05 julio 2005

Una simple profesión

En algún momento de mi vida, en uno de esos lapsus en los que aprendes a conocer más profesiones de las que ya existen, conocí a una chica, hace ya mucho tiempo atrás.
Yo desconocía de su vida aunque sabía que no estudiaba, jugaba, poco reía, pero vivía bien.
Sabía que siempre sola, era perfecta para atraer a los chicos, y carcaga un temple de hierro...

...y no lo supe hasta que ella me lo confió, por mero accidente en su cama ocupada, cuando ví a un hombre durmiendo en su cama.

Vivía bien, soñaba bien, hacía el amor con todos y jamás hablaba de romance, pero ella era una chica que miraba hacia adelante, jamás fue cursi, jamás fué violenta, nunca en contra de los hombres ni lesbiana alguna.
Su cuerpo era perfecto para los menesteres del placer como ella misma me lo repetía y si de eso ella vivía siempre deseaba mejorar. Así en dicha carrera, siempre era aplicada más nunca dejó de ser una chica solita y callada.
Siempre hacia adelante y sólo le preocupaba una cosa... que la dejasen al olvido, de desear, de pensar.
Ella no era adicta al amor, odiaba crear raíz, adicta sólo al sexo y era presta jinete al cabalgar entre su lomo y hacer de delicias todo un néctar para ellos. Famosa no era, sólo común me platicaba ella.
Pues se mezclaba entre chicas, entre amigos y viejos profesores. Nunca coqueteaba, era de profesion discreta, vigilante para saber a quien ofrecer sus servicios. Ni siquiera sus amantes creían que de licencia ella gozaba para ser diestra de sus caderas.
Sólo es omitir ciertas cosillas, muy discreta me contaba, no hay que dejar que sepa lo que hace tu mano izquierda aquella derecha. Así se es más felíz. Y todos somos ignorantes y no nos preocupa nada.
Yo a ella la perdí en el momento menos esperado, sólo supe que uno de mis primos cayó en amores con ella. Perdido hasta la médula pedía matrimonio y querella. Y la amaría y mataría a cualquiera que se atreviese a mirar siquiera...
Y no.
Ella no era para esas artes, en su frente jamás paseaba semejante meneo y fué por él que ella se alejó. Sabia era cuando decía que el amor hacía locuras y perseguía figuras.
Fué así que le lloré, compartí su secreto por unos cuatro o cinco años quizá, y en el viejo pueblo sólo se supo que se marchaba para irse a estudiar.
Mi pena era mucha, era mi única amiga, que su más grande secreto me confió, pero jamás su amistad ensució. Sólo siempre decía: tu me apoyas a pesar de lo que hago...

Partió del viejo puerto sin esperanza ni fé. Huyendo de algo que predecía podría convertirse en un monstruo voraz...
y navegó y el mar se tragó aquel barco en su destino...
Y yo quedé mirando el horizonte hasta que el sol se ocultó y nunca más nunca supe si su vida continuó...

19 comentarios:

OdinGhost dijo...

y yo que te iba a pedir su telèfono!!!

Que bueno que existan "las magdalenas" como dice J. Sabina...

Como el blog de ayer, muy bueno!

Que fàcil se hace tomar posiciòn en esta sociedad hipòcrita y sumarse a repetir lo que està bien y lo que està mal. Que bueno que salgan y salgamos de posturas ficticias y podamos aceptar y convivir con los que viven como piensan...

Saludos GK mas de vez en cuando pero sigo por acà!!!

Enigma dijo...

Interesante ya que muestra la dualidad mas alla del pensamiento social, previamente establecido, de "amor y sexo", puede haber uno sin el otro.

El final es bucolico y romantico, sobretodo ya que nos permite volar cuando lejos querramos.

Un beso Dra.

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra

rossmar dijo...

Doctora que interesante texto, me ha dejado usted boquiabierta

Luis Ricardo dijo...

Qué admirable con lo aterrador que me parece el sexo.

Sergio Lara dijo...

A mi me encanta que estas historias no terminen.

por lo fatidico estaria dispuesto a esperar.

AndreaLP dijo...

Esta profesión tiene muchas caras, y tomando en cuenta la hípócrita sociedad, es dificil aceptarlo, pero existen.

Yo creo que son parte del equilibrio de nuestra zoociedad.

Excelente narrativa, excelente el final abierto a la imaginación y, como siempre, excelente escritora.

Saludos!

Anónimo dijo...

Siempre he anhelado tener una paciente sexoservidora, para estar cerca de ella y entenderla.
No he tenido la suerte.

Lo-que-serA dijo...

¡Ah! ¡La libertad!
Curiosa y hermosa la construcción del cuento de hoy.
Saludos.

Freddy dijo...

amor de la calle que buscando vas cariño, con tu carita pintada y con el corazón herido....cuando ya has sufrido mucho vas vagando por la calle; si alguien te comprendiera...pero no saben tu pena....saludos y síguele echando ganas a la vida...un abrazo

Anónimo dijo...

mmmmm vaya profesión; habría que ver el contexto; pero si que es una "profesión" muy dificil...

Anónimo dijo...

Ella trabajaba en lo que más le gustaba..su adicción. Ojalá y todos pudieramos trabajar en lo que más nos gusta..no?...Me recordó, en ciertos momentos, a un libro que se llama El Diablo Guardián, la historia de una chica que sabía lo que quería.

Dra. Kleine dijo...

Mario! Que gusto leerte por aquí!!
Estaré leyéndola por ese rinconcillo que la ví.
Gracias !

H.G. dijo...

Interesante historia ;)

Leo dijo...

Hola, te leo cada vez que puedo, cierto, el amor y el sexo son dos palabras diferentes, a veces van juntas y a veces no, a veces entendemos porque.La profesion de la que hablas es a veces mas digna que otras, buen cuento....

Dra. Kleine dijo...

Gracias Leo, un placer tenerte de visita. Vuelve pronto!

Carmelo Lattassa dijo...

Bueno, hablar de estas cosas siempre es un poco peliagudo. Tenemos un problema de pudor al confesar nuestras fantasías, anhelos, deseos. Ese es nuestro problema... ¿Qué dirán si digo que amé a una prostituta? ¿Dirán que empecé mal en el sexo porque me enamoré de una actriz porno X? He investigado el mundo de la prostitución, por mi trabajo y por curiosidad, qué carajos. La cosa es que los códigos de estas señoras son muy distintos a los nuestros. Soledad íntima, gozo inmediato, pero también comprensión, delicadeza, cierta psicología. En cuanto a lo de tu primo, grave error, hoy en día los hombres que amamos a una mujer debemos tener en cuenta que puede acostarse con otro, que su fidelidad es un regalo... Que la buena cama es difícil de encontrar y por ello debe ser compartida. Un saludo amiga...

fenririel dijo...

Yo creo que ella vive aún. En el mar, no hay tierra - válgame la expresión - sino islas, cada nave es una isla andante, y cada puerto solo es una ilusión de arraigo para los que no quieren nada con lo ordinario. En el mar, ella puede ser lo que quiere, porque el mar es nuestro gran vertedero del olvido, y en él viven de verdad los recuerdos y los fantasmas, conviviendo de una manera medio rara.

¡Saludos!

poison girl dijo...

excelente...me cautivo te estare leyendo

Anónimo dijo...

Hola yo mantengo una relacion sentimental con una sexoservidora y para un hombre es la prueba de fuego de que el amor incondicional existe, por encima de prejuicios moralistas y egos machistas, y aunke no deja de doler que entregue sus caricias a alguien mas se que su corazon me pertenece a pesar de que siempre seguira siendo lo mismo y asi la acepto y asi la amo, sin perder mi autoestima e independencia emocional. Excelente historia me vi reflejado.