y lo que me explicaba...
Me invitò a fisurarme ligeramente la muñeca, cosa que neguè por supuesto, y el, en su ya avanzado delirio, pedìa que lo hiciera simbòlicamente o de lo contrario no podrìa tener compañìa, su propia compañìa.
¿Un amigo imaginario, acaso?
Tras muchas insistencias y por seguir en su trance fingì un corte delgado y en ese momento mis ojos comenzaron a percibir colores diversos y la mùsica en aumento.
Ahora sì entendìa sus letras, sus ritmos, su pegajosa cadencia...
No me explicaba lo que sucedìa pero salirme de ahì serìa un acto desastroso para que El volviera a confiar en mi.
Habìa tenues colores rosas, morados, lilas y un movimiento de viento tan suave que era imperceptible de no ser porque mis cabellos lo denotaban a momentos.
Ahì apareciò de repente la mujer... su mujer... su compañìa...
Brillaba con tonos azules, no lucìa angelical, muy terrenal con ojos profundos donde sòlo se miraba un arcoiris dibujado.
Lo saludò, lo abrazò y el sonriò. Se dirigiò a mi con una sola mirada para volverse a El.
No entendìa su lenguaje, pero sus expresiones eran totalmente enamoradas....
Hablaba yo, caminaba hacia ella y nada de poder tocarla...
¿quien era esa mujer?
¿porquè y donde la conociò?
¿Es cierto que lo hace felìz?
Su rostro sòlo era para Èl, sus caricias y besos sencillamente se perseguìan por todo su rostro...
Y yo congelada, sin moverme, sin terror...
Sabìa que bailaban una danza prohibida donde El tenìa una felicidad completa en pocos tiempos.
¿còmo es que aparece y se va asì de la nada?
....
Una señal y el lloraba...
Otra señal y èl rogaba: No te vayas, otro rato!, Otro màs!
Y yo quieta...
Un movimiento de ojos hacia èl, hacia la puerta y volver a verles y No habìa màs de esa mujer.
Todo volvìa a ser claro, con los grises de una clìnica.
Y El... Lloraba.
Me invadìa su tristeza pero tambièn me invadìa ahora la razòn.
Aquel Muchacho amaba a la muerte.
Y ella, a sorbos, venìa y le quitaba la vida a cada invocaciòn suya...
Y yo, a sabiendas de ello... ¿què consuelo podrìa darle?
Su sentir era, por el contrario, parte de algo que vivía día a día como un constante renacer; Yo hubiera podido describirlo como un bosque plagado de laberintos donde él sabía cómo caminar y hacia dónde dirigirse.
Mantenía una estructura, casi perfecta tanto en lo que sentía, como en lo que imaginaba, tanto que en muchas ocasiones no hubiera dudado que se perdía el límite de uno con el otro.
¿Cómo me dí cuenta?
Como su sicòloga, uno puede accesar a rincones en los que no todos podrìamos permanecer para saber de lo que uno padece, de ser asì ningùn ser humano confiarìa en otro por notar esos "oscuros matices" que salen pocas veces como banderolas delineadoras.
Constantemente huìa de su realidad para marchar entre desangres de venas a otra, una donde al parecer un placer diferente al que conocemos, lo transportaba a la dimensiòn en la que El se sentìa còmodo.
Y fue en uno de esos eventos en los que sencillamente dejè de ver con el cerebro para observar con el corazòn.
Esa tarde cantaba, algo murmurante, poco conocido, pero de una tonada tal que invadìa todo su ser. No se sentìa observado en la habitaciòn donde se le habìa colocado. El ni siquiera se inmutaba por ello...
Y comenzò su ritual, hablando de manera cariñosa, sutil, tierna, como en pocos pacientes he visto.
El me decìa que no era imposible ver un àngel y que su àngel era una mujer.
Ya de noche no es fàcil que el mèdico de guardia atienda a dos o tres pacientes en estados crìticos, asì que me dediquè a estar sentada en su camastro viendo sus movimientos y lo que me explicaba...
Me invitò a fisurarme ligeramente la muñeca, cosa que neguè por supuesto, y el, en su ya avanzado delirio, pedìa que lo hiciera simbòlicamente o de lo contrario no podrìa tener compañìa, su propia compañìa.
¿Un amigo imaginario, acaso?
Tras muchas insistencias y por seguir en su trance fingì un corte delgado y en ese momento mis ojos comenzaron a percibir colores diversos y la mùsica en aumento.
Ahora sì entendìa sus letras, sus ritmos, su pegajosa cadencia...
No me explicaba lo que sucedìa pero salirme de ahì serìa un acto desastroso para que El volviera a confiar en mi.
Habìa tenues colores rosas, morados, lilas y un movimiento de viento tan suave que era imperceptible de no ser porque mis cabellos lo denotaban a momentos.
Ahì apareciò de repente la mujer... su mujer... su compañìa...
Brillaba con tonos azules, no lucìa angelical, muy terrenal con ojos profundos donde sòlo se miraba un arcoiris dibujado.
Lo saludò, lo abrazò y el sonriò. Se dirigiò a mi con una sola mirada para volverse a El.
No entendìa su lenguaje, pero sus expresiones eran totalmente enamoradas....
Hablaba yo, caminaba hacia ella y nada de poder tocarla...
¿quien era esa mujer?
¿porquè y donde la conociò?
¿Es cierto que lo hace felìz?
Su rostro sòlo era para Èl, sus caricias y besos sencillamente se perseguìan por todo su rostro...
Y yo congelada, sin moverme, sin terror...
Sabìa que bailaban una danza prohibida donde El tenìa una felicidad completa en pocos tiempos.
¿còmo es que aparece y se va asì de la nada?
....
Una señal y el lloraba...
Otra señal y èl rogaba: No te vayas, otro rato!, Otro màs!
Y yo quieta...
Un movimiento de ojos hacia èl, hacia la puerta y volver a verles y No habìa màs de esa mujer.
Todo volvìa a ser claro, con los grises de una clìnica.
Y El... Lloraba.
Me invadìa su tristeza pero tambièn me invadìa ahora la razòn.
Aquel Muchacho amaba a la muerte.
Y ella, a sorbos, venìa y le quitaba la vida a cada invocaciòn suya...
Y yo, a sabiendas de ello... ¿què consuelo podrìa darle?
03 mayo 2011
Un Juego
Esa niña suspira por la luna,
esa niña sòlo ilusiòn aspira....
Yo solìa jugar entre las ramas de los àrboles, mezclarme entre los àrboles y brincar grandes charcos. Divertirme en las aguas lodosas era parte de un momento de risas juguetonas entre mis amigos y yo...
Asì era en los tiempos en los que no pensaba que crecerìa, que me desarrollarìa, que mis formas tomarìan tonos y cuerpos que desconocìa pero que parecìan a los de una niña ya adulta.
Quienes eran parte de mis juegos pronto cambiaron su actitud y sencillamente evitaba el roce de todos ellos... excepto por el chico que siempre estuvo al lado mìo para pescar ranas y romper niditos de aves... Me entusiasmaban sus ideas, sus propuestas y hasta la manera en que me tocaba la espalda.
Si crecimos juntos podìamos saber que juntos harìamos màs de dos complicidades hasta que nuestra travesura mayor se aproximò.
Fue que nos quedamos solos, en medio del bosque, sentados en la fuente. Ya el atardecer habìa asustado a todos y nosotros, sentados retando al destino de lo desconocido no dejàbamos de mirar cosas extrañas o ruidos que fueran diferentes...pero nada ocurrìa.
Un bicho se enredò en mi cabello, me voltee de espaldas y le pedì me lo quitara, sòlo oìa su zumbido entre lo enredado que lo tenìa...
Su respiraciòn se escuchaba en una parte de mi oìdo, de mi nuca, de mi espalda... hacerme de lado el cabello fue lo que me produjo un escalofrio que jamàs experimentè y su beso en mi piel logrò que mi corazòn comenzara a latir màs ràpido de lo normal... sin que estuviera miedosa.
Sus manos me abrazaron, su cuerpo se aproximò.
Jamàs olvidarè la sensaciòn de lo que todo me tocò a mis espaldas y ocurriò...
Me acariciaba, me besaba y yo no atinaba a mirarlo de frente.
Sòlo atinaba a recargar mi cabeza sobre sus hombros hacia atràs, como medio desmayada.
Fue su toque?
Fuè mi inocencia?
Fue una lengua tibia la que me recorria de la nuca a la espalda con unas manos que se aproximaban de forma tìmida hacia mis senos. Iban y venìan, recorrìan parte a parte cada uno de los recovecos de mi piel...
Sencillamente me dejaba cerrando los ojos para sentir...
Entre mis nervios y su inexperiencia duramos un largo rato jugueteando asì... con temor, con tiento, con dudas de sentir un rechazo...
Al volver a casa no hacìa otra cosa màs que repasar en mi mente , segundo a segundo, todo lo que habìa pasado, y el corazòn volvìa en vuelcos recordando sensaciones.
Hoy extraño el bosque, su juego, la fuente incluso, de algo que procurò ser un intento sensual de despertar mi piel.
Quisiera probar lo que serìa estar frente a èl ahora...
esa niña sòlo ilusiòn aspira....
Yo solìa jugar entre las ramas de los àrboles, mezclarme entre los àrboles y brincar grandes charcos. Divertirme en las aguas lodosas era parte de un momento de risas juguetonas entre mis amigos y yo...
Asì era en los tiempos en los que no pensaba que crecerìa, que me desarrollarìa, que mis formas tomarìan tonos y cuerpos que desconocìa pero que parecìan a los de una niña ya adulta.
Quienes eran parte de mis juegos pronto cambiaron su actitud y sencillamente evitaba el roce de todos ellos... excepto por el chico que siempre estuvo al lado mìo para pescar ranas y romper niditos de aves... Me entusiasmaban sus ideas, sus propuestas y hasta la manera en que me tocaba la espalda.
Si crecimos juntos podìamos saber que juntos harìamos màs de dos complicidades hasta que nuestra travesura mayor se aproximò.
Fue que nos quedamos solos, en medio del bosque, sentados en la fuente. Ya el atardecer habìa asustado a todos y nosotros, sentados retando al destino de lo desconocido no dejàbamos de mirar cosas extrañas o ruidos que fueran diferentes...pero nada ocurrìa.
Un bicho se enredò en mi cabello, me voltee de espaldas y le pedì me lo quitara, sòlo oìa su zumbido entre lo enredado que lo tenìa...
Su respiraciòn se escuchaba en una parte de mi oìdo, de mi nuca, de mi espalda... hacerme de lado el cabello fue lo que me produjo un escalofrio que jamàs experimentè y su beso en mi piel logrò que mi corazòn comenzara a latir màs ràpido de lo normal... sin que estuviera miedosa.
Sus manos me abrazaron, su cuerpo se aproximò.
Jamàs olvidarè la sensaciòn de lo que todo me tocò a mis espaldas y ocurriò...
Me acariciaba, me besaba y yo no atinaba a mirarlo de frente.
Sòlo atinaba a recargar mi cabeza sobre sus hombros hacia atràs, como medio desmayada.
Fue su toque?
Fuè mi inocencia?
Fue una lengua tibia la que me recorria de la nuca a la espalda con unas manos que se aproximaban de forma tìmida hacia mis senos. Iban y venìan, recorrìan parte a parte cada uno de los recovecos de mi piel...
Sencillamente me dejaba cerrando los ojos para sentir...
Entre mis nervios y su inexperiencia duramos un largo rato jugueteando asì... con temor, con tiento, con dudas de sentir un rechazo...
Al volver a casa no hacìa otra cosa màs que repasar en mi mente , segundo a segundo, todo lo que habìa pasado, y el corazòn volvìa en vuelcos recordando sensaciones.
Hoy extraño el bosque, su juego, la fuente incluso, de algo que procurò ser un intento sensual de despertar mi piel.
Quisiera probar lo que serìa estar frente a èl ahora...
02 mayo 2011
22 marzo 2011
De Vacaciones
Por intentar huìr de tu voz, me internè en un bosque profundo,
por querer navegar por los destinos que fueran mìos, comencè a renombrarte,
Por hacerle caso al viento, al centro de la tierra y a la montaña
lleguè a los lugares incorrectos...
Luego entonces, rehice el camino y anduve,
y si mirè al sol sin quemarme, fue por la osadìa de pensarte,
y si me sumergì en las aguas saladas fue por borrar mis heridas que raspaste,
y asì creo que divaguè, unos dos o tres dìas,
pensando, descansando y logrando inmiscuirme
en ramitas, gusanitos, peces y montañas...
Pero en ningùn lugar, lograba olvidarte.
¿Dònde quedaron mis dìas de descanso?
17 febrero 2011
Mirada Interna
Aún dentro de los bosques mas espesos, de esos en los que un ser parece impenetrable a sus entrañas, aún en sus ramas altas y horondas; aún en sus sonidos clandestinos que surgen paso a paso cuando se avecina el oscurecer; aún en la hojarasca quebradiza por la humedad ofrecida de su rocío; aún en los silencios latentes de entre los sonidos de aves remotas, estables y bichos que rondan de un lado a otro; aún con gotitas que logren vencer el triunfo del tope a su paso;Aún con la valla infranqueable de zanjas y barrancas y cuevas y recovecos; aún con cascadas o ríos o lagos o brotes de agua tintineante y juguetona, aún con todo ello, siempre habrá una luz que sale de adentro hacia afuera, brillante, tierna y con susurro de hadas encantadas desbordando halos de serenidad.
¿Serás capaz de ver hacia dentro?
En esos instantes, en que uno mira toda esa inmensidad, será preciso oler, sentir, captar y estar presente para poder ser parte de lo verde, de lo azul, de lo amarillo...
Si alg surge en tu interior y se conecta con lo que tienes a tu alrededor, lograrás ver más allá de lo que existe y tu sentir abrirá nuevas fronteras y espacios.
Serás entonces un ser privilegiado de humildad, sencillez y oferta en el pedir perdón sin orgullo alguno, caminarás ligero y sin pendientes o de lo contrario, jamás penetrarás el bosque, lo que tiene ni sus secretos tan ricos e inmensos prestos a compartir.
20 enero 2011
Sentimientos
Mi ansiedad es pensarte,
mi ansiedad es desearte,
creer que aún a la distancia
mi ser quiera alcanzarte.
Mi necesidad es saberte real,
auténtico y sin maldad.
¿Quién me asegura que sólo seas
una mera quimera?
Mi ansiedad es crearte,
abstrerme en tu arte,
y en el resto de lo hace tu mente,
mi ansiedad será poseerte.
Hacerte parte de una fantasía
no será sufiente en mis días,
leer tus labios, tocarte,
hacer que tu voz genere alegrías...
Ven a mi y dejaré de necesitarte,
para ahora no saberme sin ti.
haciendo mi vida tuya sin dejarte
y que traspase mis confines de amarte.
¿Ansiedad o necesidad?
19 enero 2011
Detective
El trabajo estaba por demás especificado.
Buscaría sin dudarlo, preguntando, investigando, surfeando entre los barrios, entre callejones, entre la gente que habla de más para obtener de ahí toda pista necesaria y conformar un esquema.
Tal vez la jornada tomaría unas 72 horas o más, pero el destino me había forjado ya la tarea de dar con El.
Fué difícil al principio.
Sin un rastro y sin un modus qué perseguir tuve que inmiscuirme en las aguas más violentas de la intransigencia, del olvido, de lo que la gente a veces toma por pequeños detalles vitales para una búsqueda como la efectuada.
No dudaba de la veracidad de los hechos, de las dolencias y los accidentes sucedidos.
Todo daría al final un encuadre perfecto en el momento de armar las piezas.
¡¡Un corazón estaba perdido!!
Y era vital encontrarlo sin lugar a dudas.
Había pasado tanto tiempo en el olvido que muchos ni siquiera pensaban ya en El, tal vez de nombre, tal vez por un hecho, por un afecto, un abrazo sentido y olvidado, pero nadie recordaba bien a bien qué rumbo había tomado ni en qué momento fue parte de la muchedumbre en la que se pierden los sentidos y el saber estar consigo mismo.
De vez en cuando la expresión del amor dejaba una luz en el camino que me permitía avanzar tremendamente sin embargo era la completa oscuridad la que no me permitía el avance de la misión.
¿Dónde podría quedar un corazón que ha sido por demás olvidado?
¿En qué lugar se refugian quienes sienten que han sido vejados y lastimados por el instante injusto?
¿Habrá lágrimas como rastro?
¿Cuánto habría huído del camino en el que antes andaba?
Nada de eso lograba contestar el mar de cuestionamientos ejercidos por las huellas perseguidas.
Y cada vez mi angustia, por el tiempo, y cada vez mi frustración y cada vez mis dudas internas por convencerme de que tal vez, tal vez realmente habría desaparecido de la faz terrestre, me hacían que día a día tomara una opción diferente.
Buscaría sin dudarlo, preguntando, investigando, surfeando entre los barrios, entre callejones, entre la gente que habla de más para obtener de ahí toda pista necesaria y conformar un esquema.
Tal vez la jornada tomaría unas 72 horas o más, pero el destino me había forjado ya la tarea de dar con El.
Fué difícil al principio.
Sin un rastro y sin un modus qué perseguir tuve que inmiscuirme en las aguas más violentas de la intransigencia, del olvido, de lo que la gente a veces toma por pequeños detalles vitales para una búsqueda como la efectuada.
No dudaba de la veracidad de los hechos, de las dolencias y los accidentes sucedidos.
Todo daría al final un encuadre perfecto en el momento de armar las piezas.
¡¡Un corazón estaba perdido!!
Y era vital encontrarlo sin lugar a dudas.
Había pasado tanto tiempo en el olvido que muchos ni siquiera pensaban ya en El, tal vez de nombre, tal vez por un hecho, por un afecto, un abrazo sentido y olvidado, pero nadie recordaba bien a bien qué rumbo había tomado ni en qué momento fue parte de la muchedumbre en la que se pierden los sentidos y el saber estar consigo mismo.
De vez en cuando la expresión del amor dejaba una luz en el camino que me permitía avanzar tremendamente sin embargo era la completa oscuridad la que no me permitía el avance de la misión.
¿Dónde podría quedar un corazón que ha sido por demás olvidado?
¿En qué lugar se refugian quienes sienten que han sido vejados y lastimados por el instante injusto?
¿Habrá lágrimas como rastro?
¿Cuánto habría huído del camino en el que antes andaba?
Nada de eso lograba contestar el mar de cuestionamientos ejercidos por las huellas perseguidas.
Y cada vez mi angustia, por el tiempo, y cada vez mi frustración y cada vez mis dudas internas por convencerme de que tal vez, tal vez realmente habría desaparecido de la faz terrestre, me hacían que día a día tomara una opción diferente.
Y fue un día, en el que me transformaba el conflicto a renunciar, a denunciar mi fracaso, a dar aviso que simplemente fue imposible rastrear a quien yo creía del todo fácil ubicar como perdido, cuando vislumbré un sentir, un ruidito, así, casi tornado a suspiro, estando en silencio por fin lo noté!
Fuí torpe!
Omití ciertas reglas en la búsqueda que son escenciales: -El silencio con uno mismo-
Eureka!
Y fue un hilo, casi imperceptible, de esperanza, que logró que diera con quien me transformó en un ser incansable y perseguidor de su encuentro.
13 enero 2011
Celda 13
Ella siempre miraba a lo lejos la fortaleza, imponente, fría, escalofriante por gritos desgarrados a fuerza de golpes...
Lo que para muchos significaba castigo para ella sólo era la ilusión de su amor, de su suspiro, de quien amaba hasta el astío del ensueño.
Los soldados se lo llevaron, sin presumir su inocencia y fue injusticia su encierro hasta declararlo inocente cuando el comendador regresara de su largo viaje.
Todos eran culpables, todos a los que habían detenido, pero ella juraba ante Dios y los presentes que apostaba por su inocencia.
Tenía que verlo, temía que por las noches esos gritos de dolencias salieran de la celda donde su Gran Amor habitaba... La número 13.
Y fue que en una fiesta de la villa se puso bonita, se vistió de blanco y caminó coqueta y murmurando hacia la fortaleza temida.
Había regalos para los soldados, un buen vino y mendrugos de pan hecho por ella.
Que su visita coincidía con las del resto del pueblo y sólo atinaba a preguntar por la Celda número 13.
Ya le conocían, muchos se burlaban, otros la miraban callados porque su suerte no surtía a cada intento por visitarle.
Y fué que hizo la fiesta, La chamaca bonita de largos cabellos tuvo conciencia de ser coqueta.
Y platicó con ellos hasta lograr escabullirse...
Los pasillos fríos no le daban señal alguna por dónde se encontraba la celda Número 13.
Extrañada preguntaba a algunos, moribundos, nauseabundos sobre el paradero de su joven amado. Nadie daba razón por las oscuridades hasta que topó de frente al calabozo con la marca XIII.
¡Mañana nos toca a nosotros! - Úno decia con voz de niño...
¡Vete Niña, que te harán encerrar aquí! - Y los encerrados enloquecían de curiosidad...
Sólo se escuchaba un llanto callado, quedito, sentido...
Jurando que juntos no estarían jamás tomó la sábana...
El llanto incontenible sólo anunciaba a los presos que su dolor era inmenso...
Silencio
Nada más que silencio interrumpido por botas, enojos y Dos Solados gritando a Pecho por la Señorita...
¡Llora por su amor, imbéciles!
¡Qué le hicieron a ésa mujer!
Y un grito de espanto coincide al abrir la mazmorra entre penumbras...
¡Por Dios!
¡Se colgó!
¡Está Muerta!
... Y en la celda Número 13 desde entonces hubo la leyenda de aquella que murió por decepción, de traición, de tristeza y desesperanza por no salvar a su amado, a su ilusión perdida.
Se dice que hoy, en la mazmorra, deambula de blanco silbando, buscando entre los pasillos hasta que se pierde entre las paredes...
¿Estará buscando a aquel que no supo que su corazón le pertenecía?
* Leyenda americana.
Lo que para muchos significaba castigo para ella sólo era la ilusión de su amor, de su suspiro, de quien amaba hasta el astío del ensueño.
Los soldados se lo llevaron, sin presumir su inocencia y fue injusticia su encierro hasta declararlo inocente cuando el comendador regresara de su largo viaje.
Todos eran culpables, todos a los que habían detenido, pero ella juraba ante Dios y los presentes que apostaba por su inocencia.
Tenía que verlo, temía que por las noches esos gritos de dolencias salieran de la celda donde su Gran Amor habitaba... La número 13.
Y fue que en una fiesta de la villa se puso bonita, se vistió de blanco y caminó coqueta y murmurando hacia la fortaleza temida.
Había regalos para los soldados, un buen vino y mendrugos de pan hecho por ella.
Que su visita coincidía con las del resto del pueblo y sólo atinaba a preguntar por la Celda número 13.
Ya le conocían, muchos se burlaban, otros la miraban callados porque su suerte no surtía a cada intento por visitarle.
Y fué que hizo la fiesta, La chamaca bonita de largos cabellos tuvo conciencia de ser coqueta.
Y platicó con ellos hasta lograr escabullirse...
Los pasillos fríos no le daban señal alguna por dónde se encontraba la celda Número 13.

Su corazón botaba del pecho.
El Cerrojo flojo no resistió las fuerzas de las llaves robadas y fue que al entrar no encontró más allá de una sábana que cubría un cuerpo, Su cuerpo, el amado cuerpo.
¡Fué fusilado ayer junto con otros! -Gritaron del fondo-¡Mañana nos toca a nosotros! - Úno decia con voz de niño...
¡Vete Niña, que te harán encerrar aquí! - Y los encerrados enloquecían de curiosidad...
Sólo se escuchaba un llanto callado, quedito, sentido...
Jurando que juntos no estarían jamás tomó la sábana...
El llanto incontenible sólo anunciaba a los presos que su dolor era inmenso...
Silencio
Nada más que silencio interrumpido por botas, enojos y Dos Solados gritando a Pecho por la Señorita...
¡Llora por su amor, imbéciles!
¡Qué le hicieron a ésa mujer!
Y un grito de espanto coincide al abrir la mazmorra entre penumbras...
¡Por Dios!
¡Se colgó!
¡Está Muerta!
... Y en la celda Número 13 desde entonces hubo la leyenda de aquella que murió por decepción, de traición, de tristeza y desesperanza por no salvar a su amado, a su ilusión perdida.
Se dice que hoy, en la mazmorra, deambula de blanco silbando, buscando entre los pasillos hasta que se pierde entre las paredes...
¿Estará buscando a aquel que no supo que su corazón le pertenecía?
* Leyenda americana.
11 enero 2011
En venta
Dame una nueva mirada,
dame un nuevo suspiro,
Que mi interior sienta
que te tengo retenido.
Quiero tu ser en el mío,
quiero tu piel con la mía,
dejando que el resto
gire en torrno a nuestra vida.
Si te imploro compartirte,
si te proclamo convidado,
serás mío por instante
aún cuando no seas comprado.
Dame una nueva mirada,
dame un nuevo suspiro,
Que yo permaneza atorada
entre tu almohada y tu brío
21 diciembre 2010
Tù
Me tienes posesa del deseo,
proclamas tu luz en mi piel,
dejas tu imagen impresa,
conversa, inmersa en mi.
Cada mirada, cada ensueño,
cada momento, cada suspiro,
evoca mi alma atracciòn a ti.
Tienes mi voluntad,
y mi sangre hierve,
tienes imàn
y mi cuerpo te quiere.
Y por las noches divago
y siento que hay instantes
y siento arrebatos
y no quiero ser Yo.
Y me duplico en dos
como tu imagen oscura,
y sale quien no soy
e invoca tu figura...
Y quiere ser penetrada
hasta la saciedad de un grito
que sea màs de placer
que de delito.
¿Me tienes y lo sabes?
16 diciembre 2010
Silencio obsesivo
Al paso de tu silencio me obsesiona meterme en tu pensamiento... ¿què diablos tienes ahì dentro?
Me tenìa prendada por encima de las demàs amigas que solìamos tener. Jamàs se relacionaba con nadie excepto que ella misma lo permitiera.
Y la observaba con toda atenciòn para aprender sus debilidades o lo que fuera convincente para llegar a ella de la manera menos pre-fabricada posible.
Por demàs me tenìa encantada y su misterio enfrascaba mis ideas del còmo serìa si...
Imaginaba sus respuestas, incluso hasta su voz como sonara por cel.
Tan callada en horas de escuela me impacientaba, me exasperaba y dejaba un vejo de enojo en mi sin lograr en ella la mìnima expresiòn del sentir...
Y ocurriò que un dìa, sin proponermelo, sucediò un accidente donde su voz fue tan directa que no pude màs allà que ser gentil.
Y asi comenzamos a salir... Me indagaba su mirada detràs de sus palabras: ¿¡Què diablos sentìa por mi?!
Jamàs conocì un amigo cercano, siquiera por provocarme unos celos innatos.
Lo cruel del asunto fue que en su orgasmo las palabras con mi nombre se escuchaban tan sinceras que la ciega era yo... Y me enamorè.
No podìa negarlo: Enamorada de la forma màs imbècil me ceguè, me perdì, me obsesionè.
La perseguìa a escondidas, buscando un algo, un motivo, una rabieta provocada.
¿Què buscaba yo si ya la amaba?,
¿Què querìa si tenìa su mirada, su cuerpo y hasta sus besos a cada instante que se los exigìa?
Tenerla en mi piel, rozarla en su dureza de pezones era mi perdiciòn.
Imploraba en mi fantasìa que sòlo me amara a mì... porque ni yo misma sabìa si me pertenecìa.
La rabia de no saber ni conocer un corazòn callado me hizo asfixiarla, tomar su cuello blanco, hermoso, suave, delicado entre mis manos nerviosas, temblorosas y crudas hizo que demandara un grito salido de mi demonio interior:
¡Quien te crees que eres para no decir a quien amas!
Ni en esos instantes de muerte, de espacio entre el bien y el mal, lograron sacarla de lo que todos llamaban una virtud desconocida en muchos...
Sòlo su mirada se dirigiò lentamente al cielo y ahi se quedò... callada... ¡la muy maldita!
Hoy me obsesiona, y entre mis lineas la extraño y entre mis tetas la imploro.
Jamàs volverà ni su silencio ni su ser mientras me pudro en la obsesiòn de tenerla aùn abrazada a mì.
****
Ella era mi intensiòn, por completo. Me tenìa prendada por encima de las demàs amigas que solìamos tener. Jamàs se relacionaba con nadie excepto que ella misma lo permitiera.
Y la observaba con toda atenciòn para aprender sus debilidades o lo que fuera convincente para llegar a ella de la manera menos pre-fabricada posible.
Por demàs me tenìa encantada y su misterio enfrascaba mis ideas del còmo serìa si...
Imaginaba sus respuestas, incluso hasta su voz como sonara por cel.
Tan callada en horas de escuela me impacientaba, me exasperaba y dejaba un vejo de enojo en mi sin lograr en ella la mìnima expresiòn del sentir...
Y ocurriò que un dìa, sin proponermelo, sucediò un accidente donde su voz fue tan directa que no pude màs allà que ser gentil.
Y asi comenzamos a salir... Me indagaba su mirada detràs de sus palabras: ¿¡Què diablos sentìa por mi?!
Jamàs conocì un amigo cercano, siquiera por provocarme unos celos innatos.
Lo cruel del asunto fue que en su orgasmo las palabras con mi nombre se escuchaban tan sinceras que la ciega era yo... Y me enamorè.
No podìa negarlo: Enamorada de la forma màs imbècil me ceguè, me perdì, me obsesionè.
La perseguìa a escondidas, buscando un algo, un motivo, una rabieta provocada.
¿Què buscaba yo si ya la amaba?,
¿Què querìa si tenìa su mirada, su cuerpo y hasta sus besos a cada instante que se los exigìa?
Tenerla en mi piel, rozarla en su dureza de pezones era mi perdiciòn.
Imploraba en mi fantasìa que sòlo me amara a mì... porque ni yo misma sabìa si me pertenecìa.
ESO!, ESO LO PROVOCÔ!!
¡Quien te crees que eres para no decir a quien amas!
Ni en esos instantes de muerte, de espacio entre el bien y el mal, lograron sacarla de lo que todos llamaban una virtud desconocida en muchos...
Sòlo su mirada se dirigiò lentamente al cielo y ahi se quedò... callada... ¡la muy maldita!
Hoy me obsesiona, y entre mis lineas la extraño y entre mis tetas la imploro.
Jamàs volverà ni su silencio ni su ser mientras me pudro en la obsesiòn de tenerla aùn abrazada a mì.
09 diciembre 2010
¿Cómo quieres que te vea?
Cómo mirarte de frente y a los ojos cuando mi amor ha sido confeso muchas veces.
Si, te quiero, pero suele cambiar la manera del querer.
Antes pasión, hoy ternura,
antes emoción, hoy simplemente comprensión.
Cómo mirarte de frente y a los ojos cuando mi amor ahora se transforma sin locura.
Podría contarte mis suspiros inmensos por tu persona, incluso, poemas, de esos tontos que se anotan en servilletas de cafés al aire libre.
Las letras, lo que el corazón manda escribir de manera imperante, tienes que traducirlo en bocanadas de amor, de abrazos, de sentires.
Hoy sencillamente no pasa más...
Antes ansiedad, hoy tranquilidad,
antes chispas y hoy vida diaria.
Quiero tenerte en mi vida aún
¿Y cómo hago que estés sin que la ofensa lastime tu corazón?
¿Cómo te explico que perderte sería menos doloroso si comienzo a dejar de quererte?
Dímelo tú
¿Cómo quieres que te vea?
07 diciembre 2010
Taxi
Súbale mi reinita y a donde quiera que me diga hasta allí la llevaré. - digo, con todo respeto señorita-.
Déjeme decirle que ta re-guapa, eh?, pocas veces llevo pasaje tan lindo y ps n´ombre, con personitas como usté, si dan ganas de chambiarle.
Me recuerda usté una persona quel otro día subí y quezque me dijo que le urgía llegar a una oficina, por ahí por el sur. Taba re-linda, casi casi como la miro a usté, nomás que sus ojos no eran tan lindos como los que le miro por el retrovisor.
De la prisa que la llevé me puso hasta nerviudo, pos le cuento que ya ni sabía como hacerle porque me gritó re gacho para que le apurara a llegar, pero pos usté se ve diferente, no? como que no es enojona... La otra lo que tenía de bonita lo tenía de amargueitor... Nel.
Va a decir que soy un abusivo pero pus ya sabe, uno que es hombre y de que se suban señoras gordas y gueyes olorosos -digo, perdonando su lindo color, pos ora si que uste vino a hacer la diferiencia, no?
Eso si, trato igual a un enojón que a una dulzura... porque... ¿sabe? se ve que asté ha de ser rete buena gente con esa sonrisa, ¿no?, me la imagino trabajando asi re contentita. Ha de tener ri-artos pretendientes, ¿veá?
- No vaya a pensar que me toy metiendo en su vida, dirá usté que qué me importa, pero ps si una feíta nosotros le chiflamos cuando va en la acera, pos cuantimás con alguien que no se mira tan común en estos rumbos...
Y hasta pienso que ha de traer usté un carro porque subirse así, nomás así, a cualquier taxi y platicar con el taxista pos, pos no ha de ser fácil ¿veá señorita?.
Será usté casada?... no, ni me lo diga, eh? pensará usté que toy de metiche... pero ps, así uno dejaba de trabajar pos usté en un taxi y le buscaba la forma de ver cómo la podría tener como reinita... no?
- A poco no la tratan como en algodoncitos, eso ha de ser re chido, aqui bien cuidadita y consentida, ¿no? Yo sé que le digo miré, por la santisima crucecita que beso , le digo puras verdades ¡me cai de maiz!
Yo creo que si me casara con usté -digo, así nomás fantasiando- Yo le rete chambiaría, chance y hasta en dos taxis... o compraba otro... o pos... no sé de qué otra manera ganaría pa la papa porque nomás de chofer la hago rete bien, pero de que la mantendría como lo que asté se merece... Ota, me canso ganso que si la cuidaría...
Y cuando saliera de su chambita, pos ya pasaría pos usté, la llevaría a cenar unos tacos que saben a gloria por aqui mas o menos, por ésta calle, pero hasta el fondo... N´ombre, me amaría usté por el sabor de ésos tacos así nomás.
...De ahi pos... pos la ropita porque ah jijo, le miro la ropita y esa pos la han de vender en otro lado diferente, no?...
Es que así bien vestidita hasta la mira uno como cuando se miran las estuatas en la iglesia... Esos santitos que tienen la piel como suaveciiita, riquiiita, como de esas que hasta parecen celestiales...
Así, así como me los acuerdo, así se mira usté eh?...
Pero no se preocupe, que ya con las prisas y con todo lo que llevamos de plática se le va a hacer rete rápido el aventón que le toy dando...
La percha es la percha ¿verdá seño?
Y que trae hasta portafolios como los de las licenciadas de las películas éstas gringas: Los abogados bien vestiditos y las licenciadas caminando derechito y sin jorobarse.
Viera usté las de mi barrio, esas si que son a su lado una nada ¿eh?
Tengo una amiguita, que aunque no lo crea, si me buscan mucho las señoras, a veces las jovencitas pero ah tan muy despiertitas... Esa amiguita de la que liablo, uchale, es la neta porque se junta con otros señores y conmigo para platicar aqui asi de suave como lo tamos haciendo, y si viera usté que se siente re bonito que a uno le hagan caso con eso? o , o, o hasta a veces uno si se siemte como escuchado por los dioses...
Y pos luego cuando la invité una vez a cenar -porque no se crea que soy tan antrevido con las mujeres- pos que me batea porque ya otro taxista le andaba llegando en su plan de conquista. N´ombre, mejor me hice pa trás... como quien dice más vale aqui murio que aqui perdió ¿veá señorita?...
Sí....
Sí...
Oiga no la había escuchado hablar, tiene vocecita de angelito ¿eh?...
¿Está bien por aquí?... Sí...
Pos que Dios me la bendiga Señorita y ¡cuidese que ta usté re bonita!...
**PENSANDO**
Chale... una de esas mujeres es la que yo merezco... me cai de a madr... me las voy a buscar así , chin, chin...
- A chingá... ¡¡La vieja no me pagó!!
Déjeme decirle que ta re-guapa, eh?, pocas veces llevo pasaje tan lindo y ps n´ombre, con personitas como usté, si dan ganas de chambiarle.
Me recuerda usté una persona quel otro día subí y quezque me dijo que le urgía llegar a una oficina, por ahí por el sur. Taba re-linda, casi casi como la miro a usté, nomás que sus ojos no eran tan lindos como los que le miro por el retrovisor.
De la prisa que la llevé me puso hasta nerviudo, pos le cuento que ya ni sabía como hacerle porque me gritó re gacho para que le apurara a llegar, pero pos usté se ve diferente, no? como que no es enojona... La otra lo que tenía de bonita lo tenía de amargueitor... Nel.
Va a decir que soy un abusivo pero pus ya sabe, uno que es hombre y de que se suban señoras gordas y gueyes olorosos -digo, perdonando su lindo color, pos ora si que uste vino a hacer la diferiencia, no?
Eso si, trato igual a un enojón que a una dulzura... porque... ¿sabe? se ve que asté ha de ser rete buena gente con esa sonrisa, ¿no?, me la imagino trabajando asi re contentita. Ha de tener ri-artos pretendientes, ¿veá?
- No vaya a pensar que me toy metiendo en su vida, dirá usté que qué me importa, pero ps si una feíta nosotros le chiflamos cuando va en la acera, pos cuantimás con alguien que no se mira tan común en estos rumbos...
Y hasta pienso que ha de traer usté un carro porque subirse así, nomás así, a cualquier taxi y platicar con el taxista pos, pos no ha de ser fácil ¿veá señorita?.
Será usté casada?... no, ni me lo diga, eh? pensará usté que toy de metiche... pero ps, así uno dejaba de trabajar pos usté en un taxi y le buscaba la forma de ver cómo la podría tener como reinita... no?
- A poco no la tratan como en algodoncitos, eso ha de ser re chido, aqui bien cuidadita y consentida, ¿no? Yo sé que le digo miré, por la santisima crucecita que beso , le digo puras verdades ¡me cai de maiz!
Yo creo que si me casara con usté -digo, así nomás fantasiando- Yo le rete chambiaría, chance y hasta en dos taxis... o compraba otro... o pos... no sé de qué otra manera ganaría pa la papa porque nomás de chofer la hago rete bien, pero de que la mantendría como lo que asté se merece... Ota, me canso ganso que si la cuidaría...
Y cuando saliera de su chambita, pos ya pasaría pos usté, la llevaría a cenar unos tacos que saben a gloria por aqui mas o menos, por ésta calle, pero hasta el fondo... N´ombre, me amaría usté por el sabor de ésos tacos así nomás.
...De ahi pos... pos la ropita porque ah jijo, le miro la ropita y esa pos la han de vender en otro lado diferente, no?...
Es que así bien vestidita hasta la mira uno como cuando se miran las estuatas en la iglesia... Esos santitos que tienen la piel como suaveciiita, riquiiita, como de esas que hasta parecen celestiales...
Así, así como me los acuerdo, así se mira usté eh?...
Pero no se preocupe, que ya con las prisas y con todo lo que llevamos de plática se le va a hacer rete rápido el aventón que le toy dando...
La percha es la percha ¿verdá seño?
Y que trae hasta portafolios como los de las licenciadas de las películas éstas gringas: Los abogados bien vestiditos y las licenciadas caminando derechito y sin jorobarse.
Viera usté las de mi barrio, esas si que son a su lado una nada ¿eh?
Tengo una amiguita, que aunque no lo crea, si me buscan mucho las señoras, a veces las jovencitas pero ah tan muy despiertitas... Esa amiguita de la que liablo, uchale, es la neta porque se junta con otros señores y conmigo para platicar aqui asi de suave como lo tamos haciendo, y si viera usté que se siente re bonito que a uno le hagan caso con eso? o , o, o hasta a veces uno si se siemte como escuchado por los dioses...
Y pos luego cuando la invité una vez a cenar -porque no se crea que soy tan antrevido con las mujeres- pos que me batea porque ya otro taxista le andaba llegando en su plan de conquista. N´ombre, mejor me hice pa trás... como quien dice más vale aqui murio que aqui perdió ¿veá señorita?...
Sí....
Sí...
Oiga no la había escuchado hablar, tiene vocecita de angelito ¿eh?...
¿Está bien por aquí?... Sí...
Pos que Dios me la bendiga Señorita y ¡cuidese que ta usté re bonita!...
**PENSANDO**
Chale... una de esas mujeres es la que yo merezco... me cai de a madr... me las voy a buscar así , chin, chin...
- A chingá... ¡¡La vieja no me pagó!!
05 diciembre 2010
Nada queda en control
Mi falsa confesiòn era sencilla: Me sentìa bien.
Sin problema alguno iba y venìa en el devenir de los dìas, sin remordimiento ni tiempo a pensar.
Bastò un instante, uno previo al mirarte, fugaz en mi mente para que todo se arremolinara.
Habìas entrado a mi alma de nuevo, batiendo papeles, esperanzas, falsas ideas de que tu imagen se habìa borrado de mi alma. Fuiste huracàn en mis sentidos internos y desacomodaste todo cuanto yo creìa, estaba en orden.
Me lastimaste -sè que lo sabìas- y aùn con todo dejaste tus sutiles disculpas para el dìa en el que yo añorara una segunda vuelta.
No lo hagas de nuevo, te lo pido. Compadece en algo el tiempo de luto que traigo en mi alma. Dèja que mi soledad sea el remedio que cicatrice lo que hoy sangra.
Quiero dejarte en mi recuerdo, en ese apartado donde todo es como un sueño, donde parecìas volar entre nubes que realmente ensalzaban el color de tus ojos dormilones. Permite que tu olor quede aspirando lo mejor de ti cuando retirabas tu brazo despuès de quedarte dormido en el viejo sillòn.
Deja recordarte, deja tenerte, tan sòlo en mi recuerdo, de una forma en la que pueda abrazarte a mi olvidando que mi presente es muy diferente.
Permite que ese rincòn sea mi refugio en tiempos de tormenta y olvida pararte màs frente a mis ojos.
La tortura es peor si pienso que fue otra alma la que llenò tus ojos, tu piel, tu aliento.
Mi agonìa mayor desde tu partida.
Por eso, dejame recordarte, sòlo tenerte al vapor. Invocarte en mis làgrimas nocturnas cuando pida a gritos necesitarte...
si es por ansiedad que te grito has oìdos sordos y mejorarè con el tiempo omitiendo mis pesares.
Mi falsa confesiòn era sencilla: Me sentìa Bien
Ahora, al mirarte en lejanìa no me culpes si vienen a mi mente los remolinos de miedo que todavìa padecerè al pensarte durante mis noches de invierno en plena primavera tuya.
Sè felìz.
Sin problema alguno iba y venìa en el devenir de los dìas, sin remordimiento ni tiempo a pensar.
Bastò un instante, uno previo al mirarte, fugaz en mi mente para que todo se arremolinara.
Habìas entrado a mi alma de nuevo, batiendo papeles, esperanzas, falsas ideas de que tu imagen se habìa borrado de mi alma. Fuiste huracàn en mis sentidos internos y desacomodaste todo cuanto yo creìa, estaba en orden.
Me lastimaste -sè que lo sabìas- y aùn con todo dejaste tus sutiles disculpas para el dìa en el que yo añorara una segunda vuelta.
No lo hagas de nuevo, te lo pido. Compadece en algo el tiempo de luto que traigo en mi alma. Dèja que mi soledad sea el remedio que cicatrice lo que hoy sangra.
Quiero dejarte en mi recuerdo, en ese apartado donde todo es como un sueño, donde parecìas volar entre nubes que realmente ensalzaban el color de tus ojos dormilones. Permite que tu olor quede aspirando lo mejor de ti cuando retirabas tu brazo despuès de quedarte dormido en el viejo sillòn.
Deja recordarte, deja tenerte, tan sòlo en mi recuerdo, de una forma en la que pueda abrazarte a mi olvidando que mi presente es muy diferente.
Permite que ese rincòn sea mi refugio en tiempos de tormenta y olvida pararte màs frente a mis ojos.
La tortura es peor si pienso que fue otra alma la que llenò tus ojos, tu piel, tu aliento.
Mi agonìa mayor desde tu partida.
Por eso, dejame recordarte, sòlo tenerte al vapor. Invocarte en mis làgrimas nocturnas cuando pida a gritos necesitarte...
si es por ansiedad que te grito has oìdos sordos y mejorarè con el tiempo omitiendo mis pesares.
Mi falsa confesiòn era sencilla: Me sentìa Bien
Ahora, al mirarte en lejanìa no me culpes si vienen a mi mente los remolinos de miedo que todavìa padecerè al pensarte durante mis noches de invierno en plena primavera tuya.
Sè felìz.
04 diciembre 2010
02 diciembre 2010
Espacios
Si en algún momento temíamos pensar en una larga, enojada o tediosa despedida, quizá de lado era olvidarlo o pensar que jamás sucedería.
Hoy los caminos se acercaron al miedo, al lugar donde no pensábamos que tal vez, pisaríamos uno al lado del otro.
Encontré una disyuntiva y miré vacío mi costado.
Encontré que alejarme no era algo osado.
Encontré que miraba más allá de donde tu te estancabas.
Y así pues, decidí marcharme, alejarme, callada y sin despedirme.
El agradecimiento por la compañía se pagó bilateralmente, así pues, sin remordimientos, rencores, malos recuerdos o viejos temores dejo el adiós en tu cama, en tu alma y en mi abrazo.
Hoy necesito volar lejos.
Hoy los caminos se acercaron al miedo, al lugar donde no pensábamos que tal vez, pisaríamos uno al lado del otro.
Tu camino, ese que admiraba, ese que idolatraba, ese que me entusiasmaba por
querer involucrarme y andar y pisar y vivir ahora lo miro diferente, distante, lejano y ajeno.
Ya es mi deseo comenzar a forjar el mío donde decida si quiero que alguien nuevamente me acompañe.
Encontré una disyuntiva y miré vacío mi costado.
Encontré que alejarme no era algo osado.
Encontré que miraba más allá de donde tu te estancabas.
Y así pues, decidí marcharme, alejarme, callada y sin despedirme.
Sé que lo entenderás porque mis alas comenzaban a prepararse.
Sé que te harás de lado y sólo buscarás a quien ayude a ocupar el lugar que hoy otorgo libre.El agradecimiento por la compañía se pagó bilateralmente, así pues, sin remordimientos, rencores, malos recuerdos o viejos temores dejo el adiós en tu cama, en tu alma y en mi abrazo.
Hoy necesito volar lejos.

30 noviembre 2010
Voluntad
No estoy muy segura si quien empieza el juego es quien lo termina. Mas de lo que sì puedo asegurar con toda la fè que me da el sentir del entusiasmo, es saber que estàs cerca de poseerme.
Si con tu roce puedo caer en el estremecimiento total dejando de lado que mis senos se abran a ti, màs todavìa un abrazo apretado dirigiendo mi cuerpo hacia todos tus sentidos - y tal vez- al màs declarado que veo en el momento: Es virilidad, es èxtasis, es necesidad.
Cierro los ojos, implacable momento, para desvanecer mi voluntad y fundirla en la tuya.
¿Quieres que te sea honesta?
Sòlo toma y no preguntes.
¿Quieres pactar tu fantasìa con mi realidad?
Actùa y no lo dudes.
Que el camino por adelantado yo ya lo he avanzado.
Ten mi juego de palabras, ten mi piel y mis ansias, todo eso lo otorgo al instante en que el contacto sea inevitable.
Me volverè gaviota sin viento y estarè obediente, pasiva y sumisa que a partir de èste momento Yo ya te pertenezco.
Si con tu roce puedo caer en el estremecimiento total dejando de lado que mis senos se abran a ti, màs todavìa un abrazo apretado dirigiendo mi cuerpo hacia todos tus sentidos - y tal vez- al màs declarado que veo en el momento: Es virilidad, es èxtasis, es necesidad.
Cierro los ojos, implacable momento, para desvanecer mi voluntad y fundirla en la tuya.
¿Quieres que te sea honesta?
Sòlo toma y no preguntes.
¿Quieres pactar tu fantasìa con mi realidad?
Actùa y no lo dudes.
Que el camino por adelantado yo ya lo he avanzado.
Ten mi juego de palabras, ten mi piel y mis ansias, todo eso lo otorgo al instante en que el contacto sea inevitable.
Me volverè gaviota sin viento y estarè obediente, pasiva y sumisa que a partir de èste momento Yo ya te pertenezco.
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