25 julio 2005

A lo largo de mi vida ha habido juegos de niños en donde unos corren y otros van detrás, unos matan y otros mueren, unos ganan y otros son derrotados pidiendo revancha; cuando el juego acaba simplemente pensamos en otra cosa que nos entretenga, que sea divertida y hacemos en un clic el cambio inmediato de pose.

Ayer entendí un poco en que se entretienen los mayores, en el tacto de sus juegos y en el cómo se arriesgan si creen que no les llega la victoria:

La guerra.

Desde que los tiempos de la humanidad son comandados por lideres que toman decisiones fuertes existen guerras, una tras otra, largas o cortas por pretexto de una injusticia, poder, territorio, riquezas y todo eso que mi neurona simplemente no entiende.

Pero entre ese estira y afloja de palabras y tratos diplomáticos ya en el terreno de lucha como en el juego de ajedrez, hay peones que todo lo dan, educados para defender un ideal, una partida a favor de su patria, sin jamás cuestionar si las decisiones tomadas son malas o terribles (¿habrá buenas en cuestión de guerra?)

Ellos son los que dan al país el avance o el cierre de cosas posibles o imposibles y salen a quemarropa a luchar y ofrecer su vida a quien de un tiro (en el mejor de los casos) le haga parecer héroe de guerra o caído en acción a sus compatriotas.

Hoy quiero cerrar mis ojos y elevar una leve plegaria a quien quiera que me escuche en los cielos por aquello de que a la fecha yacen sus cuerpos en cavas de honor y por aquellos que simplemente lucharon, sufrieron y buscaron la guerra en nombre de la paz y se perdieron en una tierra desconocida.

Por lados amigos o enemigos se pierden vidas por igual y por igual rezare por esas almas que sufrieron situaciones innombrables mientras yo cenaba y dormía en lo cómodo de mi hogar.

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9 comentarios:

Anónimo dijo...

Y si me das tu mano y me uno a la plegaria?

Los horrores bélicos nunca tendrán un motivo justificado, los peones de batalla ofrecen su vida muchas veces de forma forzada en pos del honor de quién comodámente maneja el tablero sin ensuciarse las manos, colgando medallas en los hijos de aquellos desaparecidos.

Ofrezco mi mano libre a quién significativamente quiera unirse a la causa.

Anónimo dijo...

Comparto lo de la plegaria, pero además faltaría hacer algo mas ¿no?.

Saludos, me gusta tu Blogg. Por cierto ¿podrías indicarme como convertirme en blogger?

Anónimo dijo...

Hola comadriux, me gustó tu post, y también a mi me conmueve y me parecen injustas las atrocidades de la guerra, sea quien sea, civiles, militares, occidentales, mediorientales, quienes sean son nuestros hermanosy se les debe duelo.

Un abrazo.

rossmar dijo...

mmm, la siempre despreciable guerra, me uno a tu plegaria
un beso bella niña

fenririel dijo...

La guerra, en sí, no es honorable, pero a veces es necesaria, esencialmente porque la naturaleza predominante del ser humano no es la racional.

Dudo que deje de haber guerras mientras exista el ser humano. El pensamiento en sí es una guerra que, cuando trasciende a ciertas esferas, cuesta vidas. Es un barbarismo, sin duda alguna.

Lo único que queda es, en efecto, orar para que las víctimas encuentren su camino, y los victimaros encuentren alguna claridad.

¡Saludos!

Unknown dijo...

Unidos en un instante de oración, tal ves encontremos un poco de calma, ya que los muertos no regresaran y el pasado sera sepultado por el polvo del tiempo...

Le dejo mi abrazo a su ternura.

Freddy dijo...

solidaridad con los que sufren las consecuencias de estas atrocidades tanto de las guerras como del terrorismo que no duerme
cuál libro estás leyendo?

Ambar dijo...

Ojala se pudiera hacer algo mas, a veces nos quejamos de lo que nos pasa a nosotros y ni siquiera abrimos los ojos para ver que alrededor nuestro, estas otras cosas pasan en la realidad no solo en películas.
Saludos

Anónimo dijo...

"El ruido de los sables nunca acallará el silencio de los inocentes".

Pero su silencio me grita a todas horas que soy culpable de sus muertes inocentes...